POR ELVI
PAREDES
Desde su
nacimiento, el pueblo dominicano ha estado integrado por gente sencilla,
humilde, gente buena, con costumbres solidarias.
Acostumbrado a
ofrecer un bocado de comida a todo peregrino que lo necesite. A no negar nunca
un vaso de agua, un café,…algo de comer, aunque fuera la única que tuviera en
la casa.
Nuestras
costumbres, como dominicanos, han sido moldeadas en la estrechez, las carencias
y las necesidades.
Sin embargo, eso
no ha sido ningún obstáculo, para no tender la mano a todo aquel que lo haya
requerido. Incluso, quitándose el pan de la boca, para ofrecerlo al que han
considerado, más necesitado.
Eso ha ocurrido,
con puertorriqueños, con ciudadanos de las Antillas menores, cuando lo han
necesitado. Fueran curazaleños, martiniqueños, de Dominica o San Vicente. Es
por ello, que en regiones como Samaná y San Pedro de Macorís, existe una gran
comunidad descendiente de esas islas, quienes se han integrado y han hecho suya
los colores de la bandera dominicana, y sus hijos, hoy son dominicanos, como el
que mas.
Pero, la nación
dominicana, ha dado cobijo a ciudadanos españoles, japoneses, judíos, árabes,
alemanes, ingleses y franceses, en menor medida, cuando estos lo han
necesitado. Y mas recientemente, a los venezolanos, con quienes tenemos una gratitud
eterna, ya que siempre han sabido tendernos la mano, cuando algún dominicano lo
ha necesitado. Y el ejemplo más grande lo tenemos con Juan Pablo Duarte, el
ideólogo de la nación dominicana, de la nacionalidad dominicana.
O sea, la nación dominicana, los dominicanos,
siempre hemos acogido con amor y solidaridad, a todos aquellos que lo han
necesitado.
El pueblo
dominicano, ha sido siempre, un pueblo generoso, y los haitianos no han sido la
excepción.
A pesar de haber
sido invado por más de 22 años por las bayonetas, las espadas y los sables del ejército
invasor haitiano, el pueblo dominicano, siempre le ha ha ofrecido la
solidaridad cuando estos lo han requerido.
De dicha
invasión, se cumplirá el bicentenario, en el 2022, o sea, estamos cerca de
conmemorar esa ominosa fecha. Periodo en el cual, los invasores intentaron
borrar nuestras costumbres, cultura, creencias e idiosincrasia como pueblo.
Periodo en el
cual, los invasores haitianos, cerraron nuestra universidad, las escuelas,
despojaron a nuestros campesinos de sus tierras, a los ciudadanos que tenían
algún medio de producción, lo dejaron sin nada. Asesinando, degollando,
quemando vivo a todo aquel que osara opéreseles, entre otras atrocidades.
Y a pesar de la
historia. A pesar de que la elite que ha dirigido a lo que se ha hecho llamar,
´´Estado Haitiano´´, siempre ha inculcado en su pueblo, que ellos son una raza
superior, y que Republica Dominicana, no debe existir, el pueblo dominicano,
siempre ha sido solidario, y le ha extendido la mano, a pesar de ser
malagradecidos.
QUE DEBEMOS
HACER LOS DOMINICANOS?
Tal y como lo
hemos hecho siempre. Los dominicanos hemos sabido enfrentar al invasor, en la
defensa de nuestra tierra, de nuestra cultura, de nuestras creencias
religiosas, de nuestras costumbres, de nuestros empleos, de nuestras escuelas y
hospitales, que pagamos con nuestros impuestos.
Y tal y como lo
hemos hecho siempre, contra los mismos haitianos cuando los vencimos y expulsamos
de nuestro territorio. Tal y como lo hicimos
contra los españoles en 1863, cuando reconquistamos nuestra
independencia, una vez mas.
