SANTO DOMINGO, R. D.- La Coordinación Nacional del Modelo de Gestión Penitenciaria reforzó las provisiones de material de bioseguridad en los centros de corrección y rehabilitación, además de incrementar las pruebas rápidas y las medidas de prevención de contagios de la COVID-19, ante el incremento en el reporte de casos en el país.
Al cierre del año pasado, los recintos recibieron de manera simultánea
24,620 mascarillas, 236 trajes de protección, 2,560 pruebas rápidas, 71 cajas
de guantes, 274 cajas de “manitas limpias” y 670 batas desechables, anunció la
coordinadora nacional, Hilda Patricia Lagombra.
Detalló que las pruebas se aplican a todo el personal durante el cambio de
guardia, a los internos de manera aleatoria, mientras que a todos los de nuevo
ingreso se les hace el análisis para detectar la presencia del coronavirus y
tomar las medidas correspondientes de aislamiento en caso de resultar
positivos.
En continuidad con las medidas sanitarias, las autoridades iniciarán este
jueves las fumigaciones y desinfecciones de los centros, en coordinación con el
Ministerio de Salud.
La coordinadora nacional especificó que el sistema reporta solo un privado
de libertad positivo, que se encuentra en aislamiento en Higüey, y nueve del
recinto de Haras Nacionales que esperan resultados de PCR para confirmar su
recuperación. Del personal administrativo hay seis afectados y otros seis de
seguridad, quienes reciben tratamiento en sus hogares.
Fallecido en Vista al Valle
La Coordinación del Modelo de Gestión Penitenciaria espera los resultados
de la prueba PCR realizada al cadáver de Johnny Melenciano, quien falleció a
causa de un infarto agudo al miocardio, según el informe del Instituto Nacional
de Ciencias Forenses (Inacif), a los cinco días de ingresar en el centro de San
Francisco de Macorís y después de presentar un cuadro de fiebre.
La prueba rápida aplicada a Melenciano en el momento de su ingreso al
recinto Vista al Valle, cinco días antes, ofreció un resultado negativo. No
obstante, al cadáver se le aplicó una prueba PCR, cuyos resultados confirmarán
si estaba afectado por el coronavirus.
Este centro, como los demás, cumple con el estricto protocolo diseñado para
proteger tanto a los internos como al personal.
Tres meses de coerción por tráfico de drogas
Elías David Escanio Soriano nunca olvidará que a las 3:00 de la tarde del
22 de diciembre de 2020 el rumbo de su vida sufrió un giro drástico, al ser
acusado de intentar burlar el protocolo de seguridad del Centro de Corrección y
Rehabilitación Najayo Hombres, donde se desempeñaba como subdirector de
seguridad para presuntamente introducir drogas prohibidas.
La carrera de Escanio Soriano, un agente modélico según sus superiores,
terminó abruptamente y desde el 5 de enero de 2021 cumple tres meses de prisión
preventiva, medida que le impuso el Magistrado Juez de la Oficina Judicial de
Servicios de Atención Permanente del Distrito Judicial de San Cristóbal al
examinar las pruebas presentadas en su contra y del interno Adriano Cordero
Ramírez, quien fue identificado como su cómplice.
A ambos se les acusó de violar los artículos 5, 6, 60 y 75 párrafo I y ll
de la Ley 50/88 y los artículos los artículos 265 y 265 del Código Penal, al
supuestamente introducir un kilo de cocaína y 593 gramos de marihuana al
recinto, intentando burlar el protocolo de seguridad, amparados en la posición
del funcionario de la prisión.
Adriano Cordero Ramírez cumple 7 años en el Centro Najayo Hombres,
entretanto un motoconchista solo identificado como “Maclen Yio Yeudy” y quien
supuestamente llevó la droga al recinto bajo el alegato de que “esa pertenencia
es de David”, fue declarado prófugo, pues soltó el paquete y huyó del lugar
cuando la agente de seguridad pidió revisar el contenido de la funda que
entregó.
Una investigación con participación de agentes antidrogas al contenido del
paquete determinó que el mismo contenía 1 kilo de un polvo blanco que resultó
ser cocaína y 593 gramos (poco más de medio kilo) de marihuana.
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