Por JUAN T H
Durante años la
Asociación Dominicana de Profesores controló el sistema educativo sin aporte
sustantivos; más del 60 % de los cargos docentes y administrativos estuvieron
en sus manos gracias al clientelismo político.
La entidad que
agrupa a los maestros no está dispuesta a perder las “conquistas” de los últimos años,
principalmente en estos momentos que el ministerio tiene el mayor presupuesto del Estado; un 4 %, más de 153
mil millones de pesos, logrado, no por la ADP, sino por el pueblo a través de
organizaciones civiles y políticas.
En gran medida el
gremio magisterial es responsable del desorden que había con maestros que no
trabajaban, pero cobraban religiosamente, “pensiones” fantasmas, etc., porque
controlaban el aparato educativo incluyendo al ministro que debía subordinarse
a los intereses de los dirigentes de la ADP.
Esa situación ha
ido cambiando paulatinamente, sobre todo con la llegada de Andrés Navarro,
generando grandes enfrentamientos con los grupos que se beneficiaban
grandemente de las distorsiones y el desorden que por años ha caracterizado el
anacrónico sistema educativo dominicano.
El problema
fundamental está en el dinero, en el 4%; en los 153 mil millones de pesos que
recibe Educación que el ministro trata de invertir con transparencia bajo la
vigilancia permanente de organismos nacionales e internacionales,
desvinculándose de actividades impropias que servían para alimentar la
corrupción.
No se concibe
que tanto dinero no esté disponible para el clientelismo y el paternalismo,
para la nominilla, para la repartición grado a grado de contratas, para
suplidores diversos que obtenían grandes beneficios que se repartían con
determinados funcionarios del área administrativa. ¡Ese es el problema!
La excusa de que
el Ministro Navarro quiere privatizar la Educación y que tiene un proyecto
político personal –a lo cual tiene derecho-
resulta ridículo y absurdo, pues de ser así estaría arrodillado ante la ADP;
de ser cierta la acusación no estaría promoviendo los concursos de oposición ni
premiando a los maestros con incentivos salariales después de ser evaluados por
técnicos del país y del extranjero.
Los concursos de
oposición democratizan el sistema y estimula el estudio y la superación del
personal docente, lo cual permite, por primera vez en estos años, que cualquier
maestro o técnico ocupe posiciones importantes a partir de sus conocimientos
académicos y docentes, no de su militancia política, de su religión o color de
piel.
A través de los
concursos de oposición, no del capricho de la ADP, ni del Ministro, cualquier
profesor del Partido Revolucionario Moderno, del Frente Amplio, del Reformismo,
etc., puede dirigir un distrito, una escuela o liceo.
Vengo diciendo
hace muchos años que los partidos no caben en el sistema educativo incluyendo
la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que, dicho sea de paso en algún
momento –espero sea pronto- el Estado debe revisar, analizar y cambiar lo que
haya que cambiar, que es mucho, en la educación superior. La UASD debe cambiar.
No se puede invertir los recursos que necesita la educación universitaria sin
producir profundas transformaciones.
La amenaza que
hacen los profesores, tanto del sistema formar, como universitario, de impedir
el año escolar o el semestre universitario, es inaceptable. Un chantaje inaceptable.
La ADP quiere la
cabeza de Andrés Navarro. Tiene una guillotina lista para cortarle el cuello político. Pretende, por
igual, que Educación Digna, presididapor el intelectual José Mármol, Premio
Nacional de Literatura, no continúe
haciendo propuestas ni vigilando el uso de recursos para que el gasto sea
racional y estrictamente honesto.
Es una pena que
dirigentes del PLD y de la ADP, del círculo estrecho del presidente Danilo
Medina le estén haciendo la vida imposible al Ministro. No lo entiendo. Se
supone que Andrés Navarro cuenta con todo el apoyo del mandatario en las cosas
que está ejecutando.
Finalmente, creo
que la ADP debe redefinir su estatus: ¿Qué es? ¿Un sindicato? ¿Una asociación
profesional o una empresa? Una cosa es clara: No puede haber dos ministros. La
ADP no puede sustituir al Ministro, ni el Ministro a la ADP. Los roles son distintos. Que cada quien juegue
el suyo sin entorpecer el desarrollo educativo del país.
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