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viernes, 1 de junio de 2018

¡Quisqueya Alante, Alante!, pero en estafas



POR ROLANDO ROBLES              

Yo que siempre me quejo de que las grandes estafas nos vienen desde fuera; hoy me “regocijo” porque al final, hemos rebasado esa gran “tara” que nos acompaña desde hace unos tres mil años. Porque fue para esa época cuando aparecieron los primeros “hombres parados” en este terruño que ya tenía más de cien millones de años de haber emergido en el mar Caribe.

La alegría me llegó por boca de la brillante periodista Anibelca Rosario, mi prima; porque con este julepe de la demanda, yo también soy de los Rosario, por tanto, a mí no me van a dejar afuera de la “herencia”. La chica bella del Zol de la Mañana, hizo una responsable denuncia sobre las andanzas de una banda de truhanes encabezada por un abogado dominicano que ha estado en la mirilla pública desde hace mas de 30 años, precisamente, por sus correrías engañando a la gente.

Pero yo no voy a llover sobre mojado, ya la periodista Rosario denunció con pelos y señales las actividades del susodicho vagabundo y su pandilla de malandrines. Ahora falta que la ley actúe, como esperamos que suceda; digo si es que hay quien aplique la ley en el país, algo de lo que no estoy tan seguro.

Me voy a dedicar más bien, a tratar de recordar los más memorables “tumbes” que nos han dado a los dominicanos y desde dónde nos los enviaron, aunque a veces, nosotros mismos los importamos o fabricamos en el patio. Es casi seguro que olvidaré algunos, pero nunca será para encubrirlos. Empecemos en el momento que mataron a Trujillo, punto de despegue de la vagabundería colectiva, y contemos.

Todo empezó con la ley 5785 que declaraba de utilidad pública y confiscaba todos los bienes pertenecientes a los Trujillo. Fue emitida por Joaquín Balaguer el 4 de enero de 1962. Mas luego le siguió la ley 5880 del 3 de mayo de 1962, que fue emitida por Rafael F. Bonelly. Su intención aparente era evitar el retroceso, penando las loas a los Trujillo; pero la finalidad real era: robarles a los dominicanos la fortuna que los Trujillo no se pudieron llevar, y que se calcula en cinco veces el valor de la que sí lograron exportar.

Digamos que a casi diez años de este “engaño original” de 1962, se registró un hecho que envolvió a un conocido periodista de origen catalán llamado Don José Enrique Piera Puig, que cayó asesinado por “fuerzas incontrolables” en funciones de gatilleros privados y que estaba destinado -su asesinato-a encubrir un gran fraude cometido contra militares dominicanos de rango medio, a través de un proyecto agroindustrial que se levantó en terrenos del Estado dominicano. Paradójicamente, el responsable de dicho crimen, fue a su vez asesinado, unos treinta años después; pero los bienes que fueron usurpados, nunca se recuperaron.

Casi para la misma fecha, octubre de 1972, fue fundado el Banco de los Trabajadores Dominicanos, de capital mixto, en el que éramos “accionistas” todos los trabajadores de entonces. Dicho banco fue quebrado y su capital socavado y posteriormente liquidado. A los accionistas nunca se nos devolvió el dinero invertido forzosamente, por una ley promulgada gobierno de turno.

Después, la fiebre de las financieras en los años 80’s, esquilmó millones de dólares, especialmente a los residentes del Exterior. Y luego seguimos con la quiebra de Baninter. Los estafados fuimos todos los dominicanos; los beneficiados, un puñado de delincuentes, la mayoría de ellos ni siquiera estuvo en la cárcel y hoy siguen siendo ciudadanos “honorables”. Esa vez, el remedio resultó igual o peor que la enfermedad.

Luego nos empezaron a llegar estafas desde Brasil, pero esta vez ofrecían el paraíso. La más sonora de estas mafias es la iglesia Universal, con su lema: “pare de sufrir”, que te garantiza la salvación. Pero de paso te venden, la arena bendita de Israel, una gota del sudor de Cristo, el potecito de sangre, agua sanadora del Jordán y cuanto fetiche mas se les pudo ocurrir. Pero “universal” era también el banco aquel que nos dejó con las manos en la cabeza para la misma época.

