POR ROLANDO ROBLES
Una de las consecuencias que
tiene el seguir al “dueño del telescopio” es que uno se acostumbra siempre a
tomar la fotografía en amplio y con gran angular, que es el lente que permite
captar el escenario en casi 180°. Prácticamente todo lo que tú puedes ver de
frente con el ojo humano, se petrifica en las fotos tomadas con el gran
angular. El asunto es que luego debes afinar el foco de la interpretación, para
individualizar cada hecho y persona que tienes en la toma fotográfica. Eso es
lo que semanalmente hace don Marino Vinicio Castilloy que tanto mortifica a los
saltimbanquis de la política criolla.
Y eso es precisamente, lo
que tratamos de presentar. Una visión en amplio de las diferentes
circunstancias que envuelven a estos dos líderes latinos, resaltando las
aristas en común y las distancias que los separan por lo accidentado de sus respectivos
escenarios.A evidenciar esas dualidades, en uno y otro sentido, dedicaremos las
próximas entregas.
¿Prudencia o Timidez?
Ya en el plano de las
comparaciones mas adversas entre Lula y Leonel, hay que advertir que Lula
siempre puede ripostar cuando es amenazado;pero Fernándezno parece decidido a
sublevarse, a mandarle “su resto” a Danilo. Y aunque sus seguidores demandan
una actitud mas agresiva, hay analistas locales del área leonelista como David
Polanco, que justifican el hecho en la proverbial y consabida cautela del
líder. “Lo cortés no quita lo valiente”, sentencia con cierta vehemencia David.
Yo, sin embargo, me inclino
por registrar esa parsimonia de Leonel como signo parcial de debilidad y lo
advierto en lo extrañamente conciliador del discurso de su equipo, que minimiza
las posibilidades de división, evitando marcar su territorio con energía.
Parece mas bien como si se cuidaran de no “alborotar las avispas”; algo muy
peligroso ante un equipo de Danilo que ya demostró que es “capaz de todo, de absolutamente
todo”, para imponerse.
“Puede que la táctica
leonelista de ‘llevar la fiesta en paz’ sea correcta, pero se corre el riesgo
de que Danilo solo esté tratando de ganar tiempo y que cierre el cerco de la
opinión pública-partidaria alrededor de Leonel cuando ya éste no pueda
reaccionar. Está visto que el Comité Político le responde a Danilo, que se le
impuso también en el Comité Central y que el gobierno siempre tiene dinero para
comprar la reelección en el Congreso”. Esta afirmación la hace Ernesto Méndez, del
Frente de Taxistas del PLD en Nueva York, otro leonelista a capa y espada.
La confrontación luce
inevitable
Si Danilo se arriesga e
impone su repostulación contra viento y marea, generaría un sentimiento
nacional de “todos contra Danilo” y Leonel debe estar dispuesto a dar un paso
al frente,encabezandoun nuevo “Frente Patriótico”.Pero esta vez no seríacontra
Peña Gómez sino, contra Danilo Medina y su grupo. Es que hoy, a 30 años de la
experiencia originaria que llevó el PLD al poder en 1996, entender loinevitable
de esta realidad, es el reto mas importante del equipo leonelista.
El riesgo de división es inminente.
Y eso pudiera ser quizás, la apuesta de Medina,que con el controlque posee de
las estructuras partidarias y de la maquinaria clientelar del gobierno,pretende
acorralar a unLeonel,que se vería compelido a proponerun “Pacto de Unidad
Nacional”que justifique la alianza con la oposición ylo mantenga en la carrera por
el retorno al poder.Esa es su única opción de
sobrevivir ante un intento reeleccionista.
De hecho,Fernández ya
tieneun frente que va desde la extrema derecha hasta buena parte de la
izquierda, pasando por las fuerzas conservadoras tradicionales. Su reto mayor
es “amarrar” con el poderoso PRM, para lo cual debe ofrecerlesuna “candidatura híbrida”
y la mitad del gobierno que surja de las urnas.Una oferta que muy difícilmente
puedan rechazar, si es que ellos están leyendo con frialdad y sentido, el
tablero político actual.
Si Danilo persiste en la
reelección,Leonel está en capacidad de aglutinar al PRM, al PRSC, alos aliados
pequeños y a un importante sector del PRD que está amotinado por lo bajo contra
el gobierno y que ya amenaza con romper el acuerdo de 2016 con el PLD.
Este escenario que confronta
el presidente Fernández, para nada aplica en el caso de Da Silva, porque el ex
presidente carioca es líder indiscutible de su partido (PT) y la candidatura
presidencial no se la objetanadie a lo interno.
Conciliar y unificar siempre
Lula es un pragmático capaz
de pactar hasta con el Diablo para gobernar, que conoce y se comunica muy bien
con los diferentes sectores, incluidos los mas hostiles;y ya lo demostró
pactando con la clase empresarial, al tiempo que reducía la pobreza extrema considerablemente.
Leonel es un tanto
diferente, pero ha dejado su impronta en eso de construir gobernabilidad. Sus
administraciones siempre cedieron ante las presiones sociales; recuerden lo de
“pagar para no matar”. Su equipo en NY sostiene que en un gobierno de Leonel,el
enfrentamiento con los médicos -solo para citar un caso reciente- nunca hubiera
alcanzado esos niveles de confrontación.
Si no se puede evitar, el
pleito hay que echarlo
Al igual que Lula, Leonel podría
-si es que lo presionan mucho con otra “quirinada”- establecer
responsabilidades, que las hay, las cuales caerían sobre su poderoso ex ministroque
hoy es presidente. Claro, esa sería una carta que muy difícilmente se juegue,
porque Leonel no es Lula y está visto que su preocupación mayor es la unidad de
su partido.
A Lula tratarán de meterlo a
la cárcel, porque esa es la decisión del poder del Norte, no de Brasil. Pero a
Leonel, solo se atreverían a desacreditarlo de nuevo, pues no está en la mira
del Departamento de Estado. Es que su cotización en el campo internacional es
cada vez mayor y sacrificarlo solo agravaría el
precario balance geopolítico en Latinoamérica.
La situación de Leonel Fernández,
ya Shakespeare la describió hace 400 años, por boca de Hamlet en su célebre
soliloquio. “To be ornotto be”.
¡Vivimos, seguiremos
disparando!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario