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lunes, 29 de enero de 2018

Manifiesto Marcha Verde Nueva York, Enero 2018


Marcha Verde en Nueva York
Enero 28, 2018

En este Enero del 2018 estamos celebrando el primer aniversario del momento en que la indignación de los dominicanos y dominicanas dejó los aposentos y salió a las calles, para expresar el malestar y el repudio que merecen la corrupción y la impunidad del gobierno dominicano, a través de la Marcha Verde.

Entre esos dominicanos hastiados de los robos de un grupo de delincuentes al frente de la administración pública, estamos nosotros, los dominicanos y dominicanas exiliados por un sistema excluyente, corrupto y criminal, que tiene su más cruel y depravada versión en el gobierno de Danilo Medina, que como nunca antes, nos está robando el derecho a vivir en nuestra patria amada y que también le esta robando a los dominicanos que viven dentro de República Dominicana su derecho a vivir en un Estado de orden, con progreso, bienestar, justicia y libertad.

El gobierno corrupto y criminal que preside Danilo Medina no solo nos resta las reivindicaciones que a través de los años el pueblo ha conseguido con el sacrificio de sus mejores hombres y mujeres; sino que resulta muy beneficiado con los inmensos aportes que  nosotros hacemos con las remesas que enviamos a nuestro país y que superan los 5 mil millones de dólares al año, lo que representa un 7 por ciento del producto bruto interno.

Nosotros, los dominicanos y dominicanas que vivimos fuera de nuestro país, no solo estamos obligados a trabajar para sacar adelante y mantener nuestras familias en el extranjero, sino que también cargamos sobre nuestros hombros, una parte muy considerable de los problemas de  República Dominicana.

Nosotros, con nuestras inversiones y auxilios, con la construcción de viviendas y negocios, con los envíos de recursos,  aportamos a la economía, al bienestar, a la supervivencia, a la esperanza de salud, a la alimentación y al desarrollo de la República Dominicana y ayudamos solidariamente a millones de dominicanos que viven con muchas limitaciones, incluyendo a la parte de la población que agoniza en condiciones infrahumanas, mientras un partido político depreda los bienes públicos y una cúpula de funcionarios ladrones acumula fortunas descomunales.

Ahora, los dominicanos de la diáspora también estamos aportando al despertar del pueblo dominicano, levantando la voz y exigiendo una administración pública transparente, con políticas sociales y económicas equitativas y por un sistema de justicia depurado y funcional.

La República Dominicana sufre un sistema partidista clientelar y corrupto, con un modelo económico excluyente, con autoridades incapaces, negligentes y ladronas y esto tiene su más nefasta representación en el gobierno del PLD, que ha desinstitucionalizado al Estado Dominicano, socavando nuestros derechos.

Esta situación ha hastiado al pueblo y lo ha motivado a que denuncie y repudie la corrupción generalizada y la impunidad absoluta, tal como ha hecho en las calles del territorio nacional y en las de distintas ciudades del Mundo donde vivimos los dominicanos a quienes nos importa y nos duele nuestro país.

Hoy, 28 de enero del 2018, el hermoso, diverso y prometedor movimiento ciudadano que parió la Marcha Verde en enero del 2017, continúa  RECLAMANDO un Poder Judicial independiente, que investigue los casos de corrupción como los de Odebrecht, los aviones Súper Tucanos, las tierras de CORDE, el CEA, Los Tres Brazos, así como los casos del OISOE, LA OMSA Y el ilegal proceso de concepción y sobrevaluación de las plantas de carbón de Punta Catalina, en Baní.

La ausencia de un poder judicial independiente y eficaz, nos obliga a seguir en las calles denunciando y repudiando la corrupción y la impunidad y exigiendo el enjuiciamiento y la cárcel para políticos, funcionarios y empresarios corruptos, sin importar la bandería partidaria de los transgresores.

También DEMANDAMOS la recuperación de los bienes mal habidos y sustraídos por funcionarios corruptos, para invertirlos en ayudar a saldar la larga y dolorosa deuda social, contraída por el Estado contra el humilde y trabajador pueblo dominicano.

