Por Darío Caminero
Si. Hoy los periodistas deberíamos
vestir de luto, en honor y memoria de los periodistas que ejercieron y han
ejercido el periodismo con honestidad, recalcando los valores, en defensa de la
democracia dominicana y de los buenos principios de las familias.
Pero también, por la tristeza que
embarga el quehacer del y las periodistas o comunicadores “enganchados”, que
han desprestigiado el quehacer del periodismo, cuando debe ser un sacerdocio de
compromiso con la verdad, el rescate de los valores y por el bienestar de la
información veraz y objetiva.
En nombre de la apertura del Internet y
la creación de las redes sociales, se ve, se siente y trasciende una
comunicación sin valores, con promiscuidad, lenguaje soez y temas triviales que
en nada agregan valor a la vida de los mismos emisores de esos mensajes y de
los dominicanos.
Figuras como Rafael Herrera, German
Emilio Ornes, Radhames Gómez Pepín, Mario Álvarez Dugam, entre otros tantos,
junto a los mártires de la prensa dominicana, deben estar anhelando una
resurrección para ver si su legado puede rescatarse en la sociedad dominicana.
Bolívar Díaz Gómez, Bienvenido Álvarez
Vega, Huchi Lora, Persio Maldonado, José Monegro y otros tantos referentes del
periodismo honesto y decente, deben estar angustiados por la forma baja con la
que se está ejerciendo un periodismo o comunicación, con figuras que incluso,
son referentes inadecuados de la juventud dominicana, que escenifican
pronunciamientos viles, bajos, chabacanos e incluso, riñas en el mismo
escenario de los medios de comunicación, con agresiones verbales y físicas, que
marcan muy bien su formación, educación y valores.
¡Da pena! El periodismo dominicano debe
de estar de luto. Y sin esperanza, porque no hay régimen de consecuencias y con
leyes obsoletas en la comunicación para una correcta aplicación en los nuevos
tiempos.
Dario
Caminero Sánchez
Periodista
y Escritor
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