Por Miguel Ángel Cid Cid
Qué hay países
donde no se produce alguna bebida alcohólica. Mentiras. Los Incas, los Cunas,
etc. —antes de llegar Colón— obtenían el Chicha. Una bebida producto de la
fermentación de cereales, principalmente el maíz.
En México
extraen el Tequila a partir del agave, en Francia se valen de la uva para sacar
el vino, de otra variedad de uva los peruanos obtienen el pisco. Ahí dejo la
lista para evitar aburrimiento.
Pero hablemos
del ron, el néctar del Caribe, la pócima mágica de los dominicanos.
Producción
El Cibao es la
cuna del ron dominicano, en especial, Santiago de los Caballeros. Puerto Plata
y San Pedro de Macorís tienen sus méritos.
Hablar del ron
es hablar de la caña de azúcar. Hierba perenne que se cultiva para extraer
azúcar, puede alcanzar hasta seis metros de altura.
España heredó
la caña de azúcar de los árabes, los españoles la trajeron al Caribe. Primero a
la Hispaniola, luego a Cuba, Puerto Rico, Jamaica, etc. Natural de la India, es
la materia prima en la manufactura del ron.
Donde primero
se fabricó ron —en l650— fue en la isla Barbados, Antillas francesas. Lo
llamaban Kill Devil: Muerte del Diablo o rembuillon: gran
tumulto.
Los Pepines y
Nibaje estaban llenos de alambiques. La cercanía con el rio Yaqué del Norte
facilitaba el enfriamiento de los pailones con el melao y la dosificación del
alcohol. Había más de veinte.
— Oiga, las
nubes de vapor subían mientras el melao enfriaba, eso se divisaba en todo el
pueblo. Pero los olores les tocaban a los vecinos.
Jacinto
Ramírez, para 1808 era un productor de ron importante. Luego vino J. Viñols, a
este le siguió Joaquín Beltrán que en 1860 tenía varios alambiques en
producción.
Manuel de Js.
Tavares, comerciante y empresario, destacó en la fabricación. El Ron Tavares
fue premiado en París, en 1889; mención honorífica en Bruselas, en 1897 y
medalla de oro en la Exposición Regional del Cibao. Gallito era otra de sus marcas.
Erasmo
Bermúdez (1825-1907) venezolano y farmacéutico empírico creó el Amargo Panacea.
Un producto medicinal usado como aperitivo por el alto grado de alcohol. Fundó
La Sin Rival (botica y licorería) en sociedad con Aquiles Bermúdez, su hijo.
Bermúdez
dirigía en 1897 la empresa licorera. José Ignacio Bermúdez fungía como su
apoderado. Producían los rones: Cidra, El Toro y Palo Viejo. Los más vendidos
en el mercado.
La familia
Bermúdez modernizó la industria, elevó la calidad y le imprimió sentido
estético a la presentación. Estos factores influyeron en el crecimiento de la
producción y de las ventas.
La carga
impositiva alborotó a los productores de Santiago. La Casa Loinaz de Puerto
Plata y la destilería del ingenio Santa Fe en San Pedro de Macorís abrieron las
válvulas de los depósitos. Derramaron miles de galones de alcohol. La ley tuvo
que dejarse sin efecto.
Pero el daño
estaba hecho. Por derivación, en el sur creció el contrabando desde Haití. Los
productores clandestinos de otros lugares del país hicieron fiesta.
Hoy, el país
cuenta con marcas reconocidas a nivel internacional. La Casa Bermúdez, Barceló,
Brugal, Vinícola del Norte, Isidro Bordas son inigualables. Además, Yazoo
Investments, Don Miguel, Alcoholes Finos Dominicanos, Matusalem y Siboney,
etc., agrupadas en la Asociación Dominicana de Productores de Ron (ADOPRON).
Consumo
El ron, una de
las bebidas de mayor consumo del mundo. Más de 1,500 millones de litros en
2014. La India y Filipinas llevan la bandera.
Música en vivo
a pedir de boca, también tragos variados. Los negocios servían las marcas
reconocidas y el “lavagallos” a precios de centavos. El “lavagallos” era un ron
artesanal de poca calidad, lo llamaban “gas morao”. Media botella costaba 15
cheles.
Camino al
trabajo, los jornaleros entraban a la pulpería a comprar un degolla’o, trago
servido en un vasito. Para 1970 costaba cinco cheles.
Pero los
“ricos” bebían en el Centro de Recreo, en un restaurante elegante u otro lugar
distinguido. Lugares donde las bebidas se vendían por litros a precios
inalcanzables.
Cultura
El ron,
símbolo arraigado en la cultura dominicana, en las prácticas y costumbres, en
los ritos y la sabiduría popular. Sin importar la posición social.
Vemos, por
ejemplo, el anuncio que decía “Donde hay un hombre, hay Brugal”. Las voces de
la calle ripostaban, “el que toma Brugal pelea o resuelve, pero como pelear no
deja, yo solamente resuelvo”.
— Cuando el
romo entra la verdad sale, ¡ojo! si no toma ron algún secreto esconde, dicen.
Los alambiques
explotaron, el incendio se expandió por la ciudad de Santiago el 6 de
septiembre de 1863, en la Guerra de la Restauración. El general Gregorio
Luperón se espantó con el estruendo. Y, La Sin Rival se volvió cenizas, las
autoridades españolas tuvieron que indemnizarla.
En suma, la
borrachera de ron de la cultura —en 1904— hasta forzó a recular una reforma
tributaria.
Para más
información:
El Mercado del Ron: https://www.mordorintelligence.ar/industry-reports/rum-market
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