Por Miguel Espaillat Grullón
Los dominicanos ahora tenemos el agua al cuello. Un
país en crisis social, política económica, ecológica y moral, fruto de los
desmanes de los gobiernos pasados, principalmente los encabezados por Hipólito,
Leonel y Danilo. Estos gobiernos han sido corruptos y ladrones, pero,
pese a ello, sus cabecillas, sus líderes primarios y secundarios, siguen
teniendo vigencia en el país, a tal punto, que todavía, ya viejos, uno aspira a
quedarse, y los otros dos con volver.
¿Por qué esta gente tiene esta vigencia? ¿Por qué, pese a
que sabemos quiénes son, seguimos detrás de ellos? ¿Por qué, en los
barrios se linchan a los que roban, a lo mejor por hambre, mientras que a
Hipólito, a Leonel y a Danilo, esos mismos barrios reciben a estos tres
caimanes con vítores y muestras de alegrías, en vez abuchearlos, y apedrearlos
como se merecen? ¿Por qué siguen ellos en la palestra?
Un aspirante a diputado honorable y con solido currículo
académico como Andrés Luciano Mateo, no pudo salir electo a diputado, porque la
gente no voto por él, sin embargo, votó por consabidos ladrones y dueños de
apuesta y por gente con historial de narcotraficantes. Luego nos quejamos
de que el congreso está lleno de ladrones y de gentuza.
¿Cómo es posible que todavía estemos pensamos en Leonel,
Hipólito y Danilo para presidentes? Pero también, en los que están
sentados en el banco, como Temistocles Montas, Francisco Javier García, Quique
Antún, Miguel Vargas, y gente de esa calaña. A ellos le damos nuestro voto,
unos porque los tienen por su líder y otros a cambio de romo, picapollo y
quinientos pesos. Después nos quejamos del presidente que tenemos.
Fruto de éste comportamiento ciudadano
irresponsable, hoy tenemos un país invivible, frente a lo cual, desesperados,
muchos están pensando que la solución es el retorno de Trujillo, en la persona
de su nieto Ramfis Domingo Trujillo, lo que resultaría en un remedio peor que
la enfermedad. Y será peor por partida doble, porque esta medicina obrará
en el cuerpo y en el alma para pudrirlas más de lo que ya están.
Desde que Trujillo subió al poder, hasta el día de hoy,
el pueblo como tal, ha hecho poco para deshacerse de sus crueles tiranos
ladrones y asesinos. En este interregno actuaron para acabar con la
tiranía, pequeños grupos de la clase media y de la burguesía. Los
combatientes del 14 de junio, los Planfleteros de Santiago, los combatientes de
Playas Caracoles, el combate de los palmeros, son ejemplos del acontecer
aludido. Pero ha de recordarse que no triunfaron porque en ningún momento
fueron apoyados masivamente con acciones por el pueblo. Al contrario, los
campesinos denunciaban a los del catorce de Junio. Cuando Caamaño entró
por Playa Caracoles no lo apoyamos. Y cuando los muchachos Amaury Germán
Aristy, Virgilio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy
(La Chuta) el 12 de enero 1972 se batían en combate contra el ejercito de
Balaguer, lo dejamos solos, nuestras actuaciones como pueblo, se limitaron a
esperar el desenlace de los acontecimientos.
En todo ese lapso de tiempo, hasta la fecha, mayormente
hemos andado detrás de las escorias (presidentes, congresistas, alcaldes y
regidores) que nos han gobernado con saqueo. Todavía estamos en eso, para
después como está sucediendo ahora, desesperado, frustrados, decepcionados, por
los resultados desastrosos de esas gobernanzas, entonces clamamos de nuevo por
Trujillo. Craso error de un pueblo que no conoce su historia. Si
este nieto de Trujillo lograra su propósito, nos convertiríamos el hazme reír
ante el mundo; seriamos una vergüenza.
Ramfis Domínguez Trujillo, descendiente directo de
violadores, ladrones y asesinos por ambos lados (de padre y madre). Sus
tatarabuelos, bisabuelos, abuelos, padres, tíos, primos, todos fueron grandes
delincuentes y asesinos; y él los defiende a raja tabla; los excusa y
limpia. Entonces, ¿qué podemos esperar de un Ramfis Rafael Domínguez como
Presidente? ¿Pero será que nos estamos volviendo locos, o que somos tarados,
sinvergüenzas, degenerados o excesivamente irresponsables, inconscientes y
depravados?
Yo creo, que ante esta situación a que nos han llevado
las gobernanzas del PLD y los anteriores gobiernos entre ellos Hipólito, en vez
de estar pensando en un nieto de Trujillo, mejor sería elaborar un listado con
todos los responsables del desastre que nos ocupa, de los que han robado y
traicionado, para arráncales la cabeza (expresidentes, diputados, senadores,
alcaldes, regidores, ministros, y de cualquier ciudadano ladrón).
Sinceramente, no veo otra salida a ésta situación desastrosa a que han llevado
a nuestra patria.
De nuestro himno nacional son los versos los siguientes:
Quisqueyanos valientes, alcemos/ Nuestro canto con viva
emoción,
Ningún pueblo ser libre merece /Si es esclavo, indolente
y servil;
Quisqueya la indómita y brava /Siempre altiva la frente
alzará;
Compatriotas, mostremos erguida /Nuestra frente,
orgullosos de hoy más;
Quisqueya será destruida/Pero sierva de nuevo, jamás!
Y el clarín de la guerra aún resuena /Pregonando su
gloria inmortal.
A todas luces no compagina, que un pueblo cuyo himno
nacional, tenga semejantes versos gloriosos, a 173 años de su independencia,
todavía ande detrás de ladrones para que lo gobiernen y detrás de un individuo,
nieto del dictador más cruel, violador, ladrón y asesino), que ha tenido
nuestra República y la humanidad. Si eso un día ocurriese, desmentiríamos
los versos aludidos de nuestro himno nacional, muchos dominicanos, como también
yo, sentiríamos vergüenza, dolor y tristeza de ser dominicanos.
A los lectores les dejo la palabra.
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