Por JUAN T H
El año próximo
llegará con grandes tareas políticas inconclusas que tendrán que terminar los
partidos y movimientos que se consideran de oposición para derrotar al Partido
de la Liberación Dominicana, no importa cuál sea su candidato a la presidencia
de la República.
Lo digo con
tristeza. Si me preguntaran cuales son los partidos que trabajan para sacar
seriamente al PLD del poder, no sabría responder con certeza. Tengo muchas
dudas al respecto, salvo en el caso del PRM y algunos minoritarios de
izquierda.
El PRD, en manos
de Miguel Vargas, me temo que seguirá amarrado al gobierno, sobre todo al
presidente Danilo Medina. A menos, claro está, que pierda la convención, cosa
que dudo, y la gane Guido Gómez Mazara si logra una corriente mayoritaria que
lo aplaste, dado el hecho de que, según las encuestas, es uno de los políticos
con mayor tasa de rechazo del país.
Si eso
sucediera, será posible incluso, una “reunificación de la familia perredeísta”
sin que ello signifique una unidad orgánica con el PRM que ya es una marca
electoral. (El PRM y el PRD juntos tendrían de inicio alrededor de un 40% -
algo más tal vez- del electorado)
El Partido
Reformista, que es la otra fuerza política tradicional de importancia, no
parece tener un rumbo claro. Convertirlo en un “partido de cuadros”, no de
masas, considero una estrategia equivocada o “extraña”. Quique Antún y quienes
lo acompañan tienen intereses muy particulares que aún no han sido expuestos
con claridad. Si es un partido de oposición, francamente no lo sé. No actúa
como tal.
Los demás
partidos que han anunciado tempranamente un bloque, no creo que lleguen muy
lejos. Seguir diciendo que yo soy el único bueno y que los demás no sirven, que
no tienen calidad moral, etc., es hacerle un flaco servicio el proceso de
cambio y transformación que demanda la sociedad dominicana.
Este 2019 será
un año definitorio. El proceso de unidad amplia y sincera de todas las fuerzas
opositoras, grandes y pequeñas, tiene que concretarse. Las diferencias no
pueden ser excusas para no unirse. Trabajar por la unidad es tarea fundamental.
Lograrla es prioridad.
Unidad
programática para un gobierno de transición democrático que pueda crear las bases
para un salto cualitativo y cuantitativo donde el Estado adquiera un carácter
institucional inquebrantable, con respeto a la nueva Constitución que habrá que
elaborarse mediante una constituyente. Este modelo corrupto impuesto por el PLD
que no respeta la Constitución ni las leyes, tiene que desaparecer.
Este 2019, “año
pre electoral”, tiene que sentar las bases para sacar al PLD del gobierno.
Esa es la tarea
más importante, la número uno. Y para lograrlo es imprescindible la unidad.
Solo formando un frente amplio, sin excusas baladíes, sin prejuicios, puede
enfrentar y derrotar al PLD. Los intereses personales, grupales, incluso
partidarios, tienen que echarse a un lado. El país está en un abismo. La crisis
económica que se avecina como una tormenta implacable nos afectará a todos
dramáticamente. El PLD dejará un país prácticamente en ruinas fruto del
irresponsable endeudamiento por el cual ya estamos pagando el 54% del PIB.
Nadie puede
decir que no se une con éste o con aquél en momentos en que la nación está en
peligro de muerte. La política se nutre de realidades, no de sueños o
ilusiones. La historia así lo dice. Un axioma dice que “el todo es más
importante que cualquiera de sus partes”. Los líderes y dirigentes políticos opositores no lo pueden olvidar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario