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sábado, 11 de enero de 2020

Basta ya, de críticas sin fundamentos contra Luis



Por Miguel Espaillat Grullón    

1 - Desde hace unos cuantos años, vengo observando, como figuras importantes de la comunicación vienen dedicándose a hacer críticas malintencionadas y sin fundamento contra Luis Abinader, las cuales, por lo que expresan, pueden catalogarse de aviesas y con el propósito malsano de favorecer al candidato del oficialismo.

2 - En esta ocasión, no me refiero a los más de tres mil periodistas pagados por el PLD que operan por todo el territorio nacional haciendo de bocinas, sino, que específicamente aludo a otro tipo de profesionales de más alto nivel académico (algunos hasta intelectuales), que se hacen pasar por analistas independientes, objetivos e imparciales, pero que en realidad no son tales, sino, entes al servicio del oficialismo, cuyas opiniones y críticas son difundidas profusa y cotidianamente por los medios de comunicación y que están diseñadas para de manera subliminal, favorecer al candidato del oficialismo, es decir, al Penco Gonzalo Castillo. 

3 - Son muchos los factores que delatan el rol que estos personajes representan en la caracterización mediática asignada, de modo, que se desempeñan como actores consumados en el escenario de la comunicación, en el cual, con sus escritos y entrevistas persiguen manipular a las masas sin conocimientos políticos y de otra índole.  De paso, no está demás decir, que esos comunicadores practican la manipulación, aprovechándose de la incultura política de ese conglomerado humano (que por desgracia, son millones), cosa que hacen en base a los sofismas con que ensamblan las tramoyas de sus espectáculos mediáticos.

4 - El contenido y construcción de esos discursos son el primer factor que delata la intención aviesa de quienes ejercen esa simulación escénica.   Segundo, a ellos le dan mucha cobertura en los medios de comunicación afines al oficialismo; así, a ellos podemos verlos asiduamente en varias cadenas de radio y televisión donde los entrevistan, mientras que por otro lado, decenas de periódicos publican sus artículos, para que lleguen al mayor número posible de personas. 

5 - La cuestión es, que estos comunicadores son empoderados para influenciar en unas masas (por lo regular analfabetas políticas), que son impresionadas por una “sapiencia” revelada a través de una elocuencia que encanta, tal como hacia Balaguer con sus discursos laudatorios a Trujillo.  Con esta estrategia, a estos comunicadores, ese segmento inculto de la población los tiene por respetables y reputadas eminencias, cuyos criterios los asumen como verdades irrefutables. Con estas credenciales, estos comunicadores al servicio de las élites, quedan convertidos en autoridades forjadores de opinión pública.

6 - Dicho de otra manera, estos comunicadores, ya empoderados, no están para educar al pueblo, sino, para tergiversarle la realidad y para manipularlo y conducirlo a los propósitos de sus intereses, en lo que tratan a esa masa humana como una manada de ovejas.  Es lo que hicieron los neoliberales con Mario Vargas Llosa, cuando lo empoderaron al cabildearle un Premio Nobel de literatura a un hombre que en asuntos políticos es un desastre, un ignorante, pero que interesaba por sus dotes de comunicador y sumisión, para tenerlo como un vocero autorizado del neoliberalismo.  Un economista antineoliberal, como Rafael Correa, puede dar fe de este criterio.

7 - Estos comunicadores son gentes conocedoras la ciencia de la comunicación, por tal razón dominan la psicología de las masas y de los individuos, y entienden y aplican perfectamente los 11 principios de la propaganda nazi creados por Joseph Goebbels y las 10 estrategia de manipulación mediática develadas por Noam Chomsky. Ellos practican el aforismo de Goebbels: “una mentira repetida mil veces se convierta en verdad”; y si no, por lo menos se siembra la duda y la confusión.

8 - En el escenario dominicano, por los hechos, porque los hemos padecido, conocemos muy bien lo efectiva que ha sido la séptima estrategia de la comunicación formulada por Chomsky, que plantea mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.  Esta estrategia es parte del arsenal usado por los comunicadores que nos ocupan en su encomienda de desacreditar a Luis Abinader.  Veamos como esos profesionales de la palabra emplean esas técnicas.

9 - Es bien sabido por todos, que el PRM tiene dos líderes, pero el oficialismo a través de una batería de comunicadores se ha dedicado a alabar a uno y a denostar a otro, con el fin de dividir y sembrar cizaña en el PRM.  De ese laudado destacan su carisma, y el potencial de su liderazgo, mientras que al otro lo presentan, como insípido y flojo.  El carisma y liderazgo del preferido por el oficialismo, lo repiten tanto, que muchas personas han aceptado esa falacia como cierta, con lo que se cumple el aforismo de Goebbels: - “una mentira repetida mil veces se convierta en verdad”-.  Por ejemplo, la comunicadora Rosario Espinal ha hecho suya la frase – a ese fulano le sobra carisma – lo que ha venido a ser un estribillo que lo repite cada vez que tiene una oportunidad, tal como en su tiempo lo hacía Cesar Medina.  Ella nunca refiere cosas negativas de ese político, que dicho sea de paso, son muchísimas.