Y Tal y como lo
hicimos contra los invasores
norteamericanos en 1916, cuando sus soldados mancillaron nuestra tierra,
y eclipsaron nuestra soberanía, con el pretexto de cobrarse deudas vencidas.
tal y como lo hicimos contra los propios
gringos en 1965, cuando fuimos invadidos cobardemente por más de 42 mil
marines, con la supuesta excusa de salvarnos del comunismo.
Y la lucha por
la defensa de nuestra nacionalidad, debe incluirnos a todos. A todos los
dominicanos que le duela esta tierra. Sin importar colores partidarios, sin
importar denominación religiosa, sin importar ideologías, si existiesen.
Porque solo debe
existir un único interés. Salvar la nación dominicana de la agresión
silenciosa, de la eliminación cada día, de nuestras costumbres y creencias.
Del robo y la
ocupación de nuestras tierras por parte de los haitianos, que ya representan más
del 60 por ciento de la población en muchas regiones del pais.
Porque ningún
pais independiente, ni grande ni pequeño puede permitir que su población
nacional, se convierta en minoría.
Por eso. Todos
los dominicanos amantes de nuestra bandera, de nuestro hinno y de nuestro pais,
tenemos que unirnos, y el Partido de la Liberación Dominicana, como
organización fundada por un líder patriota y nacionalista como Juan Bosch, no
debe cruzarse de brazos.
En su artículo
primero de sus estatutos, el Partido de la Liberación Dominicana, señala que
nace con el objetivo de completar la obra de Juan Pablo Duarte y los
Trinitarios.
Pero más aun, en
su discurso, del 29 de abril de 1963, Juan Bosch, entonces presidente de la
Republica Dominicana expreso:
´´El país que no se hace respetar no tiene derecho a llamarse
una nación libre; y la República Dominicana es una nación libre, por la
voluntad de sus fundadores y por la sangre de los que la mantuvieron libre y
soberana, y lo es por la voluntad de su pueblo y por la decisión del Gobierno
democrático que ese pueblo eligió el 20 de diciembre de 1962…”
En dicho discurso, el Presidente Bosch advierte mas adelante:
Hemos sido insultados sin haber provocado nosotros el
insulto; se ha invadido nuestra embajada con fuerzas armadas, lo cual equivale
a una invasión a nuestro país y es una ofensa imperdonable a nuestra dignidad.
Se nos ha faltado el respeto y las naciones pequeñas que permiten eso, no son
dignas de ser naciones, porque lo único que puede mantenernos como país
soberano es la decisión de hacernos respetar de los pequeños y de los grandes,
de los que pretendan abusar de su debilidad y de los que pretendan abusar de su
fuerza. La dignidad dominicana ha sido ultrajada en Haití de manera indignante.
Y no estamos dispuestos a tolerar esa situación y no la toleraremos por ningún
motivo”.
Esa ha sido la posición del líder
y fundador del Partido de la Liberación dominicana. De defensa a ultranzas de
la soberanía nacional.
Por ello, el Partido de la Liberación
Dominicana no se puede quedar cruzado de brazos, ante la ofensa de que han
protagonizado un puñado de haitianos, apoyados por traidores a la patria, de
violar la solemnidad de un espacio sagrado para los dominicanos, un espacio
donde se izo por primera vez la bandera dominicana, donde se proclamo la
Republica Dominicana, el Altar de la Patria.
Y el PLD no se puede quedar al
margen de acontecimientos que laceran el alma de la patria, y que marcan el
camino, para su permanencia como nación, o el estallido de una conflagración de
incalculables consecuencias para la paz y el sosiego de los dominicanos.
Y creo, que no solo el PLD, todos
los partidos políticos, grandes y pequeños, debemos unirnos, y establecer un
solo principio. LA defensa de la Soberanía de la Republica Dominicana.
Porque sin pais, sin bandera, sin himno, no tendremos gobierno, ni Estado. No somos
nada.
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