Por Elida Almonte
Los escándalos de corrupción que hoy empañan las hermosas playas, montañas,
sabanas, etc, de mi tierra nos entristecen, nos avergüenza. Pero NO nos
REPRESENTAN.
Todas las instituciones están podridas por el germen, perdón, por el virus
de la corrupción. Sin embargo, país sigue y seguirá siendo el más hermoso
en toda su dimensión.
No son los ciudadanos comunes que llenos de dolor e impotencia manifiestan
su sentir sobre el mal que nos afecta quienes desacreditan nuestra nación. Son
los corruptos, los que ligados al narcotrafico, han generado la inseguridad,
violencia y desigualdad social que hoy nos arropa. Ellos son los únicos
responsables del descrédito internacional de la República Dominicana.
Quien escribe vive en NY, pero jamás olvido que vengo de esa tierra donde
el campesino se levantaba, prepara algo de comer y harrea pa’l monte en busca
de estabilidad y tranquilidad; de esa región donde se educaba a la juventud con
la visión de un futuro mejor, donde se enseñaba a los niños a decir los buenos
días, por favor y gracias a todas las personas sin discriminar.
De ahí vengo yo, del país donde los estudiantes cantaban el himno nacional
todos los días antes de iniciar las clases y los ciudadanos paraban como
muestra de respeto y reverencia a la hora de izar la bandera.
Soy dominicana, hija de esta tierra hermosa, llena de historias, donde
nació un hombre justo llamado Juan Pablo Duarte, quien dio su vida por nuestra
identidad. RD, cuna de mujeres y hombres valientes, honrados y comprometidos
con el bienestar de la patria. Entre muchas cosas más que resaltar, es la
tierra de gente decente, de personas educadas llenas integridad, valores y
respeto por el otro y la sociedad, personas que todos los días luchan por un
mejor país.
El problema de nuestra imagen internacional no es estético, el paisaje
sigue siendo hermoso, pero los corruptos se han adueñado de la administración y
su ambición sin límites que no solo nos roba el patrimonio económico, también
se han robados la paz del pueblo y empañado la brillante del sol que baña al
Mar Caribe, dejándonos la oscuridad y el temor de andar libremente por falta de
garantías a nuestra integridad física.
La Imagen de nuestro país se cambiará el día que saquemos a los
delincuentes del poder y ordenemos el estado con una justicia eficaz e
independiente.
Elida Almonte
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