A seguidas apareció el engaño del siglo; volvió loco a los dominicanos en el mundo entero, y todos fueron timados. TeleFree llevó a la quiebra a varios de mis amigos, y no pude evitarlo. Estaban como endrogados, soñaban con que el dinero vendría por camionadas y no te aceptaban razonamiento en contra. Algunos me dejaron de hablar, porque yo “los quería distraer de su carrera por la prosperidad”.

Sin recuperarnos de TeleFree, nos enredaron en algo más sofisticado y que estaba en ejecución desde el año 2000, pero no lo sabíamos. Así fue como descubrimos el apellido oficial del pillaje: Odebrecht. Este engendro carioca actuaba con dos socios locales, el Gobierno y sus consorciados; y el fin era igualmente, estafar al pueblo dominicano. Y bien que lo lograron

Paralelamente con estas formas de timo, a diario nos llegan propuestas por correo electrónico donde nos ofrecen unas supuestas fortunas que dizque hemos heredado de alguien a quien no conocemos, pero que lleva nuestro apellido. La idea es robarnos cuando menos la identidad y mas luego, tener acceso a nuestras cuentas bancarias.

La mayoría de estos intentos de robo provienen de países africanos y han logrado que los mas incautos hasta viajen al viejo continente en busca del supuesto tesoro o depósito bancario “que duerme en algún banco, consignado a su nombre”. Este viaje puede resultar fatal para quien lo intente, recuerde que usted va a “tierra de nadie”.

Justamente dentro de esta modalidad, se encuentra el fraude denunciado por la periodista Rosario. Es una supuesta demanda por herencia que dicen existe en los tribunales españoles y que corresponde a los que llevan el apellido “Rosario”. Para ponerte en la lista de demandantes, debes pagar RD$ 2,000 y esperar; porque “ya están en camino hacia RD, unos cien mil millones de euros”. Eso le afirmó a Anibelca un bergante que llamó al programa y se identificó como “Encargado Internacional del prestigioso bufete Portorreal”, que tiene sus oficinas en el prestante barrio de Villa Consuelo, en Santo Domingo.

Hay otras bribonadas que han sido cometidas tanto por el Estado dominicano, como por políticos y particulares mañosos, de las que solo mencionaré el nombre: el caso de FONPER contra Eje Haina y Eje Itabo, la capitalización de Corde, los tristes acuerdos eléctricos con Unión Fenosa, Fundapec que luego se llamóAPEC, la nueva forma de cobrar la tarjeta de turista, hasta llegar al actual fraude de la ONSA, que aún está en desarrollo y promete volcar “patas arriba” al Estado y al Gobierno.

Es importante señalar que las estafas son posibles, solo por la avaricia de los hombres. El estafado se cree que él es el estafador; que el pillo que le propone la compra de un carísimo reloj Rolex o Cartier por unos pocos dólares, es un estúpido que no sabe lo que vale una joya como la que le ofrece y que, con seguridad, él engañará al bribón, “pagándole $200 por un artículo que vale sobre los $3,000”. Convencido, cierra el negocio, para después enterarse de que lo que le vendieron, no vale ni $10. Pero para entonces, ya el pichón ha volado con sus $200.

Otros ofrecen que les cambies un billete de lotería “premiado”, porque ellos no pueden hacerlo -supuestamente- por no tener documentos de identidad o porque les van a descontar mucho dinero que deben al Gobierno. En cualquier caso, terminan tratando de vender el billete “premiado” por un valor ínfimo y luego descubres que el billete era falsificado.

Hay dos “negocios” muy populares en Nueva York y que no puedo dejar de mencionar, porque son perfectamente legales y usted se mete en ellos voluntariamente: la reventa de energía eléctrica y los sistemas de venta “multinivel”. No conozco a nadie que haya salido satisfecho de ellos, al contrario, casi todos lamentan de haber sido tan ingenuos, aunque unos pocos sí han resultado “exitosos”.

Ah, y si usted es apellido Rosario, no trate de “heredar” a ese pariente que usted no conoce. Entienda que ni tan dichoso ha sido usted en la vida, para sacarse la lotería sin siquiera haber jugado el billete. Piense, solo piense-que por eso no cobran- y tendrá todas las respuestas a sus dudas.

¡Vivimos, seguiremos disparando!



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