Por JUAN T H
Como yo lo veo.
Probablemente estoy equivocado; lo más seguro es que lo esté, pero sigo viendo
al presidente Luís Abinader solo, muy solo, navegando contracorriente tratando
de llevar la nave a buen puerto, pero con una tripulación en su mayoría inexperta
o con objetivos distintos a los del capitán. Y en esas condiciones es muy difícil,
porque encontró un velero sin velas, sacudido por una pandemia sanitaria y una
crisis económica mundial que no le permitió zarpara mar abierto, y cuando lo
intentó se vio arrastrado por las olas tempestuosas de la corrupción y la
impunidad. Y lo peor, con un partido sin estructuras sólidas, con una disciplina
quebrada y con una formación clientelar fruto del deterioro de la mal llamada
“clase política”, cada vez menos creíble. y como si fuera poco, la dirección
del PRM está “en Belén y los Pastores”.
El presidente no
tiene partido. El PRM no es un partido. En su corta historia todo ha sido muy
rápido. Parece haber llegado al poder sin estar debidamente preparado. Lo he dicho otras veces, pero mis palabras, al
igual que las de otros, han quedado en el olvido. Luís necesita una
organización fuerte, disciplinada y bien formada políticamente. En medio de la
crisis que vive la humanidad y en particular nuestro país, un presidente no
puede gobernar solo, precisa de un gabinete integrado por dirigentes que tengan
los mismos intereses políticos que el presidente, que lo acompañen, que crean
en su proyecto, que lo defiendan a rajatablas, sacrificándose al máximo sin
importarle las consecuencias, como lo está haciendo el mandatario.
Un gabinete
unido, coherente, que rechace la mediocridad. Luís necesita que todos los
ministros, viceministros y demás funcionarios, se la jueguen, que actúen con
transparencia y honestidad, como lo hace el presidente. El que no esté
dispuesto al sacrificio trabajando voluntariamente doce y catorce horas todos
los días, como lo hace el presidente, que renuncie o que el mandatario tome la
decisión de sustituirlo.(De hecho ya es tiempo de hacer algunos cambios) No
puede haber imprescindibles en el gobierno del PRM. (El cementerio Quinto
Centenero, el de la Máximo Gómez, Puerta del Cielo y los demás “campos santos”,
están llenos de imprescindibles)
Las relaciones
familiares y de amistad no deben continuar primando en el gobierno a la hora de
las designaciones, sino las políticas. La mayoría de los funcionarios han
colocado en puestos claves, como relaciones públicas, recursos humanos,
asistentes, etc., a personas allegadas, incluso del gobierno pasado, no a los
militantes y dirigentes del partido.
Luís lo está
haciendo bien, quiere seguir haciéndolo bien. Sus intenciones nadie las pone en
dudas. Necesita que todos sus colaboradores también lo hagan bien, que tengan
las mismas intenciones, los mismos propósitos. Pero siento que hay mucho
protagonismo, y mucho individualismo. Y más de uno espera un resquicio para meter
la mano, solo que tienen miedo porque saben que el presidente no lo tolerará;
al que meta la mano se la corta en los tribunales.
Veo muchos
ruidos en el gobierno, innecesarios la mayoría de las veces. La política de comunicación
no existe. El gobierno no es una agencia de empleos ni de publicidad, es mucho
más que eso. “Los gobiernos democráticos -dice un manual de estrategia de
comunicación gubernamental- pueden fracasar o ser exitosos dependiendo de su
capacidad de liderar, conducir y gerenciar procesos de fortalecimiento
institucional y de comunicar efectivamente sus objetivos, políticas y acciones.
Y agrega, “la calidad de la democracia depende de la calidad del liderazgo que
la conduce”.
En materia de
comunicación falta una estrategia diseñada por expertos para ser puesta en
práctica por políticos convertidos en funcionarios, periodistas y comunicadores
de manera coherenteque pongan siempre los objetivos políticos del gobierno al
frente. Hay que pensar y actuar siempre con sentido político.
Entiéndanlo, la
comunicación de un gobierno no puede reducirse a propaganda y publicidad. Es
más que eso, mucho más. Lo he dicho durante tres décadas por lo menos. El PRD
hoy PRM nunca ha entendido el tema comunicacional. Mucho menos en esta época de
internet, redes sociales, etc. (Siento que el gobierno se deja atrapar y
amedrentar por las redes sociales de las que no tiene, ni tendrá, el control,
no mientras la democracia le otorgue derecho a la extorsión, el chantaje, la
mentira y la obscenidad a cualquier desaprensivo que quiera dañar la imagen del
presidente y sus funcionarios)
No podemos decir
que el presidente va bien, pero la mayoría de sus funcionarios no, si Luís va
bien, sus funcionarios también tienen que ir bien, lo cual significa que el
gobierno va bien y que el país también.
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