POR ROLANDO ROBLES
Yo que siempre me quejo de que las grandes estafas nos vienen desde
fuera; hoy me “regocijo” porque al final, hemos rebasado esa gran “tara” que nos
acompaña desde hace unos tres mil años. Porque fue para esa época cuando
aparecieron los primeros “hombres parados” en este terruño que ya tenía más de
cien millones de años de haber emergido en el mar Caribe.
La alegría me llegó por boca de la brillante periodista Anibelca
Rosario, mi prima; porque con este julepe de la demanda, yo también soy de los
Rosario, por tanto, a mí no me van a dejar afuera de la “herencia”. La chica
bella del Zol de la Mañana, hizo una responsable denuncia sobre las andanzas de
una banda de truhanes encabezada por un abogado dominicano que ha estado en la
mirilla pública desde hace mas de 30 años, precisamente, por sus correrías
engañando a la gente.
Pero yo no voy a llover sobre mojado, ya la periodista Rosario
denunció con pelos y señales las actividades del susodicho vagabundo y su pandilla
de malandrines. Ahora falta que la ley actúe, como esperamos que suceda; digo
si es que hay quien aplique la ley en el país, algo de lo que no estoy tan
seguro.
Me voy a dedicar más bien, a tratar de recordar los más memorables
“tumbes” que nos han dado a los dominicanos y desde dónde nos los enviaron,
aunque a veces, nosotros mismos los importamos o fabricamos en el patio. Es casi
seguro que olvidaré algunos, pero nunca será para encubrirlos. Empecemos en el
momento que mataron a Trujillo, punto de despegue de la vagabundería colectiva,
y contemos.
Todo empezó con la ley 5785 que declaraba de utilidad pública y
confiscaba todos los bienes pertenecientes a los Trujillo. Fue emitida por
Joaquín Balaguer el 4 de enero de 1962. Mas luego le siguió la ley 5880 del 3
de mayo de 1962, que fue emitida por Rafael F. Bonelly. Su intención aparente
era evitar el retroceso, penando las loas a los Trujillo; pero la finalidad
real era: robarles a los dominicanos la fortuna que los Trujillo no se pudieron
llevar, y que se calcula en cinco veces el valor de la que sí lograron exportar.
Digamos que a casi diez años de este “engaño original” de 1962, se registró
un hecho que envolvió a un conocido periodista de origen catalán llamado Don
José Enrique Piera Puig, que cayó asesinado por “fuerzas incontrolables” en
funciones de gatilleros privados y que estaba destinado -su asesinato-a
encubrir un gran fraude cometido contra militares dominicanos de rango medio, a
través de un proyecto agroindustrial que se levantó en terrenos del Estado
dominicano. Paradójicamente, el responsable de dicho crimen, fue a su vez
asesinado, unos treinta años después; pero los bienes que fueron usurpados,
nunca se recuperaron.
Casi para la misma fecha, octubre de 1972, fue fundado el Banco de los
Trabajadores Dominicanos, de capital mixto, en el que éramos “accionistas”
todos los trabajadores de entonces. Dicho banco fue quebrado y su capital
socavado y posteriormente liquidado. A los accionistas nunca se nos devolvió el
dinero invertido forzosamente, por una ley promulgada gobierno de turno.
Después, la fiebre de las financieras en los años 80’s, esquilmó millones
de dólares, especialmente a los residentes del Exterior. Y luego seguimos con la
quiebra de Baninter. Los estafados fuimos todos los dominicanos; los
beneficiados, un puñado de delincuentes, la mayoría de ellos ni siquiera estuvo
en la cárcel y hoy siguen siendo ciudadanos “honorables”. Esa vez, el remedio
resultó igual o peor que la enfermedad.
Luego nos empezaron a llegar estafas desde Brasil, pero esta vez ofrecían
el paraíso. La más sonora de estas mafias es la iglesia Universal, con su lema:
“pare de sufrir”, que te garantiza la salvación. Pero de paso te venden, la
arena bendita de Israel, una gota del sudor de Cristo, el potecito de sangre,
agua sanadora del Jordán y cuanto fetiche mas se les pudo ocurrir. Pero
“universal” era también el banco aquel que nos dejó con las manos en la cabeza
para la misma época.
