POR ROLANDO ROBLES
Nunca imaginó el maestro Antonio Machado que sus versos, aun con la
brillante interpretación de Emilio José, serían punto de referencia 80 años
después de su muerte. Y no por parejas de enamorados, ni tampoco en su tierra
natal.
Esta vez el homenaje le llega desdeuna islita que otro maestro se
empeñó en colocar “en el mismo trayecto
del Sol”, leguas rumbo al poniente y por boca de un puñado de políticos
quisqueyanos, descendientes directos del “encate” de criollos españoles y
negros esclavos, traídos desde mas allá del Sahara.
Porque siendo verdad reconocida, que nuestra raza (la dominicana) es
algo así como el “ventú” de músicos de oportunidad, que se juntan sólo para la
ocasión; hay que reconocer que el sustrato mas profundo, nos viene (a la raza dominicana)
de las madres patrias, África y España. Es así como, la clase política nuestra,
está conformada por mulatos, entreverados y blancos criollos,
Y siendo también cierto que, la logia del siglo XX llamada Comité
Político, del partido que inventó don Juan, y cuyo censo racial arroja, cabeza
mas cabeza menos: 14 mulatos, 2 turcos, 6 blancos criollos,4 jabaos regulares,
1 jabao de corte mocando,1 negro blanqueado, 2 rubias oxigenadas, 2 jabadas
naturales y2 morenas de alto copete; se ha propuesto formar dos orquestas de
cámara, en lugar de la gran sinfónica que siempre fueron.
Pues de este simpático grupo, hay (22) que se unieron para cantar a
coro los viejos versosde Machado, ya hechos canción:
“Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio, contigo
porque me matas y sin ti porque yo me muero.”
Pero, dejemos el sentido figurado y vayamos a lo formal, al hecho y
sus consecuencias. ¿Qué es lo que sucede en realidad? ¿qué se esconde detrás de
ese lamento -y a veces grito deimpotencia- de los danilistas?
Bueno, hay varias aristas en este asunto. Por una parte, es evidente
que Ladino pensaba pasarle el rolo a Leonel; pero, no siempre las cosa salen
como se espera. Él estaba confiado en que Leonel -como acostumbra- se sometería
dócilmente al designio de la mayoría orgánica y mecánica, que el presupuesto
nacional construye.
El problema es que, al votar todo el mundo en las primarias, se perdió
el control y fue necesario aplicar la “mano negra” para trastocar esos
resultados que las encuestas presagiaban. Y el descaro fue tan grandeque, ahí
mismo vino la debacle.
Ahora ya es tarde para retomar el rumbo, y el otrora poderosísimo y
glorioso PLD, está en una situación de “perder-perder”, aunque no por lo que
dijera doña Margot. La desgracia viene por el ladino empeño de sacar a Leonel
del juego. El problema es que Leonel es el dueño del bate, la pelota y la
trocha, y el “play” está en el patio de su casa. ¡Qué gran dilema!
Si Leonel se va o lo botan, hay garantía de segunda vuelta. Y el
resultado es: el PLD fuera del poder, en cualquier escenario. Lo ideal para
Ladino fuera que se pudiera convencer a Leonel de quedarse, aunque haya que
darle -o mas bien ofrecerle- tres cuartas partes del gobierno futuro.
La cuestión se agrava porque si Leonel se queda, pierde la conexión
con “La Fuerza del Pueblo”, que es su base de apoyo y de ahí en adelante, sólo
le espera la fría tumba que Ladino le ha estado cavando desde hace un gran
tiempo; con una agravante, el velorio sería sin dolientes y mas bien lucirá,
como una “fiesta patronal”, en honor alsanto del lugar, SanLadino.
De modo que los 22 cantantes aquellos, tienen razón mas que suficiente
para el lamento, especialmente si Luis Abinader gana, que -aunque él, de manera
personal no lo quiera- se verá en la obligación de jugar el palé
“Odebrecht-Najayo” a que está apostando el PRM entero, y muchos más.
De cualquier manera, la cosa se ha puesto color de hormiga para el
partido de “los más inteligentes del país”. Pero, quién lleva la peor parte es
Ladino, que hizo lo indecible para sacar -en unas elecciones- más votos que don
Juan (58% en 1962) y Leonel (57% en 2004). De esa manera, él supuso que se
convertiría, en el “verdadero líder” del PLD.
¡Lástima que el liderazgo le vaya a durar tan poco tiempo!
Como pueden entender amigos lectores, “la vida te da sorpresas”, dice
otra canción, pero no creo que el coro de los 22 -o 21 y un quemao- se anime a
interpretarla. Ellos prefieren otra estrofa del maestro Machado.
“quién canta su mal espantay aquel que llora lo
aumenta,
¡Vivimos, seguiremos disparando!
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