Por Miguel Ángel Cid Cid
Los líderes
políticos del mundo son tan insensibles al calentamiento global que, a pesar de
las alarmas de la comunidad científica, ni se inmutan.Viven ensimismados,
escuchándose ellos mismos, maravillados de su increíble sapiencia para manipular,
para engañar. Mientras, playas, balnearios y arroyos se ahogan con los residuos
de plásticos vertidos por ellos y sus acólitos.
A ellos, a esos políticos
indiferentes, les importa un bledo la desaparición de las especies marinas
endémicas y otras menos nativas pero igual de importantes.Entre las especies
casi desaparecidas están el Manatí Antillano, las diversas variedades de
tortugas y otras especies de peces, sin contar las aves y los arboles
endémicos.
Para confirmar
lo anterior, Marisa Davila, una amiga española, me etiquetó una fotografía en
Facebook al inicio de la semana que hoy termina. La imagen es una escultura
fantástica, titulada: "Políticos
discutiendo sobre el cambio climático" en Berlín, de Isaac Cordall. El
grupo de políticos debate el tema sin percatarse de lo excesivo del calor,
tanto que se estánderritiendo.
Por ello lo
oportuno del Festival Quelonios, una apuesta a sumar esfuerzos para proteger
los recursos naturales entre todos y con ello garantizar un mejor
ambiente. En la ocasión, Quelonios “centrará su atención en la lucha contra los
residuos en la Bahía de Samaná”. Para más señas, “El Festival se llevará a cabo del 1 al 2 de febrero del 2020, en El
Valle, Samaná”.
“Las tortugas o quelonios (Testudines) son
ovíparos y no exhiben cuidado parental. El sexo de los individuos de la
progenie está determinado, en la mayoría de los casos, por la temperatura a la
que están expuestos los huevos – altas temperaturas de incubación producen el
sexo de mayor tamaño”, Escuelapedia.com.
Yonattan Mercado,
narra las peripecias que él padece juntoal colectivo “Una Vaina Verde y el Festival Quelonios” tratando de localizar los
nidos de los huevos de las tortugas. Luego de identificado un nido los técnicosproceden
a su traslado y protección.
“Uno de los grandes problemas de nuestro país
es que vivimos de espalda al mar a pesar de ser una isla”, afirma con pesar
activista ambiental Yonattan. Parece que en verdad, la
República Dominicana fue concebida en un acto donde la cópula de los dioses se
realizó de espalda uno de la otra. El resultado de la fantasía sexual fue el de
una isla donde a todo lo que contribuye a la vida sana se le da la espalda.
Santiago de los
Caballeros, por ejemplo, vive de espalda al Rio Yaque del Norte, a pesar de que
la Hidalga se autoproclama dueña y señora del Yaque dormilón. Parece que
estamos predestinados a vivir de espalda. De espalda al gobierno y, sobre todo,
el gobierno de espalda al pueblo. De espalda al Ayuntamiento, de espalda a la
cultura, de espalda a la familia, de espalda a los hijos, etc.
¿Cuándo los
dominicanos decidirán darle el frente a los valores que dan sustento a la vida,
a la familia, la cultura y a los recursos naturales que nos hacen diferentes?
Creo que se puede comenzar a vivir de frente participando en la cuarta versión
del Festival Quelonios.
“El Festival parte de un modelo de
autogestión e implementación de medidas coherentes a los fines que persigue,
como es el uso de autobuses para transportar al público, personal y equipos,
medida con la cual se reducen las emisiones de CO2. También, serán ofrecidas
capacitaciones sobre los baños secos, una modalidad que prescinde del empleo de
agua al momento de usar el inodoro o sanitario”, explican los organizadores.
Quelonios se
propone construir sinergia entre el arte, la música de calidad y el
medioambiente. De modo que febrero del 2020 será algo más que elecciones y vocinglería
politiquera.
Nota: si deseas
más información sobre el festival Quelonios visite www.quelonios.com.do
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