Por Miguel Ángel Cid Cid
Si te asomas al
lugar, sabrás que es imposible encontrar otro sitio donde el visitante pueda
tener una visual más acabada del deleite espiritual.
En esencia,
Visual Café se erige en una mirada panorámica a las artes plásticas y a la vida
misma. Una mirada, bajo los influjos de los efectos alucinógenos de una
conversación de calidad y una cerveza vestida de novia.
¡Tengo que
confesarlo! Cuando salí del hotel Navarro hacia Visual Café, creí que
encontraría un bar con algunos cuadros colgados en unos muros “recién envejecidos”. Cuando llegué al
sitio, sucedió todo lo contrario.
Al conseguir la
dirección indicada, calle El Conde próximo a la Isabel la Católica, leí los
carteles comerciales del entorno y ninguno decía “Visual Café”. –Ahora estoy
confundido / entre luces perdido--, si, así estaba yo, como Fernando
Villalona “el Mayimbe” perdido entre
luces y adoquines.
Resolví la duda,
preguntando a los transeúntes. –Ahí, al
lado--, indicó uno. Al divisar la solemnidad del lugar, me resistí a entrar
y seguí preguntando. Dos personas más mostraron el mismo sitio, --entre y pase hasta el fondo, siga para atrás--,
insistió el último al que pregunté.
De modo, que me
decidía entrar a la sala delantera del edificio. Sin dudas, una galería de arte
de primerísimo nivel. Lo digo, no porque esté en el primer nivel del inmueble. Avancé
sin dilación a la terraza interior. La terraza, da continuidad a la galería
frontal, que aunque con un giro alternativo conserva la calidad del espacio.
Todavía estaba
dudoso, así que seguí como el “Escaramujo”,
preguntando. ¿Aquí es Visual Café, el bar de Lili Ayala? –Usted está en él--, respondieron al unísono tres contertulios, al
tiempo que Lili asomó la cabeza y me invitó a pasar.
De inmediato,
Lili me presentó los tres contertulios, no “los
tres que echaron a Pedro en el pozo”. --Él,
es Miguel Ángel Cid, periodista--, dijo Lili al presentarme.--David Pérez--,
respondió el primero de los tres. --Pascual
Santos, a sus órdenes--, dijo el segundo. –Juan Freddy Armando--, expresó a secas el tercero.
Pasado el aparente
protocolo, ocupé una mesita y pedí una cerveza. Antes de concluir la primera
degustación, Juan Freddy entabló conversación amena conmigo y me invitó a
acompañarlos en su mesa. Freddy, es el director del “Centro Cultural del BanReservas” y aunque fue lacónico al
presentarse, resultó ser el más conversador entre los tres.
En cambio,
Pascual es contador de anécdotas de vida que lo definen como un ingeniero
especialista en planificación energética. Lo de David es diferente, es poeta y
por tanto, es parco y observador acucioso. Al final, David resultó ser el hermano
de mi amigo César Pérez.
En la parte
delantera de Visual Café, en la Galería del Colegio Dominicano de Artistas Visuales,
está la muestra permanente del gremio. Además, visitamos dos exposiciones más en
la cercanía, entre ellas Exodus, del artista visual Juan King, en el Centro
Dominico Alemán. Luego, regresamos al bar.
Instalado de
nuevo en Visual Café, llegó con su esposa el arquitecto Ricardo Sánchez
Columna. Sin presentaciones protocolares, Ricardo y yo nos arrojamos el uno al
otro, en una conversación sin límites temáticos y mucho menos de tiempo.
El tiempo, pasó
como el humo de un cigarro esparcido por la brisa del mar Caribe. Sin darnos
cuenta, llegó la hora de cerrar el bar. En ese momento, añoré el estribillo de Joaquín
Sabina repetido una y otra vez –que no me
cierren el bar de la esquina--. Aunque era necesario, nadie quería
marcharse.
Degusté cuatro
cervezas, entre conversaciones y visitas a otras salas de arte. Para pedir la
cuenta exclame–Lili, la peligrosa-- en vez de decir la cuenta –son 500 pesos--, dijo Lili. El monto me sorprendió
de nuevo.
La propia Lili
establece, que --En el lugar se conjugan
muchas cosas--, y así es. El Colegio
Dominicano de Artistas Visuales, señorea el entorno. Visual Café, lo engalana
con el colorido alternativo y caribeño. Mientras, la biblioteca ubicada en el
segundo nivel, mirando hacia la terraza y el bar, le imprime un aire
intelectual al ambiente.
Venga a Visual
Café para que tengas la oportunidad de sentir las alucinaciones visuales de
esta conjugación mágica de espacios.
Miguel Ángel Cid
Twitter: @miguelcid1
9diciembre 2018
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