Por Miguel Ángel Cid Cid
En los
artículos de las tres semanas anteriores quedó clarito que los líderes no
nacen, se construyen. Un guía desarrolla y perfecciona un conjunto de
habilidades que bien pueden ser aprendidas por otras personas.
La
comunicación, el trabajo y el estudio sistemático entre las principales. En
esta entrega se aborda la tercera: estudiar.
Pero qué estudiar
A los líderes
los persigue un ángel, tienen una chispa que genera inspiración y motivación al
equipo que lo rodea. Para que esa chispa arda siempre hay que soplarla con aire
de conocimientos frescos, actualizados.
Las respuestas
veraces frente a las dudas surgidas sobre las luchas emprendidas generan un
clima de confianza en el equipo de trabajo. La seguridad en el conocimiento los
lleva a lograr resultados excepcionales.
Se desprende
de lo anterior que, un líder debería tener conocimientos generales sobre temas
diferentes de la vida local y nacional. Dígase, sobre la política, la economía,
los sistemas de gobiernos, las corrientes políticas vigentes en los demás
partidos del país, entre otros.
Sumados a los
conocimientos generales están la razón y origen de las diferentes
organizaciones presentes en las comunidades. ¿Por qué luchan?, ¿cuáles son los
métodos que emplean en su trabajo?
En caso de
liderar una asociación campesina, deberían hacer una relación de lo que produce
la comunidad con la economía del país. Inventariar cuánto se produce y cuál es
el aporte al fisco.
A los
sindicalistas, en cambio, les corresponde saber —si son transportistas— la
cantidad de vehículos públicos y privados existentes. Los pasajeros que
acarrean diario, la cantidad y calidad de los asientos en servicios, entre otros.
Si es un líder
de la Asociación de Profesores (ADP), por el contrario, le toca manejar datos
sobre la cantidad de profesores. Tener una relación entre los docentes del
sector público y los privados. Las diferencias salariales, nivel de formación,
calidad del sistema. Cuáles países son referencia en el área...
En los
escenarios señalados hay que ver los tipos de organización, las vinculaciones
políticas de una y otra y la relación entre ellas. Como se vinculan con el
gobierno de turno. O sea, si es un partido político, un sindicato, un gremio
profesional. Si es un grupo religioso: ¿a cuál denominación corresponde?
El estudio se
constituye en garantía para mantener un ritmo de trabajo eficiente. Reitero, el
conocimiento creativo facilita una dinámica ágil en la resolución de los
conflictos surgidos.
Y para ser
árbitro en la solución de los conflictos se requiere saber cuándo y cómo hacer
una crítica a uno o a varios de los seguidores. Prever las reacciones probables
frente a la crítica. ¿Contribuye al crecimiento de la persona y del equipo?
El líder
debería estar capacitado para convertir los errores en nuevas oportunidades
promotoras del aprendizaje colectivo. Para conseguir esto es necesario escuchar
a los demás antes de ponerse a hablar. Hablar sin sentido perjudica.
El líder, en
consecuencia, debe cultivar —según los sicólogos— “La inteligencia emocional”.
O mejor, la capacidad de controlar y expresar las emociones. Saber manejar las
relaciones entre las personas que lo siguen.
Porque ser
líder no es andar imponiendo sus deseos a los demás, sino que es inspirar y
guiar al grupo por el camino correcto. De ahí se desprende la empatía con los
compañeros de equipo e incluso con los no compañeros.
Para qué sirve
estudiar
Aprender sirve
para dominar las técnicas de liderazgo. Garantiza entender que, la diferencia
entre líder y seguidor se reduce al rol que le corresponde a cada uno. Para
dirigir sin desasosiego.
Estudiar ayuda
a que nunca se olviden los sentimientos de los demás, a prever el impacto de
tus palabras sobre los seguidores. Contribuye a ver perspectivas diferentes
sobre una situación.
Estudiar,
sobre todo, ayuda a que la reacción frente a los conflictos se transforme en
opiniones que faciliten solucionarlos sin traumas mayores.
Cuanto más
estudie el líder, más abarcador será el universo de sus aportes. La visión global será cada vez más aterrizada
en los propósitos del grupo.
Pero si el
trabajo es la fragua para templar el líder, el estudio es, entonces, lo que
consolida el rol trascendental del guía. Garantiza que otros se transformen en
líderes. Para crear una red interminable de líderes.
En suma, a los
integrantes de una organización les atañe dominar datos estadísticos del sector
que dirigen. Pero lo esencial de los líderes es cultivar el conocimiento
analítico, cuanto más, mejor. Y el conocimiento sólo se obtiene con el estudio.
Sirve para
criticarse y así construirse cada día como un líder nuevo.
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