10 - En este espectáculo mediático, el 5 de enero pasado del presente año 2020, el escritor, Tomás Gómez Bueno, publicó un extenso artículo con el título: “Abinader, candidato puntero con una estrategia comunicacional deficiente”. Uno de sus párrafos dice así: “Abinader es un candidato mucho más vulnerable de lo que se puede sospechar. A Luis - y eso lo sabe todo el mundo - le falta carisma, le falta ese encanto natural capaz de impulsar la imagen de un político. La estrategia de comunicación de este candidato no es efectiva, y el desarrollo de su estrategia política es peor. Se trata de un candidato fofo que en cualquier momento puede derrumbarse.  En este criterio de Gómez bueno, no caben más falacias, esas negativas cualidades que él quiere endilgarle a Luis, a quien realmente le caben como anillo al dedo es a su líder, el Penco.  Además, un varón no busca en un gobernante sutilezas histriónicas, las cuales son secundarias para los fines del buen gobernar, sino, que busca valores y capacidad, cosas estas, que Luis las tiene de sobra.  

11 - Por otro lado, el talentoso periodista Felipe Ciprián, hoy en la filas del Penco, también le cae arriba a Luis, buscando descalificarlo, cosa que hace en varios artículos, pero para los fines de este trabajo, me voy a limitar a lo escrito por él sobre Luis en su artículo:  “Febrero viene demoledor para el leonelismo en bancarrota”:  Luis Abinader – escribe Felipe Ciprián -  y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) también se encaminan a un ridículo resultado municipal por los desaciertos de su candidato presidencial.  A este Felipe yo le digo, pues prepárate, porque esas elecciones municipales, el PRM y aliados, las ganarán arrolladoramente.

12 - En otros artículos, este Felipe Ciprián escribe cosas como esta: “Sepa Abinader que un pueblo jamás va a seguir a un líder tan dubitativo como usted”.  Este vaticinio de Ciprián, es falaz, tendencioso y errado, porque el Luis que yo conozco (y lo conozco muy bien), no es dubitativo, ni flojo, sino un hombre capaz, correcto y sincero, que no está haciendo cuentos para buscar votos. Además, le señalo a Felipe, que a su candidato el Penco, no hay quien le gane en incapacidad y en eso de ser títere, una cualidad muy propia de los flojos.        

13 - Por otro lado, los ataques de Melvin Mañón a Luis, son patéticos, virulentos y descarnados: “Hay muchos que creen que vale la pena apostar a Luis Abinader porque ya alcanzó un 35% de la votación en 2016 -escribe Melvin Mañón.   Luis no es dirigente opositor, aunque sea decente, no es líder, aunque sea dirigente, y lo que más me preocupa: su enemigo Danilo Medina no le teme, más bien se ríe de él, acota Melvin sobre Luis.   Críticos como este, le hacen un tremendo trabajo a favor de Danilo y el Penco, aunque paradójicamente, el cree lo contrario.

Conclusión
A – Partiendo de las críticas ácidas y sin fundamento que los comunicadores que nos ocupan ejercen contra Luis Abinader, se percibe claramente, que sus labores de comunicación están orientadas a descalificar al candidato del PRM y aliados, y a la vez, a favorecer a Danilo y al Penco.  Pueda que la ecuación dialéctica (descalificar a Luis / favorecer al Penco), no sea la verdadera intención de ellos, pero la verdad es, que esa es la percepción, que ellos, a lo mejor sin proponérselos, han sembrado en la oposición y en las masas silentes con sus críticas cáusticas y mal fundadas.  Además, sucede, que esas críticas contra Luis, no ayudan en nada a ese deseo del pueblo de sacar al PLD del poder. Tampoco aportan al crecimiento y evolución que Luis como humano debe tener en su andar por este mundo y en su carrera política.  

B - Es posible que estos comunicadores no hayan advertido, que sus labores en los medios de comunicación han dado pie la percepción planteada, por lo que entiendo, que si a partir de ahora la descubren como cierta, y quieren deshacerse de la mácula que implica esa percepción, entonces (digo yo), que rectificarán sus críticas mordaces contra Luis, en aras de reivindicar la credibilidad y la buena reputación que ellos han perdido frente al pueblo.  De darse esta enmienda, lo que  vendría en provecho de nuestra patria, que para salvarla requiere imperativamente de un cambio de gobierno y de colaboradores proactivos, no de críticos alegres.  Si se da ese cambio, ellos pueden colaborar en grande con romper el mito de los líderes providenciales, de los mesías, y de los insustituibles.  Entonces, ataquemos al Penco y a Danilo, que esos sí que tienen por donde entrarle, sin incurrir en el retorcimiento de la realidad.

El que tenga oídos que oiga…


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