SANTO
DOMINGO, R. D.- La filial República Dominicana de la Fundación Budista Tzu Chi
de Taiwán, realizó la entrega de insumos de protección en los hospitales Robert
Reid Cabral, Área Quinta de Salud Pública, Francisco Moscoso Puello, Marcelino
Vélez, Engombe, Vinicio Calventi, Santo Socorro, Salvador BGautier, Antonio
Musa de San Pedro de Macorís y Arístides Fiallo Cabral de La Romana, siendo
beneficiados en unos los departamentos de enfermería, en otros los
departamentos de salud mental. Además, fueron entregadas diez mil pruebas
rápidas al Ministerio Salud Pública. El objetivo es contribuir un poco con esos
centros hospitalarios que cuentan con menos recursos para hacer frente a la
lucha contra el virus Covid-19.
Las
últimas entregas de donaciones de la Fundación Tzu Chi incluyen nueve
ventiladores, ropa de protección y mascarillas KN-95, 10,000 mascarillas
quirúrgicas, batas de aislamiento, guantes desechables y jabones clorexidina.
Asimismo,
la Fundación Tzu Chi ha estado entregando comida vegetariana en varios
hospitales, es la forma en que la organización promociona el vegetarianismo
como la mejor manera de cuidar el medioambiente y la vida de todos los
animales. También cajas conteniendo arroz, aceite, harina de maíz, latas de
verduras, espaguetis, salsa de tomate, sal, galletas, avena, jabón de cuaba,
cloro, etcétera, a unas 70 familias de los empobrecidos sectores de Duquesa y
Jamaica, Higûero y sector Vietnam de Arroyo Hondo viejo. Mientras que en la
región Este del país se entregaron raciones de alimentos, para consumo durante
un mes, a 765 familias muy pobres de al menos cuatro integrantes en La Romana y
El Seibo.
Como
la Fundación Tzu Chi se caracteriza por llevar amor a aquellas personas que
están en situación especial, también en esta ocasión ha entregado orquídeas a
médicos y enfermeras de algunos centros hospitalarios, por ser ellos quienes
están al frente de esta guerra contra el letal virus.
La fundación fue
establecida el 14 de abril de 1966, por la maestra Cheng Yen en el Distrito de
Hualien, Taiwán, con el apoyo de 30 amas de casa que ahorraron diariamente 50
centavos en alcancías de bambú para formar un fondo de caridad, cuyo objetivo
era proveer ayuda y asistencia a los pobres.
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