Por
Pablo Vicente
Hablar de
políticas públicas es hablar de decisiones políticas y las decisiones políticas
tocan e impactan negativa o
positivamente, todo va a depender de la manera en que se gestionan esas
políticas públicas, de ahí la gran importancia de que esas decisiones políticas
siempre impacten a la gran mayoría pero sobre todo a losmás necesitados.
Bertolt
Brecht decía “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye,
no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo
de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del
zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas”
Es por eso que me
parece de gran importancia y sobre todo oportuno el análisis que nos hace el
Dr. José Emilio Graglia en la publicación del libro Políticas públicas: 12 retos del siglo 21, sin lugar a duda dicho
material se constituye o se debería de constituir en un documento de consulta,no
solamente para los gestores de políticas
públicas, sino también para las organizaciones de la sociedad civil y de la
sociedad en sentido general que demandan de mayor transparencia y que los
recursos públicosque maneja el Estado siempre se invierta sobre la base del bien común.
Las Políticas
Públicas tienen que ver con el acceso de las personas a bienes y servicios.
Consisten, precisamente, de reglas y acciones que tienen como objetivo resolver
y dar respuestas a la multiplicidad de necesidades, intereses y preferencias de
grupos y personas que integran una sociedad.
La política como
lo señala Luis Aguilar Villanueva es entonces un resultado de enfrentamientos y
compromisos, de competiciones y coaliciones de conflictos y transacciones
convenientes.
Es en este
contexto entonces en que los desafíos que se plantea para el siglo 21 tiene que
ser y debe de ser una decisión de los Estados para gestionar políticas públicas
que realmente contribuya con la superación de la pobreza y las desigualdades
sociales, no es casual que América Latina sea la región más desigual, ha sido
el resultado de políticas públicas incorrectas, acciones que buscan beneficiar a
miembros de partidos de turno en vez de la colectividad, poca continuidad a las
acciones de Estado, opacidad en el manejo de los recursos públicos, en fin
existe pobreza y desigualdad como resultado de diseño de
políticas públicas desacertadas donde las personas están en un segundo plano.
Muy bien lo
platea el Dr. José Emilio Graglia cuando dice que, cito¨un desarrollo integral
en una democracia real requiere políticas públicas que accionen lo planificado
o planifiquen lo accionado, gobiernos y administraciones responsables, más
participación y menos lamentos, políticas públicas que busquen el bien común y
privilegien a los más débiles, representados que voten buenos candidatos y
boten malos gobernantes, representantes que atiendan las prioridades de la
gente y no de los dirigentes.
Hay que mejorar
lo que hay y no empezar siempre de cero, diagnosticar y decidir participativa y
políticamente, sin cegueras ni improvisaciones, dirigir y difundir con
productividad y transparencia, sin inercias ni demagogias, continuar lo bueno,
a pesar del autor¨. En definitiva yo solo agregaría, corregir lo que está mal,
continuar lo que se está haciendo bien y hacer lo que realmente se debe de
hacer.
Después de leer
la publicación y por supuesto recomendar su lectura, quisiera solamente recordar
lo que dijo Nelson Mandela, que me parece tiene una gran vigencia hoy en día cuando decía:"Si
no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está
enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las
personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y
tengan Parlamento."
*El autor es
presidente de la Red Latinoamérica para el Desarrollo Democrático –REDLADD-
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