Por Reynaldo Peguero
En Santiago la participación social en planificación estratégica
territorial es un signo de identidad. Un enfoque que a nuestro parecer, debiera
consolidarse y dar un giro para bien esta tercera década del
siglo XXI.
Los planes estratégicos auténticos crean “estrategias” porque cuentan con
actores “estratégicos” que las hacen posible. Para el Centro Iberoamericano de
Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU), un “actor estratégico” es aquel
que asume la visión de desarrollo que se concerte en una sociedad, pero también
lo es aquel que se transforma en un duro adversario. Ambos tienen
cabida.
Para más de 146 ciudades y territorios
de Iberoamérica socios del CIDEU “actores estratégicos” son tanto los que están
a favor, como aquellos que están contra de un proceso. Todos deben participar e
involucrarse activamente. Si se planifica estratégicamente un territorio es
porque se convoca la masa crítica de un sociedad a pensar futuro. No se
necesitan sólo coristas, acólitos o compinches, sino por el contrario se
gestiona el disenso, se procesa el conflicto y las contradicciones por un mejor
destino de la ciudad, provincia, región o país de que se trate. El que
planifica estratégicamente asume la crisis como una oportunidad para avanzar;
crea los espacios o brechas con procedimientos institucionalizados de diálogo y
concertación, en la búsqueda de una direccionalidad compartida.
Son cinco (5) los espacios creados por
el Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) para fomentar la
participación social. Primero, las Asambleas del CDES son una
expresión participativa para validar propuestas de los 75 socios titulares de
este organismo. Segundo, laJunta de Directores del CDES, cuerpo de
conducción que aprueba las orientaciones generales del proceso. Tercero, las
Comisiones Técnicas que son organismos institucionales formados por más de
245 organizaciones públicas, privadas o de la sociedad civil, que analizan los
problemas y pactan un enfoque expresado en visiones, estrategias, proyectos y
acciones inmediatas de ganancia rápida.
El Cuarto espacio de participación
social lo constituyen los Coloquios Estratégicos Zonales o Barriales donde
dirigentes comunitarios de los ocho (8) sectores del municipio, aportan sus
consideraciones y visiones sobre el territorio y el qué hacer para transformarlo.
El Quinto espacio pero no menos importante, es el legislativo, donde los 41
regidores de Santiago, reciben un informe del proceso y una propuesta de
Ordenanza Municipal con la visión, las estrategias y proyectos claves que hacen
del Plan Estratégico de Santiago, la Agenda Oficial de
Desarrollo.
La planificación estratégica es una de
las esencias de la arquitectura institucional y democrática de un territorio.
Para el sociólogo francés Alan Touraine, “no hay democracia sin la voluntad por
parte de la mayoría, de ejercer el poder, al menos indirectamente. Sin el deseo
de hacerse oír y de ser parte de las decisiones que afectan su vida”.
Participación es una conciencia ciudadana, una exigencia de responsabilidad y
empoderamiento comunitario. Participación no es tan solo un encuentro de
expertos y peritos y menos aun un concilio de “guruses” para en bola de cristal
adivinar el futuro.
Cuando el CIDEU acreditó a Santiago como
una ciudad con una planificación estratégica de calidad valoró si existía
dentro del Plan Estratégico de Santiago, un componente de participación social.
Midió cómo se lograba la capacidad de movilización ciudadana, tanto
política como económica y social. Preguntó y buscó evidencias sobre si se
consideraba la participación como un derecho de la ciudadanía sin distinciones
de jerarquías, ni representaciones previas.
El proceso mismo de articulación de la
participación social en este nuevo PES 2030, trabajará con cuatro (4)
Comisiones Técnicas. i) Comisión de Gobernabilidad-Gobernanza; ii) Comisión
Población y Servicios Sociales; iii) Comisión de Economía y Creación de
Empleos; y iv) Una Comisión de Uso de Suelo, Ordenamiento y Sostenibilidad
Ambiental. La Juna Directiva del CDES decidió fusionar en un solo organismo técnico
el análisis de las relaciones del medio construido, el medio natural y el medio
social, muy en especial en el siglo XXI donde el control y la adaptación al
Cambio Climático ya son parte de la esencia del trabajo.
Estos cuatro (4) pilares de trabajo engloban
el conjunto de ejes necesarios para entender y explicar el metabolismo de un
territorio propiamente dicho. Sea este territorio una ciudad, un municipio, una
metrópolis, una provincia o una región de desarrollo.
En otras palabras, estos cuatro pilares
valoran cómo se gobierna el territorio. Cómo la ciudadanía participa y se
moviliza ante las decisiones públicas. Mediante qué vías se informa el avance,
el retroceso y las cuentas públicas del gobierno nacional y local.
Subsecuentemente, se discute cómo esta gobernabilidad y gobernanza concretas
afectan la distribución de la población en el territorio. Qué calidad de
servicios públicos se le ofertan a la ciudadanía y cuál es la magnitud del daño
en la gente (mortalidad y afectados).
Lo anterior se analiza en contraste con
la capacidad del territorio de asegurar la reproducción económica, la creación
de riqueza y los empleos. Finalmente cómo sucede el asentamiento humano en el
territorio, y qué uso, valor de uso y propiedad del suelo ocurre y cómo se
afecta el medio natural con toda esa dinámica.
Estimo que la cantidad de estudios
actualizados que tenemos en Santiago en relación a cada uno de los cuatro
pilares anteriores facilitará el proceso que habrá de culminar exitosamente
forjando que Santiago sea el único territorio de Centroamérica y el Caribe, con
tres planes estratégicos subsecuentes y con decenas de proyectos estructurantes
ejecutados o en proceso avanzado de operación, también con una reflexión autocrítica
de los errores y retrasos acaecidos. En eso estamos.
Reynaldo
Peguero es Director del Plan Estratégico de Santiago
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