WASHINGTON, D.C. – Hoy, el congresista Adriano Espaillat
(NY-13) y el congresista Dwight Evans (PA-3) reintrodujeron la
Ley de No Financiación para Símbolos
Confederados (No
Funding for Confederate Symbols Act), legislación que prohibiría el uso de fondos federales para crear,
mantener o exhibir, según corresponda, cualquier símbolo confederado en
terrenos públicos federales, incluyendo cualquier carretera, parque, metro,
edificio federal, base militar, calle u otra propiedad federal.
"La bandera de batalla confederada sigue siendo uno de los símbolos
más insociables del capítulo más oscuro de la historia de Estados Unidos que
representa el racismo, la esclavitud y la opresión de los afroamericanos. En
los dos años transcurridos desde la violencia y la muerte que ocurrieron en
Charlottesville, Virginia, debemos recordar que en nuestra historia reciente
fuimos testigos de hombres y mujeres que llevaron capuchas blancas y antorchas
en plena luz del día para venerar un símbolo de la Confederación. Desde ese día
de violencia y muerte, nuestra nación ha continuado presenciando tragedias tras
tragedias inspiradas por ideologías de supremacía blanca y esfuerzos para
conmemorar la guía nacionalista blanca. Estos sentimientos se manifiestan en
símbolos confederados que permanecen presentes hasta el día de hoy y su
presencia continua solo inflamará aún más a nuestro país como inspiración para
aquellos que buscan usar su ejemplo para avivar la división y el miedo”, dijo
el congresista Espaillat.
"Después de los asesinatos racistas a sangre fría en una iglesia de
Charleston y en una manifestación en Charlottesville, no hay duda de que en
2019, la bandera confederada está fuertemente asociada con el odio y la
violencia avivados por racistas y supremacistas blancos. Es un insulto para los
afroamericanos, y para todos los estadounidenses, que nuestros dólares de
impuestos se usen para crear, mantener o exhibir símbolos confederados en
propiedades federales. Han pasado más de 150 años desde el final de la Guerra
Civil: estos símbolos pertenecen a museos, no a lugares de honor en propiedades
federales", dijo el congresista Evans.
“El símbolo confederado es una mancha de odio, de supremacía blanca y
división que no debe celebrarse en la historia de Estados Unidos, sino
condenarse en cada oportunidad. En lugar de aferrarnos a nuestro pasado oscuro,
nosotros como país debemos centrarnos en los temas que promueven un futuro
inclusivo: proteger el derecho al voto, apoyar el cuidado de salud, promover la
equidad económica y enfrentar la brutalidad policial. En el segundo aniversario
del ataque a Charlottesville, la Red de Acción Nacional (National Action
Network) se complace en apoyar la Ley de No Financiación para Símbolos
Confederados como un faro de progreso contra el odio y la
intolerancia", dijo el reverendo Al Sharpton, presidente y fundador
de la National Action Network.
"En la última edición de “Whose Heritage? Un informe sobre los símbolos públicos de
la Confederación", el Southern Poverty Law Center identificó
116 símbolos confederados que se han eliminado desde la masacre de Charleston.
Sin embargo, 1,747 permanecen en pie en los EE.UU. A pesar de la falsa
narrativa de que estos símbolos representan herencia, en realidad conservan una
historia confederada revisionista y corroboran la creencia de que la supremacía
blanca sigue siendo moralmente aceptable. El Southern Poverty Law Center
respalda la H.R.3660/Ley de No Financiación Federal para Símbolos Confederados,
porque los símbolos confederados no pertenecen a espacios públicos, como
terrenos gubernamentales, escuelas y parques, ni deben ser reconocidos por
ningún activo militar. El sur es más que su pasado confederado, y nuestros
líderes políticos deben comenzar a trabajar hacia un futuro compartido donde
toda la historia de los Estados Unidos sea reconocida y respetada”, dijo
Heidi Beirich, directora del Proyecto de Inteligencia para el Fondo de Acción
SPLC.
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