Un “Chin” de
poder los obnubiló
Por Miguel
Ángel Cid Cid
Sin dudas, la
ética es una característica obligatoria en el ejercicio de árbitro, de
juez, de un magistrado, un consejero, como se le quiera llamar. La moral
practicada con un sentido de la realidad, mantiene la luz sobre el sendero, y
con ello el juez puede ver en perspectiva sus decisiones. En la mayoría de
países, cuando un magistrado es cuestionado con insistencia, no hay que pedirle
su renuncia, el juez asume su responsabilidad voluntariamente.
Todo lo contrario acontece en República Dominicana,
cuanto más se cuestiona a un alto funcionario, más insiste este en perpetuarse
en el cargo. Los miembros de la Junta Central Electoral de aquí no escapan a eseescenario.
Hace días que el Senado de la República está
haciendo el escarceo para seleccionar los “nuevos” integrantes del órgano
rector de las elecciones. Los actuales miembros de la JCE, excepto uno, pujan
por cerrarle el paso a sangre nueva, quieren seguir sirviéndose con la cuchara
grande.
El Dr. Roberto Rosario Márquez, presidente de la JCE,
utilizó a un pastor impostor para que lo propusiera como candidato a repetir en
la junta. Lo extraño del caso, es que el “siervo de Dios” que se prestó a la
falsa, resulto ser empleado de Rosario Márquez. Parece que al Dr. Roberto
Rosario, desde que las visas se cruzaron en sus sueños, “le cayó gas del morao”.
Ahora está “bravito” con el Presidente Danilo Medina, porque este no lo apoyo
con lo del retiro de las visas por parte de la embajada. La decepción con el
mandatario parece una estratagemade presión sobre el gobernante, con el
propósito de obligar al Presidente Medina a respaldar sus aspiraciones.
Otro Magistrado que luce apresurado en los afanes
continuistas es el Dr. José Ángel Aquino. En una actividad reciente el Dr.
Aquino, instó a la comisión del senado que evalúa los candidatos a integrar la
JCE, a tomar en cuenta la experiencia de los actuales miembros.
“Hay que tomar en cuenta la experiencia acumulada, en
materia de organización y dirección de elecciones de los integrantes de la
Junta Central”, sentencio el magistrado
Aquino.
La luz que alumbraba el camino del Dr. José Ángel Aquino, vino un brisote, ¡fuá!,
y la apagó. A falta de fósforos, el juez perdió de vista el sendero.
Los miembros del organismo electoral cifran sus
esperanzas en el Dr. Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado. Desde hace
más de un año, el Dr. Pared Pérez, quien es además, secretario general del PLD,
les aseguro a los letrados que serían confirmados en sus puestos.
El apóstol de la independencia de Cuba afirmo, “Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que
tienen en sí el decoro de muchos hombres.” (José Martí, Tres héroes). El Dr.Eddy
Olivares, miembro de la JCE, es el único de los magistrados que se niega a ser
confirmado en su cargo. Con los errores cometidos en la organización de las
elecciones del pasado 15 de mayo, solo queda renunciar a nuestras posiciones y
dar paso a sangre nueva. Cree el magistrado Olivares.
Pongamos, pues, la posición del Dr. Eddy Olivares en
una bandeja de la balanza, y en la otra bandeja coloquemos la posición del
resto de los magistrados. ¿Cuál sería, según usted, el resultado?
Desde mi punto de vista, el resultado es uno de dos:
primero, los altos funcionarios electorales no han hecho conciencia del
resultado desastroso de las elecciones del pasado mayo. Segundo, el Dr. Roberto
Rosario, y sus demás colegas, creen que los dominicanos no le paran a eso,
basta con que el Presidente Medina ordene y mande.
Yo, me resisto a creer que el Dr. José Ángel Aquino,
un joven brillante, sustente posiciones de este tipo. ¿O será que el magistrado
ya se obnubilo con un “chin” de poder?
Miguel Ángel Cid
cidbelie29@gmail.com
Twitter: @miguelcid1
https://www.facebook.com/Miguelangelcid.cid
7octubre 2016
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