Por Miguel Ángel Cid Cid
El grito de los tabaqueros en 1844, se escuchó en
los predios de Sabana Iglesia: ¡A la
carga andulleros! ¡Carajo!, el entonces capitán Fernando Valerio trillaba el camino del heroísmo. La parsimonia se
adueñó de los tabaqueros después de la Batalla de Santiago y se prolongó hasta
nuestros días.
Pero al que duerme, en consecuencia, le llega su
despertar. Los tabaqueros no son la excepción.
Fernando Valerio, a la sazón capitán del ejército, comandaba “La carga de los andulleros”. Los
tabaqueros —avanzada de las tropas del
general José María Imbert
en Sabana Iglesia— emboscaron al ejército invasor.
La embestida de los tabaqueros, armados de fusil,
machete y palo, arrolló a los soldados haitianos comandados por el general Jean Louis Pierrot. El embate de
Fernando Valerio le allanó el camino de la victoria al general Imbert en la Batalla del 30 de marzo.
El despertar tabaquero
El sector tabacalero dominicano dejó de ser un
segundón. Ahora esta primero que Cuba, Nicaragua, etc. El país se ha convertido
en el número uno en producción y exportación de cigarros Premium.
La exportación de tabaco en sus diferentes
modalidades de industrialización supera los mil quinientos millones de dólares
al año. El Tabaco enrollado, por ejemplo, factura al país —solo en Estados
Unidos— más de 950 millones de dólares en exportación.
A lo anterior se suman casi 50 millones en Alemania,
más de 16 millones en Canadá, otros 16 millones en los Emiratos Árabes Unidos y
12 millones en Bélgica.
El tabaco que se exporta, igual el que se consume
aquí se produce en catorce de las treinta y dos provincias del país. La provincia de Santiago aporta más del 50%
de la producción. El otro porcentaje del tabaco se cultiva en las 13 provincias
restantes. La primacía de Santiago se debe a las condiciones naturales del
suelo y el clima de la zona.
La situación descrita le genera al país una troja
próxima a los veinte mil empleos, y creciendo.
Ganaste
Gran Alianza Nacional del Sector Tabaquero y
Exportador (Ganaste). Ganaste es una asociación que surge para contribuir
—junto al Presidente Luis Abinader Corona— al impulso del sector tabacalero
dominicano.
Francisco Matos, exdiputado, dice que los tabaqueros
se erigen como la quinta columna que garantiza la continuidad de Luis Abinader
al frente del gobierno después de mayo 19. Porque el mandatario le devolvió la
vida al sector.
En Ganaste convergen los integrantes de toda la
cadena productiva del tabaco. Entre ellos: mil quinientos cosecheros,
empresarios manufactureros, un centenar de ingenieros agrónomos, fabricantes de
cajas y anillos, dueños de tiendas, Cigar Lounge y consumidores finales.
Matos explica que Ganaste no es un movimiento que
lucha por la simple reelección presidencial en esta coyuntura. Porque los
tabaqueros “no somos causa, sino
consecuencia” de lo que este gobierno ha hecho por el tabaco.
Por lo anterior, estamos unidos para garantizar que
el tabaco siga cobrando su valor histórico. Y quien más que el Presidente
Abinader, el Presidente del tabaco.
El mandatario Luis Abinader despertó el sector
tabaquero luego de más de cien años de silencio político. Por eso, los
tabaqueros volvieron a la carga, esta vez, infiltrando la economía nacional a
ritmo de humo, aroma y sabor.
Pero no fue en Sabana Iglesia, sino en el territorio
nacional en su conjunto. No fue armado de machete, palo y fusil, sino de
cigarro en mano. No fue el héroe Fernando Valerio, sino Francisco Matos Mancebo
el que arengó a los tabaqueros.
En fin, la batalla de los tabaqueros de hoy se libra
por un nicho preponderante en el mercado internacional. Se libra, no frente al
general Pierrot, sino frente a
China, Brasil, Cuba, Nicaragua, etc.
Por tanto, en medio de las elecciones presidenciales
de mayo 19 los tabaqueros son arengados por Francisco Matos bajo el grito:
— ¡A fumar
se ha dicho! Ganaste.
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