Por Víctor Gómez
La realidad
política dominicana esta confusa en la ciudad de Nueva York y donde más se nota
este fenómeno de las circunstancias es en el ámbito del Partido de la
Liberación Dominicana donde tal parece que los bonos con el Honorable
Señor Presidente, perínclito sanjuanero, benefactor de tres docenas de
semidioses, Danilo Medina Sánchez, no están muy buenos y es tan pronunciado el
disgusto del primer mandatario reelecto, que ni siquiera recibe a sus más
cercanos acólitos en esta babel de hierro.
Es lamentable que
el sureño mandatario dominicano asuma tal posición con su hueste neoyorquina
que a pesar de la división interna, el Sector Externo que le respaldó y aun le
respalda, no sea correspondido con los compromisos asumidos en la campaña
electoral.
Este mismo Sector
Externo evitó que la derrota morada por estos predios fuera humillante y
realmente, sin temor a equívocos, un 90 por ciento de los votos obtenidos por
el PLD, fueron trabajados con ahínco por los danilistas ubicados fuera de la
organización oficial, es decir, fueron quienes hicieron el trabajo.
Danilo Medina
Sánchez, debe entender el sacrificio de dirigentes del Sector Externo con
Danilo, que dieron todo por el todo para realizar un papel honroso, que no fue
mayor su aporte porque fueron dejado a su suerte en aspecto logísticos
fundamentales, que tuvieron que despojarse de sus recursos económicos, tiempo y
abandono provisional de familia para llevarlo nuevamente al solio presidencial.
Así también debe
de tomar en cuenta a toda la diáspora en el sentido de buscar un emergente para
un Consulado que tiene un cónsul inoperante que solo piensa en entregar
reconocimiento a personas con tasa de rechazo muy elevada y algunas con casos
pendiente en la justicia como es el caso del pedófilo Eduardo "Eddie"
Genao" a quien se le otorgó la "Orden del Merito Ciudadano" ,
entre otros.
Sorpresa causa que
otros sectores con menor incidencia y reducido aporte de labor política han
sido tomados en cuenta y los danilistas de corazón, los que se fajaron campana
a campana, aun esperan por ser montados en el tren gubernamental y cuyos
asientos fueron prometidos.
Da pena pensar
que, dicho en el argot beisbolistico, que jugadores de promedios elevados en
bateo y picheo político, sean excluidos del line-up o los dejen sentados en el
banco, me resisto a creer que el manager presidente realice tan mala acción.
El autor es
periodista y Locutor residente en la ciudad de Nueva York.
Email: gomper55@hotmail.com
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