Por Nelson Marte
Cuando en algunos casos judiciales la parte que representa a la sociedad
concluye fulminando con preguntas incontestables al acusado, dejando en claro
de manera fehaciente su culpabilidad, la exposición final de la acusación suele
terminar con la frase que encabeza estas notas.
Es la conclusión a que lleva la lectura de la columna de hoy del destacado
abogado Eduardo Jorge Prats, quien igual que Finjus ataca el reparo puesto por
el PRM en el Consejo Nacional de la Magistratura para de que activistas
políticos, como el licenciado José Alejandro Ayuso, subrayo yo, sean elegidos
al Tribunal Constitucional.
Jorge Prats cita que “en las mejores familias constitucionales, como es el
caso de Francia y Alemania, juristas con previa experiencia política o
partidaria, son incorporados a la jurisdicción constitucional”.
Conozco de primera mano la inteligencia, ilustración y capacidad expositiva
de Eduardo.
Por eso siento vergüenza ajena al verlo comparando a las “familias
constitucionales” del mundo con República Dominicana donde, en el colmo de la
ausencia de institucionalidad, ni siquiera tenemos separación e independencia
de los tres poderes del Estado que caracterizan a una nación democrática.
La comparación es hasta torpe pues todos sabemos que lo que allá es
respetado régimen parlamentario, primer poder del Estado, aquí es un Congreso
incapaz de hacer cumplir su primera obligación constitucional, que es
fiscalizar y servir de contrapeso a los excesos en que pueda incurrir el
Ejecutivo.
Comparar a Francia y a Alemania con un país donde al presidente de la
República le preguntan si va a acatar el artículo 124 de la Constitución y su
vigésima disposición Transitoria, y responde “espérate, que vengo en marzo”, es
un razonamiento rayano en la indigencia argumental impropio de Eduardo.
¿Cómo puede el reconocido intelectual comparar a las naciones cuna de la civilización
mundial de los tiempos modernos, con un país en que ante la mayor estafa en
contra del pueblo, la de Odebrecht, los poderes Ejecutivo, Congresual y
Judicial se confabulan para convertir lo que debió ser una seria indagatoria,
en una caricatura politiquera?
Caer Eduardo en el dislate de hacer tan absurdas comparaciones, pone en
evidencia que pese a su astucia, conocimientos y capacidad discursiva, no tiene
cómo demostrar la conveniencia de incluir en el Tribunal Constitucional a
abogados políticos como Ayuso, ex-subconsultor Jurídico del Poder Ejecutivo del
gobierno del PRD en 2003 y activista reeleccionista del PLD en 2016.
Suficientemente demostrado.
Eduardo puede estar prestando un servicio al gobierno del PLD, y en
especial al presidente Danilo Medina, con cuya mayoría en el CNM actuará en
función de su interés político partidista, pero en lo que es el artículo de
marras falla en demostrar objetivamente que sea beneficioso nombrar en un
tribunal como el Constitucional a abogados vinculados a la política partidista,
en una República Dominicana con tanta debilidad institucional.
Sí, no más preguntas, magistrado.
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