Por Altagracia Salazar
"Facebook dice que las fotos del Miguel Antonio Grosso Guarìn
turisteando en Santo Domingo eran las más populares a las cinco de la mañana
cuando yo me dediquè a buscarla.
Guarìn y otros cuatro colombianos llegaron por Punta Cana el 4 de Junio
pasaron varios días turisteando en Santo Domingo y luego cruzaron la frontera
colombiana por el puesto de Carrizal una de las rutas de acceso a territorio
haitiano con menos uso comercial porque la carretera tiene pocos años de
construida.
El asesinato del presidente Moise y las reacciones de la sociedad haitiana
evocan la muerte del César en el senado de Roma. El levantisco Haití ha acogido
con parsimonia la muerte violenta de su presidente y el reconocimiento
norteamericano del primer ministro Josep bloquea cualquier conflicto con el
primer ministro designado el día antes del magnicidio.
Todo lo que pasa en Haití afecta a la República Dominicana y es mejor
apostar a un mínimo de estabilidad en el lado oeste de la isla.
Como periodista saludo el trabajo investigativo del prestigioso Tiempo de Bogotá
que tiene en sus páginas toda la información sobre los presuntos mercenarios a
su paso por Dominicana que como bien dicen es el paso obligado para cualquier
cosa que pase en Haití. Enterarnos de los intríngulis del magnicidio haitiano
por la prensa internacional habla de la sociedad que somos y de la insistencia
en negar la realidad.
Es la misma actitud que asume la sociedad frente al dolor del embarazo
adolescente o el aborto semiclandestino. Se insiste en que lo que no se conoce
no pasa."
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