RECLAMAMOS respeto absoluto por el medio ambiente, que es lo mismo que reclamar el respeto de todos los seres vivientes, empezando por los seres humanos y por la conservación de los recursos que son indispensables para garantizar esa existencia, como el agua. Por eso EXIGIMOS declarar a Loma Miranda Parque Nacional y que se ANULE el contrato de explotación de Loma Romero, en San Juan, otorgado a la multinacional Gold Quest, por la mafia morada en el gobierno.

RECLAMAMOS revisar todas las concesiones mineras otorgadas por el Estado, tanto por su agresión al medioambiente, como por los altos niveles de corrupción con que se han concedido y manejado. Al hacer este reclamo, está en nuestros corazones la tragedia humana  y los sufrimientos  que ha significado la Barrick Gold para el pueblo de Cotui, tragedia que como maldición tiene que perseguir a Leonel Fernández del Partido de la Liberación Dominicana y a todos los congresistas que avalaron la transición sin siquiera haber leído el contrato.

CONDENAMOS el abandono de la frontera dominicana, dejando espacio libre al tráfico de droga, armas y al tráfico de seres humanos, un crimen de lesa humanidad y CONDENAMOS la apatía en las aplicaciones de nuestras leyes Soberanas, con esto transfiriendo sobre nosotros la carga de la manutención de un sistema corrupto, que se aprovecha de nuestra Buena Fe y de la miseria del pueblo vecino.

Esa corrupción voraz  se lleva los fondos para Seguridad y programas sociales, lo cual  nos deja desnudos ante la violencia y delincuencia en las calles que se roban las vidas de ciudadanos/as valiosos.... ¡Y esa violencia y carencia de educación mata a nuestras mujeres y madres en sus hogares!

Para quienes, en el país y en el exterior, nos hemos manifestados bajo la orientación de Marcha Verde, resulta hoy insuficiente seguir denunciando la corrupción y  la impunidad, ya que la corrupción y la impunidad tienen una larga lista de nombres y esa lista comienza con el nombre del actual Presidente, el Señor Danilo Medina.

Por eso, DEMANDAMOS la celebración de un juicio político contra Danilo Medina, por su silencio cómplice frente a múltiples casos de corrupción como los aquí mencionados y para que responda por el entramado de corrupción montado y puesto en operación por Odebrecht, bajo la orientación de Joao Santana, desde el Palacio mismo de la Presidencia dominicana. De manera particular hay que investigar los estrechos lazos de Medina con la aprobación del contrato de Punta Catalina, y más cuando existe la presunción de que parte del dinero de su reelección provino de esta dolosa transacción económica. Para avanzar en este aspecto prometemos denunciar prontamente ante la ONU, la OEA y otras organizaciones internacionales las violaciones incurridas a las leyes internacionales anti corrupción por parte del gobierno de Danilo Medina.

Los Dominicanos de la diáspora también CONDENAMOS el exagerado número de funcionarios con que cuentan nuestras embajadas y consulados, lo cual no es otra cosa que una forma de corrupción velada dirigida al pago de favores políticos.
Este entramado de corrupción es lo que lleva al Estado dominicano a malgastar más de 25 millones de pesos mensuales en sueldos para 298 vicecónsules desparramados por todos los continentes y parte de ellos que no conoce, ni conocerá los países donde han sido designados.

Ese botellero morado, o de cualquier otro color político, también tiene que acabarse, porque su alto costo sale precisamente de los bolsillos de nuestra comunidad, que se ve obligada al pago de elevados servicios consulares y uno de los pasaportes más caros del mundo.

En esta acción, que toma curso cuando se celebra un nuevo aniversario del nacimiento del más ilustre y excelso dominicano, Juan Pablo Duarte, reafirmamos que por el amor que tenemos a nuestra Patria es que REPUDIAMOS a los corruptos y RECLAMAMOS que sean sometidos a la justicia y se recupere el patrimonio robado.

Porque amamos nuestra Patria proclamamos nuestra decisión de seguir peleando por acabar con el sistema político que hace posible el proceder indecente e indecoroso de gobernantes que deben de tener como destino final la cárcel y la condena moral de toda la sociedad.

Y bajo el nombre y el espíritu rebelde de Juan Pablo Duarte, cerramos esta actividad proclamando al mundo, tal y como lo hizo el Patricio, que “mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”.

FIN LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD
VIVA JUAN PABLO DUARTE
VIVA LA REPUBLICA DOMINICANA

1/28/2018
 New York

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