Por Reynaldo Peguero
Pepillo Salcedo es el municipio dominicano del noroeste de la isla que
hace frontera con Haití, ubicado en la desembocadura del río Masacre. Contiene
la zona urbana denominada Manzanillo y pertenece a la provincia Montecristi.
Como municipio su territorio se compone de un Distrito Municipal denominado
Santa María, dos secciones rurales que son Copey y Carbonera, y la zona urbana,
llamada Manzanillo. Con la elevación de Santa María, de sección rural a
Distrito Municipal, al territorio de Pepillo Salcedo se agregaron nueve (9)
parajes que antes pertenecían al municipio colindante Las Matas de Santa Cruz,
Montecristi.
Según estudios al 2018, el municipio Pepillo Salcedo tiene un
población de 17, 743 habitantes estimados los que con la reciente (2017)
incorporación de 9 parajes rurales, residen en una extensión territorial que ha
pasado de 149.3 a 182.5 kilómetros cuadrados los que constituyen casi el 10%
del territorio de la provincia Montecristi.
Pepillo Salcedo tiene 13 kilómetros de frontera con Haití
relacionándose con los territorios haitianos denominados Meillac, Artaud,
Bossus, Mapoud, Gillote, Carrefour Chivru, Sicard, Dérac y Fort Liberté.
Lugares donde se estima residen unos 40 mil pobladores de ese país.
Pepillo Salcedo posee además 12 kilómetros lineales de extensión de su costa
que contienen áreas geográficas que son santuarios ecológicos de República
Dominicana.
En este contexto geográfico territorial Estrategia Manzanillo, Ciudad de la
Exportación es la guía pactada en su momento entre el Ayuntamiento de Pepillo
Salcedo y el Consejo Estratégico de Manzanillo. Se concretó para el impulsar
desarrollo local, muy en especial de la gran producción bananera, agropecuaria
y productos de empresas zona franca del Cibao. Es diferente del enfoque empleado
en Haina y Caucedo que han crecido como puertos, por encima de la pobreza
crítica de su entorno. Así no debe ser.
De lo que se trata en Manzanillo, Pepillo Salcedo es articular una
estrategia de oferta de oportunidades, creación de empresas, generación de
empleos e inclusión social que convierta este territorio de la frontera
noroeste en un eje sostenible del desarrollo regional. Es consensuar un plan
estratégico que no es sinónimo de trazados arquitectónicos, sino del sueño
colectivo expresado en visión, estrategias, proyectos y planos.
Esos son los fundamentos que olvidan algunos empresarios y analistas
capitaleños que intrigan contra el Puerto de Manzanillo. Sus gestiones hostiles
dan continuidad al Gobernador de Santo Domingo, Antonio de Osorio. El ejecutor
de las devastaciones que arruinaron la capacidad portuaria de la franja norte
de la isla. Sin embargo, más allá de Osorio, Santiago y el Cibao resurgieron
como Ave Fénix para convertirse en ejes decisivos de la producción con vocación
exportadora de Centroamérica y el Caribe.
La visión de desarrollo que en su momento pactaron sectores
representativos de la ciudadanía (2012), empresarios y comerciantes,
funcionarios del gobierno nacional y munícipes del Ayuntamiento de Pepillo
Salcedo, enuncia que se desea un futuro compartido del desarrollo de este
territorio. Se anhela una “Ciudad portuaria que emprende y atrae
inversión, empresas y empleos, fortaleciendo el compromiso de su gente con la
producción y la distribución equitativa de la riqueza; amigable con el
ambiente, gobernable, ordenada y segura que mejora su calidad de
vida”.
Todos los consultados asumieron trabajar con un concepto estratégico
de Bahía de Desarrollo, expresado en cuatro pilares. i) Manzanillo, Bahía
Gobernable; ii) Manzanillo, Bahía Sostenible; iii) Manzanillo, Bahía
Emprendedora y iv) Manzanillo, Bahía Incluyente. Estos cuatros pilares
son coherentes con los ejes de la Estrategia Nacional de Desarrollo, Ley 1-12.
Eso es un plan estratégico, una visión y estrategias compartidas sobre un
territorio, más allá de las imágenes satelitales y diseños. Luego de este consenso,
el Presidente Medina adelantó varios de los proyectos del Plan Estratégico de
Manzanillo, tales como el nuevo hospital de 40 camas, el arreglo integral de la
vía de acceso principal, asfaltado y la plaza turística Juan Pablo Duarte
armonizada con iniciativas de la JICA en turismo comunitario.
Debemos retomar el programa impulsado por la Corporación Portuaria del
Atlántico (CPA). Entidad que estuvo al frente de la modernización del puerto y
apoyó el desarrollo estratégico de todo el municipio de Pepillo Salcedo, antes
del Decreto 570-12 del año 2012. La modernización y desarrollo estratégico del Puerto de Manzanillo fue
retrasada. Ahora se debe apostar de nuevo a la ampliación del puerto y a la
creación de zona de libre comercio y servicios. La Corporación Portuaria del
Atlántico (CPA) avanzó mucho. Aportó un plan de desarrollo estratégico de
Pepillo Salcedo con visión común, 4 estrategias y 28 proyectos. Impulsó la
institucionalidad y formuló un diagnóstico del puerto realizado por la empresa
consultora de USA, Sandler and Travis, Trade Advisory Services.
Asimismo asumió un plan de inversiones con los resultados del diagnóstico
que facilitó un plan operativo en coherencia con la concesión aprobada por el
Poder Ejecutivo. Se logró igualmente la certificación portuaria y se avanzó en
cumplir la Certificación con el Código de Protección al Buque e Instalación
Portuaria (PBIP). Se adscribió el puerto al régimen de zonas francas,
lográndose los beneficios de la ley 8-90, vía la Resolución 02-11 del Consejo
Nacional de Zonas Francas.
Se contrató la prestigiosa consultora europea IDOM para preparar la
iniciativa de formular una propuesta de desarrollo económico del Área
Internacional de Libre Comercio del Atlántico. Se completó análisis de
prefactibilidad de proyectos a nivel de preinversión como: i) Centro Logístico
Binacional, ii) Área de Libre Comercio del Atlántico, iii) Parque
Industrial, iv) Centro de Almacenamiento de combustibles, v) Centro
de Acopio de Granos y vi) Apoyo al Parque de Generación Eléctrica, promovido
por el Estado dominicano. Todo lo anterior tuvo como norte el objetivo de
conseguir la implantación de la Estrategia Manzanillo, Ciudad de
Exportación.
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