A seguidas apareció el engaño del siglo; volvió loco a los dominicanos
en el mundo entero, y todos fueron timados. TeleFree llevó a la quiebra a varios
de mis amigos, y no pude evitarlo. Estaban como endrogados, soñaban con que el
dinero vendría por camionadas y no te aceptaban razonamiento en contra. Algunos
me dejaron de hablar, porque yo “los quería distraer de su carrera por la
prosperidad”.
Sin recuperarnos de TeleFree, nos enredaron en algo más sofisticado y
que estaba en ejecución desde el año 2000, pero no lo sabíamos. Así fue como
descubrimos el apellido oficial del pillaje: Odebrecht. Este engendro carioca
actuaba con dos socios locales, el Gobierno y sus consorciados; y el fin era
igualmente, estafar al pueblo dominicano. Y bien que lo lograron
Paralelamente con estas formas de timo, a diario nos llegan propuestas
por correo electrónico donde nos ofrecen unas supuestas fortunas que dizque
hemos heredado de alguien a quien no conocemos, pero que lleva nuestro apellido.
La idea es robarnos cuando menos la identidad y mas luego, tener acceso a nuestras
cuentas bancarias.
La mayoría de estos intentos de robo provienen de países africanos y
han logrado que los mas incautos hasta viajen al viejo continente en busca del
supuesto tesoro o depósito bancario “que duerme en algún banco, consignado a su
nombre”. Este viaje puede resultar fatal para quien lo intente, recuerde que
usted va a “tierra de nadie”.
Justamente dentro de esta modalidad, se encuentra el fraude denunciado
por la periodista Rosario. Es una supuesta demanda por herencia que dicen
existe en los tribunales españoles y que corresponde a los que llevan el
apellido “Rosario”. Para ponerte en la lista de demandantes, debes pagar RD$
2,000 y esperar; porque “ya están en camino hacia RD, unos cien mil millones de
euros”. Eso le afirmó a Anibelca un bergante que llamó al programa y se
identificó como “Encargado Internacional del prestigioso bufete Portorreal”,
que tiene sus oficinas en el prestante barrio de Villa Consuelo, en Santo
Domingo.
Hay otras bribonadas que han sido cometidas tanto por el Estado
dominicano, como por políticos y particulares mañosos, de las que solo mencionaré
el nombre: el caso de FONPER contra Eje Haina y Eje Itabo, la capitalización de
Corde, los tristes acuerdos eléctricos con Unión Fenosa, Fundapec que luego se
llamóAPEC, la nueva forma de cobrar la tarjeta de turista, hasta llegar al
actual fraude de la ONSA, que aún está en desarrollo y promete volcar “patas
arriba” al Estado y al Gobierno.
Es importante señalar que las estafas son posibles, solo por la
avaricia de los hombres. El estafado se cree que él es el estafador; que el
pillo que le propone la compra de un carísimo reloj Rolex o Cartier por unos
pocos dólares, es un estúpido que no sabe lo que vale una joya como la que le
ofrece y que, con seguridad, él engañará al bribón, “pagándole $200 por un
artículo que vale sobre los $3,000”. Convencido, cierra el negocio, para
después enterarse de que lo que le vendieron, no vale ni $10. Pero para
entonces, ya el pichón ha volado con sus $200.
Otros ofrecen que les cambies un billete de lotería “premiado”, porque
ellos no pueden hacerlo -supuestamente- por no tener documentos de identidad o
porque les van a descontar mucho dinero que deben al Gobierno. En cualquier
caso, terminan tratando de vender el billete “premiado” por un valor ínfimo y
luego descubres que el billete era falsificado.
Hay dos “negocios” muy populares en Nueva York y que no puedo dejar de
mencionar, porque son perfectamente legales y usted se mete en ellos
voluntariamente: la reventa de energía eléctrica y los sistemas de venta
“multinivel”. No conozco a nadie que haya salido satisfecho de ellos, al
contrario, casi todos lamentan de haber sido tan ingenuos, aunque unos pocos sí
han resultado “exitosos”.
Ah, y si usted es apellido Rosario, no trate de “heredar” a ese
pariente que usted no conoce. Entienda que ni tan dichoso ha sido usted en la
vida, para sacarse la lotería sin siquiera haber jugado el billete. Piense,
solo piense-que por eso no cobran- y tendrá todas las respuestas a sus dudas.
¡Vivimos, seguiremos disparando!
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