Por Salvador Holguín
Hilando Fino
La manzana de la
discordia es una referencia que según la mitología griega, la diosa Eris
destinó “para la más bella” en la boda de Peleo y Tetis, encendiendo una disputa entre Hera, Atenea y
Afrodita que terminaría llevándole a la Guerra de Troya, esto pasará en el
Partido Revolucionario Moderno (PRM) sino toman los correctivos de
lugar a tiempo.
Después de la
culminación del proceso electoral en el que el PRM con su candidato presidencial
Luis Abinader Corona obtuvo un 35% de los votos con los aliados,
ha comenzado a germinar quizás de forma espontanea y extemporánea, la idea
de promover un proyecto presidencial, presentando al ex presidente Hipólito
Mejía como candidato de esa organización política en las próximas elecciones
del 2020.
La motorización de esa
idea propia de políticos con astigmatismo y miopía cosa que le ha mantenido 12
años consecutivos fuera del poder, primero como PRD y ahora disfrazado de PRM,
no le ha permitido ver más allá de la punta de la nariz para ejercer la
política acorde al Siglo 21. Si no cambian permanecerán por un largo tiempo sin
saborear y disfrutar de las mieles del poderío. Para justificarse en sus
pretensiones, esos sectores dentro de la organización dicen estar disgustados
con el rol desempeñado “poco batallador” de Luis Abinader como candidato
presidencial de ese partido en los comicios pasados.
Para empezar a tener sus
efectos la manzana de la discordia en el Revolucionario Moderno,
Hipólito Mejía según nuestra fuente quiere a mi tocayo Salvador Ramos en la
cuota del poder que le toca a la oposición en las altas cortes y la Junta
Central Electoral, sin embargo Luis Abinader pretende que sea Antoliano
Peralta, mientras que el “Pastor” José Marte Piantini dice que si toca algo, es
a él a quien deben dársele. Otra fuente palaciega nos informó que a final de la
campaña electoral de mayo 15, el doctor religioso amarró muy bien su Chiva con
un enviado del presidente, ya que el licenciado no querían ruidos en medios del
conteo de los votos, para que no fuera a empañarle el triunfo histórico que
había anunciado muchos meses antes de concluir el certamen eleccionario y que
Roberto Rosario Márquez lo diera de ganador.
Si faltando cuatro años
para las elecciones del 2020 se están manejando las cosas de esa manera a lo
interno del partido de Luis e Hipólito, se cumplirá lo que pronosticó el ex presidente
Leonel Fernández, que el partido de la Liberación Dominicana gobernará hasta el
2044 y cuidado si más, porque la oposición en vez de concentrarse en
desarrollar estrategias y tácticas políticas que le permitan llegar al gobierno
lo que está es en rebatiñas internas desde ya, por lo que no son merecedores de
que los dominicanos le premien con la Presidencia de la República, que no es
cualquier cosa.
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