Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El ex marino de
la armada de los Estados Unidos Richard Rojas,
que el jueves atropelló a 22 transeúntes en Times Square, dejando una
turista muerta y otros siete graves, dijo el sábado en una entrevista con el NY
Post, que sabía que estaba perdiendo “la chaveta” (cabeza), y buscó ayuda en un
centro de salud para veteranos en El Bronx, pero le dijeron que lo llamarían el
lunes de la semana y todavía está esperando esa llamada.
Dijo que comenzó a oír
voces.
“Ese lunes nunca llegó”,
dijo al reportero del tabloide que lo entrevistó en la cárcel de Rikers Island,
asegurando también que no estaba seguro de si era él quien manejaba a 99mph,
aunque dijo que reconoció su carro.
“¿Ese era yo, soy yo?”,
preguntaba una y otra vez durante la entrevista. “No lo puedo creer, tengo 26
años”, añadió.
“Yo estaba tratando de
obtener ayuda, quería arreglar mi vida, conseguir un trabajo y una novia”,
señaló Rojas al tabloide local.
Insistió que recientemente
habló con un consejero de salud mental en un centro para veteranos.
“Dijo que me llamaría el lunes,
pero el lunes no ha llegado todavía”, recalcó Rojas. Relató que el jueves
amaneció para él como un día “normal”. Se levantó, se comió un sándwich que su
madre le preparó y le dijo a ella que iba a dar una vuelta.
Se montó en su Honda Accord,
se dirigió por el Sur a lo largo de la Séptima Avenida, y antes de mediodía, hizo un giro repentino en U y en vía contraria en la calle 42 Oeste, acelerando hacia el Norte
en la dirección equivocada, conduciendo a lo largo de tres largas cuadras de
aceras peatonales obstruidas, chocando contra todo lo que se interponía en su
camino.
El vehículo golpeó un poste
y cayó volteado de lado. Rojas, quien supuestamente fumando marihuana sintética
K-2 mezclada con pastillas PCP, de las
recetadas a depresivos, salió del vehículo como enloquecido.
Con los brazos extendidos, como
muestra las imágenes, entre el coche destrozado y la multitud aterrorizada, se
plantó en medio de la avenida vociferando y amenazando, antes de ser
interceptado y detenido por un guardia de seguridad del restaurante Hollywood
Planet y otro civil, que lo sujetaron
hasta que llegó la policía.
En su primera mañana en la
cárcel, dijo que no podía recordar nada sobre el horror que cometió.
Está en una celda de vigilancia de suicidio, y se enfrenta a un
cargo de asesinato en segundo grado por la muerte de la turista de Michigan
Alyssa Elsman de 18 años de edad, de Michigan, y otras 20 acusaciones por intentos de asesinatos por
los heridos.
“Sólo quiero disculparme con
todas las familias de las víctimas. Quiero pedir disculpas a mi mamá”, dijo
Rojas, asegurando que ahora está “sorprendido, confundido y con hambre”.
Supuestamente el veterano de
guerra había gritado a la policía que “se suponía que me despaparían, quería
matarlos a todos”. Confesó a la policía que había fumado marihuana con PCP.
“Creo que mezclé la hierba
con algo”, dijo Rojas, quien afirma no recordar ninguna de las declaraciones
que hizo después de ser arrestado.
“La última cosa que recuerdo
es que estaba conduciendo mi carro”,
recordó y me desperté en el precinto, estaba aterrado", dijo.
Rojas parecía sorprendido
por las heridas leves en su cuerpo.
Tenía círculos oscuros bajo
los ojos marrones, y tres pequeños cortes en la cara, y repetía: “no puedo
creerlo”.
Se levantó sus pantalones y
mangas para revelar las pequeñas heridas que presuntamente no recuerda haber
recibido.
“Están por todos lados”, dijo
como asombrado.
Narró que antes de salir
manejando que tomó un bocado para comer con su madre en su casa del vecindario Highbridge
en El Bronx el jueves por la mañana, cuando decidió ir a dar una vuelta.
“Fue una mañana normal. Tenía
un sándwich. ... quería aclarar mi cabeza “, dijo Rojas. “Le dije a mi mamá, le
dije que estaba dando vueltas”.
Dijo que quiere ver los
vídeos de la destrucción.
“Yo sé que fue mi carro.
Pero quiero verificar con cuidado que esa persona soy yo”, dijo.
Cuando se le preguntó lo que
recordaba del caos, se limitó a decir que no tiene recuerdos en su mente.
Se negó a hablar más sin
consultar a un abogado.
Pero sus ojos se llenaron de
lágrimas y su voz se quebró cuando se le preguntó acerca de la mujer que mató.
Se sentó en silencio.
Con el tiempo, sollozó, se
encorvó hacia abajo en el stand del visitante, temblando.
“No puedo creerlo. Tengo 26
años."
PIE DE FOTO
NUEVA YORK._ Richard Rojas,
el ex marino de origen dominicano buscó ayuda para sus problemas mentales, pero
dice que no la consiguió antes de atropellar a 22 y matar una turista en Times
Square el jueves. (Fotos R. Umar Abbasi / NY Post, fuente externa y facebook)
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