Por JUAN T H
“Los papeles de
Faride”, no están completos. Su meritoria investigación no alcanzó a desnudar
toda la mafia que gobierna el país desde hace más de una década. Faltan más
papeles, muchos más, tantos que podríamos llenar la bóveda del Banco Central y
faltaría espacio.
No entiendo por
qué muchos diputados y funcionarios del PLD se han enojado por la denuncia de
la legisladora que solo pidió, en el marco de sus atribuciones, que se una
investigación, no un juicio político al presidente Danilo Medina, que también
pudo haberlo hecho sin transgredir sus derechos.
La rabia contra
la legisladora de oposición se explica en que el “Álbum de la Corrupción” de
publicaron contra Joaquín Balaguer ahora es una enciclopedia de muchos
volúmenes que bien puede servir para enviar a prisión a funcionarios y
dirigentes del partido de gobierno y quitarle sus bienes para devolverlos al Estado como
ordena la Constitución.
(No olvidemos que
una ex presidente de la Cámara de Cuentas dijo que con lo que se han robado se
puede construir otra República, moderna y desarrollada, con buenos hospitales y
excelentes universidades)
Joao Santana era
una pieza clave en el entramado de corrupción que involucraba las campañas
presidenciales de candidatos en América Latina y otros países cumpliendo una
misión de la empresa brasileña Odebrecht con el propósito de obtener contratos
de obras grandes que luego eran sobrevaluadas y para lo cual sobornaba a
legisladores y funcionarios con sumas
millonarias. (En la República Dominicana más de 92 millones de dólares)
Joao no era un
simple publicista, un experto en “rumorología”, en marketing, un genio que
convertía en presidente a cualquier
mequetrefe. No, era un hombre clave al servicio de Marcelo Odebrecht, como
demostraron las autoridades brasileñas que lo sometieron a la justicia y lo
condenaron por corrupción.
(Solo en Suiza
encontraron cuentas millonarias. Entre los depósitos hallados había desde la
República Dominicana por 5 millones de dólares, que todavía no sabemos de dónde
salieron)
No es casual,
insisto, en que la presidente de Brasil hiciera un spot llamando a votar por
Danilo Medina; como tampoco es casual la “chulería” de Lula. Y mucho menos la
instalación de la oficina de sobornos en la República Dominicana por “una
cuestión de seguridad”. (¿?)
Los papeles de
Suiza y de Brasil no los tiene Faride. Los que tiene la diputada del PRM ni
siquiera son “la punta del iceberg” de todo cuánto falta por descubrir y dar a
la luz pública para que el pueblo sepa por quienes ha estado gobernado durante
los últimos años.
Qué a Joao
Santana le siguieran pagando desde el Palacio Nacional aun estando preso en
Brasil es poca cosa; que su esposa Mónica Maura tuviera un contrato de un
millón 200 mil dólares al año, es “una chilata”. Hay mucho más, solo que Faride
Raful no pudo entrar a las entrañas del monstruo de la corrupción. (De haberlo
hecho, con el “pique” que tienen en su contra, hasta la matarían)
Tal vez algún
día podamos conseguir todos los papeles (como los Panamá Papers o WikiLeaks)
para hacer justicia llevando a los tribunales (no a los de ahora) para que los
jueces (no los actuales) condenen a los corruptos terminando de una vez y por
todas con la impunidad y la podredumbre que corroe nuestra sociedad.
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