Por Luis Aníbal Medrano S.
A propósito que este 24 de abril de 2020 toman juramento y posesión los
nuevos alcaldes y directores municipales, quiero dejar constancias de mi preocupación
profunda por el marcado retroceso que ha sufrido la municipalidad dominicana en
los últimos ocho años de gobierno peledeista.
En las gestiones del casi ex presidente dominicano, licenciado Danilo
Medina Sánchez, en complicidad con alcaldes y funcionarios de alto nivel de su
encumbrado gabinete presidencial, la municipalidad no ha desaparecido porque la Constitución establece esa figura y
el ejercicio del poder de los peledeistas no llega a ese inescrupuloso nivel, aunque
deseos no le han faltado.
Es penosa la situación que aqueja nuestra municipalidad, iniciando por el
reiterado incumplimiento de la asignación del 10 por ciento que le establece la
Ley 163-03 en su artículo 3 donde se indica que a partir del año 2005 la
participación de los ayuntamientos en los montos totales de los ingresos del
Estado dominicano, pautado en la Ley de Presupuesto de Ingresos y Gastos
Públicos de la Nación, debía ser el referido porcentaje.
Lo segundo es que se profundiza aun más su situación financiera con el
arrebato de atribuciones que paulatinamente los sucesivos gobiernos le han
venido arrebatando, algo inaudito en una sociedad donde los ayuntamientos son la
entidad más próxima al ciudadano y que por consiguiente estos entienden que
deben de resolverle desde la canastilla inicial hasta la caja de muerto final.
Para que se tenga una idea de la gravedad económica por la que está pasando
la municipalidad dominicana se debe observar que el ingeniero agrónomo Rafael Hipólito
Mejía Domínguez al salir del amplio local de la doctor Delgado dejó la asignación
presupuestaria en un 6.2 por ciento, posteriormente el perínclito de Villa
Juana, Leonel Antonio Fernández Reyna, al abandonar la fortaleza marrón claro, donde
tiene su asiento el primer mandatario de turno de los dominicanos, dejó dicha asignación
en 5.8 y ahora en este año, el aferrado al poder y astuto gobernante, Danilo
Medina Sánchez, cuando el 16 de agosto del presente fatídico 2020 tenga que
salir por la puerta que la circunstancias le otorgue, dejará la limosna para
los ayuntamientos en 2.1 por ciento. Como se salvan…
La pregunta obligada sería: ¿Pueden los alcaldes y directores de distritos
cumplir con las obligaciones que les corresponde? Jamás, y cómo sería posible si encima de eso
tienen que utilizar recursos en el asociativismo municipal que dicho sea de
paso ese sector ha sido cómplice por sumisión u omisión de la actuación del
Todopoderoso sanjuanero.
Pasemos entonces a la línea del asociativismo municipal, y preguntémonos cual
ha sido en los últimos ocho años el papel de la Liga Municipal Dominicana (LMD),
de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU), de la Federación Dominicana
de Distritos Municipales (FEDODIM), de la Unión de Mujeres Municipalitas
Dominicana (UNMUNDO), de la Asociación Dominicana de Regidores (ASODORE)) y de la
Asociación Dominicana de Vocales ADOVA). Se detuvo el despegue exponencial en favor del
sector y la transparencia con que actuaban esas instituciones en la que cada
uno de sus presidentes y directores ejecutivos, salvo contadas excepciones, colocaron
en la cima de montaña de la vida nacional al asociativismo municipal. Retroceso
es lo que se observa, penoso pero cierto.
Es posible que sea necesario que surja un nuevo liderazgo municipal
confiable que le devuelva el esplendor al asociativismo municipal, para que por
lo menos se restablezcan las características y místicas que generó el
nacimiento de Fedomu que aunque algunos genios municipalitas la criticaban, desapareciendo
esas críticas cuando comenzaron a insertarse en los gobiernos 65 y 66 y los gobernantes 56 y 57, dicho de otra
manera, de Leonel y Danilo.
Antes de las fechas anteriormente señaladas, la Fedomu tenía un papel en
favor de los municipios que era resaltado por la gran mayoría de los ciudadanos,
esa entidad tenía a su servicio un conjunto de profesionales que le corría por
sus venas el municipalismo autentico y es por lo que me atrevo a señalar que
con el surgimiento de esa federación se marcó un antes y un después en el poder
municipal.
Como bien señalan expertos en la materia, la revolución municipal que se
realizó con la aparición de Fedomu y como efecto de la misma, la organización regional,
la capacitaciones con talleres especializados con el tema o afines al mismo y
una serie de acciones de organización y adecentamiento municipal, creó ciertas
ojerizas en esferas de poder que no veían con buenos ojos ese surgimiento de
asociativismo municipal sólido porque entendían que afectaba a sus intereses
aglutinado en cierto monopolio, si es aplicable el término.
Con el triunfo del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y aliados en las
pasadas elecciones municipales, somos muchos que abrigamos la esperanza de que
se rescate la municipalidad dominicana del abismo en que se encuentra y surjan
liderazgos que encabecen una cruzada para regresarle al municipalismo nacional
su credibilidad, su atribuciones usurpadas, su papel como gobierno local con
las funciones que le asigna la Constitución y las leyes, así como también entregarle
el porcentaje mandatorio de manera escalonada.
Yo particularmente, y de forma atrevida, me arriesgo a mencionar mi candidato ideal para presidir
la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU). Manuel Jimánez, me gustaría que la encabezara
un nuevo alcalde que logró aglutinar organizaciones políticas para que le
respaldaran, y lo hizo tomándose un cafecito con los actores principales de
esas entidades; un cafecito que bien puede tomarse con los nuevos alcaldes y
alcaldesa y posteriormente con el próximo presidente de los dominicanos, el
economista Luis Rodolfo Abinader Corona.
Que Dios me escuche y pueda decir nuevamente, aprobado...
Otro de los puntos luminosos que se observan en el camino histórico por
el que se transita actualmente, es el propósito del Partido Revolucionario
Moderno (PRM) y su candidato presidencial Luis Abinader, que conjuntamente con
las autoridades municipales electas perremeistas, acordaron poner en funcionamiento
un Plan de Emergencia y concentrar esfuerzos en un Comité Municipal de Lucha
contra el Covid-19, suena y es interesante porque favorecerá directamente a los
munícipes
Son esas acciones que permiten al ciudadano valorar el peso de sus
acciones al escoger con el sufragio a sus autoridades, y se confirma con esto
la vieja frase de que: “así se hace patria”
El autor es político, municipalita y periodista residente
en Nueva York.
CEL. 1-347-447-5638
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