Por Luis Aníbal Medrano S.
A raíz de una reciente inauguración en la
primorosa ciudad de Constanza de varios proyectos de asfaltado ejecutados con
la inversión del programa de Apoyo a los Gobiernos Locales que implementa la
LMD con fondos de la Presidencia de la República.
En total, el programa de Apoyo a los
Gobiernos Locales ha destinado RD$1,500 millones en asfaltado para completar
proyectos de adecuación de las vías que ya contaban con aceras y contenes
construidas en la primera fase de desarrollo de este programa, interviniendo
así municipios de 22 provincias del país.
Con esos datos se puede expresar con
certeza el hecho de que nunca antes, presidente de la República había tenido
tanta vocación municipalista como lo ha demostrado con creces el presidente
Luis Abinader Corona.
El primer mandatario conocer a profundidad
la importancia de la municipalidad eficiente en favor de la calidad de vida de
los ciudadanos, es por eso que ha reiterado en varias ocasiones que mantiene
las puertas abiertas para trabajar de manera conjunta con todas las alcaldías,
para que las políticas y servicios públicos lleguen a cada rincón del país con
calidad y hasta se comprometió públicamente con superar los cuatro años pasados
y erigir más obras, para seguir logrando más resultados y más satisfacción de
la gente en cada uno de los municipios.
Partiendo de todo lo anterior, me inclino a
plasmar mi inquietud sobre la preservación de la confianza del presidente
Abinader en los gobiernos locales, entidades que son orientadas, dirigidas,
inducidas por entidades como la Liga Municipal Dominicana (LMD) dirigida por su
secretario general, Víctor D Aza y Tineo; la Federación Dominicana de
Municipios (Fedomu) que preside el alcalde de Samaná, Nelson Núñez y la Federación
Dominicana de Distritos Municipales (Fedodim) que comanda el director del
Distrito Municipal Don Juan, Lioncito
José Sencilie, en el sentido de que deben de cuidar celosamente todas las
erogaciones de fondos en favor de sus sectores.
La municipalidad dominicana no puede
perder la brillante oportunidad de apoyo irrestricto que viene recibiendo del
presidente municipalista Luis Abinader, por errores imprudentes de manejo de
fondos, por indelicadezas en las asignaciones, entre otras malas prácticas.
Es vital actuar correctamente, invertir
basado en necesidades de las poblaciones, no por complacer aliados partidarios
o amigos que practican el cabildeo perenne y quieren bailar en todas las
fiestas.
En conclusión, cometo el atrevimiento
justificado de pedir, pedir no, reclamar a los dirigentes de las diferentes
formas de asociativismo municipal que no defrauden al presidente.
El autor es periodista, municipalista y político.
luisanibal.medrano@gmail.com
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