Palabras de la presidenta ejecutiva del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani) en la misa ofrecida en la Catedral Primada de América por la conmemoración de los 47 años de la entidad.
Muy emotivas, o sea, la emoción brota a
flor de piel en estos 47 años de vida institucional del Consejo Nacional para
la Niñez y la Adolescencia con ANI. Un saludo a nuestra queridísima primera
dama y presidenta honorífica del Gabinete de la Niñez y la Adolescencia, doña
Raquel Arbaje. A nuestra queridísima embajadora en los Estados Unidos, Sonia
Guzmán, hija además de nuestra fundadora inolvidable, doña Renée Klang de
Guzmán, para la que pido de verdad un fuerte aplauso.
A su hija Carolina, que la acompaña aquí,
nieta de doña Renée. A Benny Metz, director de CONADIS, del Consejo Nacional de
la Discapacidad, que está aquí presente. A nuestra directora ejecutiva,
Alexandra Santelíses.
A todos y cada uno de los miembros del
Directorio Nacional de CONANI, que nos acompañan en este momento tan
importante. A los representantes del Gabinete de la Niñez, que están aquí
también acompañándonos. A los directores, directoras, encargados y encargadas
colaboradores del CONANI, así como a los representantes de las instituciones
gubernamentales, que también hacen acto de presencia, la cual agradecemos
profundamente.
A todos los invitados e invitadas
especiales, a la prensa, a todos, buenos días de nuevo. Yo, no sé si saben que
yo soy maestra de profesión y por vocación; así me defino en mi perfil. Y
ustedes saben que los maestros y maestras solemos hablar mucho.
Entonces, por respeto al tiempo de todos y
sobre todo en esta Casa Sagrada del Señor, yo voy a leer. Pero antes tengo que
saludar al anfitrión de esta Iglesia, a nuestro querido arzobispo coadjutor, el
monseñor Carlos Tomás Morel Diplán. Que nos acoge en esta Casa y que nos
sentimos, Monseñor Morel Diplán.
Sea en realidad esas palabras que usted pronunció,
de verdad. Que yo sé que a todos, como a mí, nos llegaron al fondo del alma.
Pero antes también yo quiero resaltar una
figura que no está aquí en este momento con nosotros por razones ajenas a su
voluntad. Pero que ha sido una pieza clave en la construcción y en la evolución
de este Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia. Déjenme decirle que
Conani ha tenido dos grandes momentos.
Cuando fue fundado por doña Renée Klang de
Guzmán y luego cuando fue instituido como órgano rector del Sistema Nacional de
Protección en la Ley 136-03. Y en ese momento la figura estelar que logró
impulsar esa ley y que se fajó de sol a sol para que esa ley pudiera ser
aprobada, doña Chabela Mejía de Grullón. Hoy agradecemos fervientemente primero
al Todopoderoso.
Al Todopoderoso y renovamos nuestro
compromiso institucional, celebrando con orgullo un Conani que acompaña, que
protege y que transforma vidas. Cada vida que logramos tocar es una vida que
logramos transformar para bien. Y eso es lo que nos hace sentir este trabajo
todavía más importante y hacernos sentir más orgullosos y más satisfechos.
No solo a mí, que ocupo este cargo ahora,
sino a todos y cada uno de los colaboradores de Conani, desde el más humilde,
desde el cargo más humilde, hasta el de mayor jerarquía, que han puesto su
granito de arena para que esta institución haya evolucionado como lo ha hecho y
para que se mantenga a lo largo de estos 47 años. Y que estoy segura de que va
a seguir manteniéndose por muchos 47 años más. Quiero resaltar aquí algunos
números importantes; son muchos más, pero yo quiero destacar algunos de ellos.
Por ejemplo, en el Conani trabajamos
arduamente garantizando la protección de miles de niños, niñas y adolescentes
en situación de vulnerabilidad a través de nuestras oficinas regionales y
municipales. En este, al tercer trimestre del año 2025, acogimos 340 casos en
los programas de atención residencial implementados a través de nuestros
hogares de paso y las asociaciones sin fines de lucro. Y concretamos 87
expedientes de adopciones y 30 de cumplimiento familiar, garantizando el
derecho de los niños de vivir en familia.
Con respecto a las adopciones, yo quisiera
aclarar que la adopción es la última medida que se debe tomar cuando a un niño
se le vulneran sus derechos. Es la última medida, tratando de no romper el
vínculo familiar para no convertirnos nosotros mismos, entonces, en
vulneradores de ese derecho de vivir en familia. Entonces, el hecho de que tengamos
esa cantidad de adopciones no lo podemos ver como un éxito rotundo del sistema,
pero sí quiere decir que estamos buscando las alternativas; si la familia
biológica, si la familia extendida falla, si no hay condiciones para que un
niño, una niña o un adolescente esté en una familia, entonces nosotros le
buscamos otra familia y lo colocamos ahí, no sin antes luchar por crear las
condiciones para que ese niño pueda volver a su familia nuclear.
