Por Pedro Richardson
En comparación con el proceso del 2016 en donde manejando
con habilidad, inteligencia y sobre todo con un pormenorizado conocimiento de
la realidad municipal el PRD articuló una alianza con el PLD que le permitió
postular 45 alcaldes y 53 directores distritales de los cuales obtuvo 29
alcaldías que sumada a la única que ganó en solitario, Consuelo, le permitió
obtener el 19% de los municipios y en los distritos 49 para un 20%; de cara al
torneo electoral de
febrero 16 todo apunta a que tendrá el peor desempeño de todos los partidos
participantes.
De entrada negociaron con mucha torpeza y falta de vigor, propia de una
actitud de sumisión frente a sus jefes administrativos, y desconocimiento del
medio local por lo que tuvieron que aceptar las migajas que el PLD sin
consultarlos le reservó.
A 32 días del reto municipal y siendo algo optimistas le vemos competir en
una veintena de municipios y sólo obteniendo victoria en Villa Tapia, Río San
Juan, Licey al Medio, Nigua, San José de Ocoa, Guayacanes, Fundación, Tamayo y
Jaquimeyes.
Es decir en nueve municipalidades que por demás son de las más pequeñas
para un 5 % lo que lo dejaría con muy poca representación en las entidades
asociativas e incluso saldría del Comité Ejecutivo de la Liga Municipal
Dominicana a donde llegó junto a los demás partidos mayoritarios merced a la
reforma en el reglamento de ese organismo que nosotros impulsamos.
Es posible que a este medallero se les adhieran una que otra o se les pueda
reducir pero en lo que no hay ningún nivel de dudas es que en esta pelea el PRD
saldrá extremadamente maltrecho. Febrero viene y se verán los resultados.
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