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martes, 11 de octubre de 2016

El fraude electoral y la Ley de Partidos


SANTO DOMINGO, R. D.- El Director Ejecutivo de Fundapyme y ex delegado político ante la JCE, Lic. Jaime Fernández Lazala, afirma  que desde el año 1962 los partidos políticos que han ascendido al poder, léase PRSC, PRD, Y PLD en sus ejercicios de gobierno han contribuidos a incrementar, la compra del voto, la duplicidad de votación,  y la anulación del voto domiciliario que conlleva el traslado de votantes, lo que refleja que la dirigencia política  ha sido mezquina e incapaz, porque se ha regido por  las mismas estructuras dictatoriales de conculcar los derechos  del dictador Trujillo Molina, coincidiendo con él, para  mantener sometido  al País a  un mayúsculo descrédito internacional.

“En verdad,  ni los jueces del Tribunal Superior Electoral ni los miembros titulares de la Junta Central Electoral (JCE) son culpables únicamente del deterioro moral en materia de corrupción   electoral que embarga la República Dominicana,  por cuanto el gran fardo del deterioro debe acreditársele a los dirigentes políticos  de los partidos mayoritarios que no han hecho las transformaciones que requiere el sistema democrático  moderno. 

Coincido con el pensamiento de Euclides Gutiérrez Féliz, funcionario y dirigente del PLD, que se pronunció en el sentido de que la iniciativa del Proyecto de la Ley de Partidos  es un disparate por cuanto se traduce en un enunciado de conceptos jurídicos que "no se basta a sí mismo y no es claro ni preciso, además de que acusa carencia de elementos esenciales en su estructura, que lo convierten, en caso de que se apruebe, en una ley muerta y con muy poca incidencia jurídica. 

El  proyecto de ley que cursa en el Senado,  "carece de procedimientos en su ejecución y se deja a la interpretación o a la reglamentación  caprichosa de la Junta Central Electoral,  además no se prevé la competencia de los tribunales, en la violación de los fraudes, delitos electorales  y violaciones en las que incurran  las altas dirigencias de los partidos.

En  el proyecto de Ley de Partidos "no se determina  la calidad para demandar y el régimen de prescripción de la acción se queda en el limbo jurídico, el de sanciones es nulo y las pocas que existen son muy ambigua y benignas”. La pieza tiene "muchas deficiencias en la formación de los partidos y agrupaciones políticas, normas y estatutos así como derechos y deberes de los miembros; educación política, y campañas, patrimonio y financiamiento de los partidos, entre otros aspectos".


Fernández Lazala confiesa que para las próximas elecciones  de no corregirse  el sistema electoral vigente, “tendremos un país envuelto en una gran crisis que habrá de llevarse los actuales dirigentes políticos que no  han trabajado en beneficio de darle al país una salida democrática conforme a las exigencias del pueblo dominicano. 

Por ejemplo, como acudir a un proceso electoral que permite pactos de alianzas, altamente viciados y en contra  del régimen parlamentario interno de los Partidos. Al final, la Junta Central Electoral aprueba  todos los pactos, y la presentación de candidatos, bajo el argumento del tiempo y bajo la presión de las autoridades que presentan documentos reprobables y que evidencian vicios que generan  delitos e infracciones electorales, sin que la JCE  pueda tener independencia de criterio, por estar constituida por militantes políticos del gobierno de turno.   La Junta entre la espada y la pared, en definitiva, justifica todas las irregularidades del proceso. 

Un  proceso viciado de arriba abajo, matizado por la compra del voto, una campaña alienante, una boleta electoral mal diseñada y confusa, con unos recuadros que incitan a la nulidad y la observación  del voto  y con un alto costo de abstención e incredulidad alarmante, que merma el sistema político dominicano.


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