Además, abordamos 239 casos de niños,
niñas y adolescentes en situación de calle, con un programa que aborda el tema
de manera integral. No es simplemente tomar los niños que están en la calle y
llevarlos para su casa o llevarlos para un centro de economía, no. Es abordar a
su familia, por qué ese niño está en la calle, por qué él está en la escuela,
qué condiciones evaluamos en esa familia.
Cuando nosotros abordamos a esos niños en
situación de calle, nosotros abordamos también a su familia, le hacemos trabajo
social, la evaluamos, buscamos, porque esto es en articulación y en
colaboración con otras instituciones que son parte del sistema y que deben
responder a esa familia para que pueda tener las condiciones de que ese niño
esté en una familia. Que esa niña no esté en la calle, sino que esté en la
escuela y luego de la escuela que esté en su casa. Además, en este 47
aniversario, queremos destacar que, gracias al trabajo articulado con el
Gabinete de la Niñez y la Adolescencia, que, como ya sabemos, doña Raquel
lidera este gabinete, no lo dirige, lo lidera.
Gracias por su liderazgo, porque realmente
su liderazgo es lo que ha hecho posible esto y hemos logrado reforzar acciones
para prevenir el embarazo de un adolescente y las uniones tempranas, que, como
ya ustedes saben, ha venido mostrando una baja sostenida; queremos que sea
menos todavía y hacia allá vamos. Además, hemos logrado acompañar el registro
de 21,830 nacimientos dentro del plazo legal, que ustedes saben que ese es un
problema serio en nuestro país que estamos enfrentando. Que los niños, al
nacer, los padres se descuidan o no tienen a un solo padre; en fin, que no los
registran a tiempo en el registro de nacimiento y, si es extranjero, en el
libro de extranjería; todos los niños y las niñas tienen derecho a una
identidad.
Y hemos civilizado alrededor de 79,000
familias de esos niños que nacen y que no se registran oportunamente, para que
entiendan que ese es un derecho, uno de los primeros derechos que les va a
garantizar los derechos subsiguientes; es el derecho a una identidad. Hoy, al
mirar nuestra historia, podemos decir que el CONANI late con la esperanza de
miles de niños, niñas y adolescentes y que el compromiso sigue firme y que,
como decía el padre y muchas veces decía nuestro monseñor y muchas veces lo ha
dicho la primera dama, los niños no son el futuro, son el presente. Pero
estamos trabajando con los presentes, construyendo un futuro mejor a ellos y a
los que vienen detrás de ellos.
Que Dios siga acompañando y guiando
nuestra misión; es lo que rogamos y le pedimos a nuestra querida Iglesia que
también ore por nosotros mucho, por esos niños y por todos estos colaboradores
que dan su vida día a día para tocar una vida y transformarla. Cuidar de
nuestros niños es un deber del Estado, pero es también una responsabilidad
social de toda la sociedad. El Estado no puede solo; ningún gobierno, ningún
Estado puede garantizar por sí solo que los derechos de la niñez y la
adolescencia sean respetados, sean garantizados.
Es como el concurso de la familia; como
sociedad hemos cambiado muchísimo, pero tenemos que volver a nuestras raíces,
tenemos que volver al entorno familiar, tenemos que fortalecer y seguir
fortaleciendo con los programas a la familia, que es el primer núcleo de la
sociedad. Para ti es la base para tener niños, niñas y adolescentes con
oportunidades de desarrollo y con un futuro de garantía de derechos, de
oportunidades y que puedan ser ciudadanos y ciudadanas de bien, como aspira
toda la sociedad. Solamente aquí les he dado algunas de las cifras, de los
números que nosotros tenemos y que hemos ido logrando gracias al trabajo, no
solamente de los colaboradores de CONANI y de CONANI en sí, sino de todas las
instituciones que conforman el Sistema Nacional de Protección y que están representadas
en nuestro magnífico directorio nacional, que es la máxima autoridad del CONANI
realmente y que siempre están presentes y que estamos en estos días muy activos
con reuniones; ya tuvimos una el día 4, ya tenemos otra el día 28 y tenemos
otra el día 5 y así porque realmente lo ameritan nuestros niños, niñas y
adolescentes.
Que Dios nos siga bendiciendo. Muchísimas
bendiciones a todos ustedes. Que viva la República Dominicana.



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