El colapso moral del sistema occidental clama por un nuevo paradigma
El Instituto Schiller está circulando la respuesta
urgente de su fundadora, Helga Zepp-LaRouche, al nuncio apostólico en Siria, el
cardenal Mario Zenari, quien ha alertado al mundo sobre la grave emergencia
humanitaria que se ha impuesto deliberadamente a Siria, tras nueve años de
guerra, a través de las medidas “asesinas” de las sanciones impuestas por el
Departamento de Estado de Estados Unidos y apoyadas irresponsablemente por
varios otros gobiernos, en particular el gobierno británico.
Poner fin a las llamadas “sanciones César” impuestas a
Siria, no solo ayudará a detener la hambruna y la pobreza generalizada que
ahora envuelven a esa nación, sino que también beneficiará al resto de la
humanidad. Es hora de seguir, como lo señala el cardenal, una vía de Paz
mediante el Desarrollo, y de rechazar de plano la indiferencia moral que
amenaza cada vez más con desencadenar esta escala de calamidad por todo el
planeta.
En su videoconferencia semanal del Instituto Schiller
del 14 de abril, Zepp-LaRouche exigió que el mundo acuda en ayuda del pueblo
sirio. Como lo señaló el cardenal Zenari, más del 90% de los sirios se
encuentran por debajo del nivel de pobreza extrema y muchos corren el riesgo de
perder la vida debido a la hambruna. La pasada década de guerra, las injustas
sanciones y la pandemia de COVID-19 han creado una condición de sufrimiento
absolutamente intolerable para el pueblo sirio.
Yemen enfrenta horrores similares, donde la realidad
agonizante del hambre se transmite en el impactante documental “Hunger Ward”,
al cual se refirió el director del Programa Mundial de Alimentos, David
Beasley, quien vio morir a niños ante sus propios ojos en el hospital, a
quienes sencillamente no pudo ayudar.
No hay nada de “humanitario”, declaró Zepp-LaRouche,
en matar de hambre a los niños y cerrar los hospitales y la atención médica,
sobre la base de narrativas fraudulentas inventadas por los defensores
británicos y estadounidenses del “cambio de régimen”, dentro y fuera del
gobierno. “Esto debe terminar y se tienen que levantar las sanciones César. Y
todos los miembros del Congreso de Estados Unidos que no levanten esas
sanciones se hacen cómplices de cada muerte que ocurre en la región”.
“Esto ha llegado al punto en que, o bien el mundo
despierta y empezamos a remediarlo, o no vamos a sobrevivir, debido a nuestra
propia quiebra moral como especie humana. Les hago un llamado: colaboren con el
Instituto Schiller.
Colaboren con su Comité de la Coincidencia de los
Opuestos, que está trabajando para conseguir programas de ayuda y
reconstrucción. Apelo a ustedes: Pónganse en contacto con el Instituto Schiller
y respondan al llamado del cardenal Zenari”, agregó Zepp-LaRouche. (...)
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