A PROPOSITO DEL
DESARROLLO
Por
Rafael Matos Féliz
Mis estimados y
distinguidos amigos, llevamos cerca de aproximadamente tres meses abordando el
tema del Desarrollo Sostenible, y ahora se hace de rigor que planteemos los conceptos,
criterios y principios, que han sido acordados por los países del mundo, a
través de sus asambleas, con respecto a este importantísimo tema de actualidad.
Además numerosas
personas, especialmente estudiantes, se nos han acercado y nos han solicitado
que les gustaría que ampliemos, con más profundidad, el concepto de Desarrollo
Sostenible, para ellos conformar sus argumentaciones cognitivas sobre él.
Lo primero que
señalaremos es la contradicción y el gran error, en muchas personas, de creer
que el crecimiento económico es lo mismo que desarrollo. Debo señalar que esa
concepción fue acuñada después de concluir la Segunda Guerra Mundial. Los
estados definieron la necesidad de lograr el crecimiento económico impulsando
los niveles de producción y las ganancias y se creyó que eso de por sí
desataría un desarrollo económico y social importante en los países. Al cabo de
varias décadas, el fracaso del modelo, fue inevitable.
Se logró
aumentar la producción y las ganancias, pero al unísono con esa situación, se
aumentaron los índices de pobreza, del hambre y la exclusión de sectores
sociales; la depredación de la naturaleza y devino el cambio climático; de esta
forma se vio que el “modelo de desarrollo” acordado, creaba la mayor miseria,
nunca antes vista, en tiempos de paz. Esa fue la dura y cruda realidad desde
los años 50 hasta los 80.
Las
consecuencias que se derivan del modelo del crecimiento económico, visto como
desarrollo, son catastróficas. En primer lugar, el crecimiento económico no
provoca la cohesión social en los pueblos intervenidos con este “modo de
desarrollo”; en segundo lugar, el crecimiento económico genera agresiones
medioambientales, que en la mayoría de los casos, son irreversibles. En tercer
lugar, provoca el agotamiento de los recursos que no estarán a disposición de
las futuras generaciones.
En cuarto lugar,
el crecimiento económico, facilita la conformación y asentamiento del “modo de
vida esclavo”, que les hace creer a las personas que deben agotar sus vidas en
búsqueda de una felicidad que viene de la insaciable obtención del dinero y de
la acumulación de muchos bienes materiales, tras los cuales se pueden hacer
todos los actos de inmoralidad y de genuflexión, sin reparar en las
consecuencias.
Como la
acumulación y la búsqueda del dinero es la principal prioridad del crecimiento
económico, las graves fluctuaciones económicas y las crisis cíclicas mundiales
se presentan como un efecto consustancial a este modelo de crecimiento. Eso
hace recular hacia la indigencia y la arrabalización a millones de seres
humanos a cada rato.
Para sostener
este inmoral esquema de “desarrollo” en los tiempos actuales, el propio modelo
ha creado tres reglas de juego. A saber, primero, se requiere gastar mucho en
publicidad y prensa para vender “las bondades” del modelo, de ahí que muchos
medios, periodistas y comunicadores se matan por entrar en la garata con puño del
boato.
Segundo, se
propugna por el crédito para cosas que no son productivas. Si usted quiere un
préstamo para hacer parir la tierra, se las ponen en China o en Oceanía, pero
los mismos bancos le hacen ferias para que adquiera una yipeta, hasta sin
inicial.Tercero, se fabrican supuestos productos y equipos duraderos, pero que
al poco tiempo hay que comprar otros porque los primeros, ya no sirven.
En otras
palabras, muchos de los que hablan de desarrollo hoy, en realidad lo que hacen
es defender y pretenden sostener un modelo criminal y fracasado, que fuera
único desde los años cincuenta hasta los ochenta. Insisten en promover una
acción reduccionista del verdadero desarrollo. Es decir, están más atrasados
que “Rufinito”, pero dicen que eso es moderno, que esa es la ruta de hoy.
Jajajajaja. !Aymi madre, cuánta pobreza moral e indigencia ética!
Por esas razones,
se siguen aumentando los índices de pobreza, la exclusión y la miseria en
muchos países y fue esta realidad axiomática y cruel, la que llevó al Papa Francisco
a presentar al mundo y en especial, a los que siguen ahondando la miseria de
millones de seres humanos (gobiernos corruptos, empresarios deshumanizados y al
gran capital), su Encíclica “Laudato Si”.
Pregunta clave:
¿Por qué si la economía crece, se aumenta y se mantiene la pobreza?
Continuaremos con
el tema en una próxima entrega,
Por el
Desarrollo Sostenible