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viernes, 10 de marzo de 2017

Masaya con fe y oraciones agradecen a la Virgen Asunción el milagro del Volcán


Masaya, viernes 10 de marzo del 2017 * - Un dieciséis de marzo de 1772, el Padre Pedro Castrillo, originario de España, y de la orden Franciscana, confesaba a decenas de Feligreses Católicos, en la que conocemos hoy, Basílica Menor, de Nuestra Señora de  la Asunción, cuando los temblores seguido de una explosión sacudieron los cimientos de la Casa de Dios, al observar columnas de humo y fuego al oeste, se dispusieron a orar, era el Volcán Masaya, en erupción, estaba  a punto de terminar con la Gente y todo de lo que hoy conocemos con la Ciudad de Las Flores, explica Luis Useda.

La fe en Dios, hizo que el Padre Castrillo, junto a Centenas de Feligreses Católicos, salieran decididos a la sacar la imagen de la Asunción que se encuentra en la Parroquia de María Magdalena, en aquellos tiempos, en la Capilla de la Comunidad Indígena de Monimbo, caminaron en rogación, bajaron Bombonasí, hasta llegar a estar frente a las llamas y cenizas incandescentes, pero de escudo iba la Imagen, se oscureció el cielo, y un viento huracanado se llevó la amenaza al oeste, donde hoy es la piedra quemada, a este suceso se le llama el Milagro de la Virgen del Volcán, que en este año, cumple 245 años.

El Padre Abelardo Méndez Pérez, encargado de la Parroquia de Nuestra Señora de Magdalena, invita a la feligresía católica de Masaya, a participar de las actividades que se desarrollarán el quince y dieciséis de marzo, donde inician con la bajada de la Imagen el doce de este mes, al medio día, y para el quince habrá festejos, Salves, enfloradas y la procesión hasta el Malecón de Masaya, que inicia a las cuatro de la tarde.

De ese impresionante coloso de tierra, conocido en el mundo por el Complejo Volcánico Masaya, que sorprendió al Cronista Español Francisco de Oviedo, aún ruge desde sus entrañas, mientras los Católicos de la Ciudad de Las Flores, están listos para sacar su escudo, el cual, lleva las señas de quemaduras en su mano y pie, como muestra de la Furia de la Naturaleza, pero a través de la fe se pudo controlar y cada año se conmemora el Milagro de la Virgen en el Volcán.


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