La demanda presentada por el Estado de Nueva York cita violaciones
de la Ley de Depósitos de Desechos de Océano y Ley de Manejo de Zonas Costeras
y el fracaso de EPA para abordar los impactos ambientales en el Estrecho de
Long Island
El Fiscal General Eric T. Schneiderman y el Gobernador
Andrew M. Cuomo anunciaron hoy que el Estado de Nueva York ha presentado una
demanda contra la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos en el
Tribunal de Distrito de Nueva York para impugnar la decisión de la EPA de designar
un en el extremo oriental del Estrecho de Long Island Sound para deposito
permanente decenas de millones de metros cúbicos de sedimentos dragados. La
designación del sitio de la EPA viola la Ley de Deposito de Desperdicios en
Océanos y la Ley de Manejo de Zonas Costeras.
"Nuestras aguas no son vertederos. El primer trabajo
de la EPA es proteger nuestros recursos naturales, pero al designar este sitio
de desecho innecesario, la EPA está permitiendo que grandes cantidades de
desechos se viertan en otra área del Estrecho de Long Island. Eso es
inaceptable", dijo el Fiscal
General Schneiderman. "No dudaremos en actuar cuando el
gobierno federal no cumpla con su obligación de proteger la salud y el medio
ambiente de los neoyorquinos".
"Continuaremos haciendo todo lo que esté a nuestro
alcance para proteger el medio ambiente de Nueva York, y con la decisión
incomprensible y destructiva de la EPA de convertir el este del Estrecho de
Long Island Sound en un vertedero, ahora es el momento de actuar", dijo el Gobernador Cuomo. "Vamos a
establecer que esta designación no sólo representa una gran amenaza para un
importante recurso comercial y recreativo, sino que también socava los
esfuerzos de larga data de Nueva York para poner fin al depósito de
desperdicios en nuestras atesoradas aguas".
En agosto de 2016, el Gobernador anunció la intención de
Nueva York de luchar contra la designación de la EPA del sitio del este de Long
Island Sound para fines de depósito de desperdicios debido a sus efectos
adversos a la vía acuática. Posteriormente, el Departamento de Estado de Nueva
York objetó que la designación de sitio propuesta por la EPA fuera
inconsistente con las políticas del Programa de Manejo Costero del Estrecho de
Long Island. En diciembre de 2016, el Estado de Nueva York presentó un Aviso de
intención de presentar una demanda inmediatamente después de que la EPA
finalizara su designación.
"Las aguas de Nueva York siguen siendo uno de los
activos más valiosos y apreciados de nuestro estado", dijo la secretaria de Estado de Nueva York, Rossana Rosado.
"Esta acción dirigida por el Gobernador Cuomo para proteger el Estrecho de
Long Island envía un claro mensaje de que utilizará todos y cada uno de los
medios legales para prevenir cualquier uso de la franja oriental mientras
continuamos los esfuerzos para proteger este y otros recursos naturales en todo
el estado".
"El Estrecho de Long Island es un tesoro económico y
ecológico vital que necesita ser protegido, no debilitado por las obsoletas
decisiones de manejo de dragado de la EPA", dijo Basil Seggos, Comisionado del Departamento de
Conservación Ambiental del Estado de Nueva York. "El
Gobernador Cuomo ha dejado claro que el Estado de Nueva York no tolerará que el
gobierno federal destruya su compromiso y niegue su responsabilidad de reducir
o eliminar el depósito de desechos de draga en las aguas abiertas de este
ecosistema irremplazable".
En 2005, los estados de Nueva York y Connecticut
solicitaron, y la EPA posteriormente estableció por reglamento, el importante y
necesario objetivo de reducir o eliminar el desecho de materiales dragados en
las aguas estuarinas del Estrecho de Long Island. En contravención de la
intención de ese reglamento, en 2016, la EPA aumentó el número de sitios
permanentes de vertederos de agua abierta en el Estrecho de Long Island
designando un tercero en el este del Estrecho de Long Island.
La demanda reclama que, al designar el sitio de descarga,
la EPA falló: identificar los conflictos de navegación que serán causados por
la ubicación del sitio de vertido, en examinar los impactos ambientales del
vertimiento de materiales dragados bajo diferentes regímenes de prueba, y
cuantificar adecuadamente la capacidad existente en los sitios ya designados.
Además, la EPA no ha respondido a las preocupaciones manifestadas por Nueva
York sobre la fiabilidad de las pruebas de sedimentos y no ha hecho suficientes
garantías de que el material dragado no tendrá un impacto negativo en el medio
ambiente, como lo ha hecho en el pasado.
Nueva York también sostiene que el aumento del volumen de
desechos de materiales de dragado en aguas abiertas y el número y
disponibilidad de sitios de aguas abiertas es inconsistente con la inversión
pública y las políticas que ya están en marcha para restaurar el Estrecho de
Long Island. Este litigio subraya el compromiso continuo de Nueva York de
perseguir alternativas para la reutilización benéfica del material para
preservar y proteger la integridad del Estrecho de Long Island para las
generaciones futuras.
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