Por Salvador Holguín
Hilando Fino
República Dominicana ha sido sede mediadora en los últimos 20 años, en el
2009 el presidente Leonel Fernández Reyna aceptó el pedido del presidente colombiano
Álvaro Uribe de mediar para resolver el conflicto entre Venezuela y Colombia
derivado del convenio militar entre Bogotá y Washington, que preveía el uso de
siete bases colombianas por las fuerzas de Estados Unidos. El jefe de Estado
Fernández Reyna recordó en ese entonces que nuestro país por su relación de
afecto con sus vecinos, en otras oportunidades había sido mediadora en
conflictos regionales para buscar soluciones a esas divergencias. “Mantenemos
vínculos muy estrechos de amistad con Cuba, Venezuela, pero también con
Colombia, Panamá, en fin, con todos los países de la región, lo que nos ha
permitido jugar un rol de mediación en la solución de conflictos políticos y
diplomáticos que se han presentado en distintas oportunidades”, subrayó Fernández
en ese momento. El líder político y gran mediador se refería al conflicto
surgido entre Ecuador, Colombia y Venezuela tras el ataque colombiano a
territorio ecuatoriano en 2008 en el que falleció Raúl Reyes, segundo al mando
de la guerrilla de las FARC. Dicho conflicto se resolvió por la vía del diálogo
político en el marco de la Cumbre del Grupo de Río, que se llevó a cabo en
marzo de 2008 en Santo Domingo encabezada por Leonel.
En diciembre del 2009 el gobernante Leonel Fernández volvió a servir de
mediador, en esta ocasión entre el presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo
y el derrocado mandatario Manuel Zelaya, los cuales se reunirían en el Palacio
Nacional con su mediador, para buscar una solución negociada a la crisis de
Honduras que llevaba varios meses. A pesar de que Zelaya ganó los comicios de
noviembre de 2005 y dos meses después asumió para una gestión de cuatro años,
pero los militares lo tumbaron del poder el 28 de junio de 2009 y lo enviaron
al exilio. Retornó secretamente a Tegucigalpa el 21 de septiembre y se refugió
en la Embajada Brasileña. Tras la mediación en República Dominicana, el 27 de
enero Manuel Zelaya anunció que saldría como un ciudadano común mediante el
acuerdo firmado por el presidente electo hondureño Porfirio Lobo y el jerarca
dominicano Leonel Fernández, acontecimiento que le dio a Leonel repunte y
proyección nacional e internacional.
Después de la muerte a destiempo del gobernante Hugo Rafael Chávez Frías el
05/03/2013 Venezuela ha caído en una situación de ingobernabilidad por las
torpezas y tozudez de su sucesor, el presidente Nicolás Maduro, a tal punto que
los expresidentes Leonel Fernández de República Dominicana, Martín Torrijos de
Panamá y José Luis Rodríguez Zapatero del Gobierno Español han tenido que intervenir
entre la oposición y Maduro. Ambos líderes pidieron ante la Organización de
Estados Americanos (OEA) “una oportunidad para el diálogo” entre el Gobierno y
la oposición de Venezuela, dicha labor la describieron como “un proceso de paz
preventiva”, basado en los principios de respeto a la democracia y los derechos
fundamentales.
La crisis en Venezuela se ha profundizado aún más debido a los errores
cometidos por el dictador Nicolás Maduro de intensificar la represión en contra
del pueblo venezolano y los líderes políticos de la oposición, escenario que ha
aprovechado el presidente Danilo Mediana para ofrecerse de conciliador y
sacarle filo político sin guardar la forma, el descaro ha sido a tal nivel que
sin haber realizado la primera reunión en busca de solucionar el conflicto, ya
la vocinglería del gobierno empezaba a decir: “Nuestro presidente Danilo que
como en el plano nacional labora sin estridencias de manera continua y sin
reposo por la mejor causa dominicana, en el ámbito regional y continental, sin
espectacularidad con la sobriedad del militante de grandes causas trabaja por
la paz y la democracia”. Lo que evidencia que Danilo Medina está descalificado
para mediar en Venezuela por sus pretensiones de sacarle provecho y querer
mejorar su imagen en territorio nacional e internacional, además de la
incapacidad que ha demostrado tener de conciliar con el Movimiento Verde, la
oposición y la Sociedad Civil dominicana sobre los temas de Nación, lo que
ayudaría al avance del país y mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos.
Pero la felicidad del pobre dura poco y más cuando se consigue de forma
malsana, lo digo porque de inmediato la oposición venezolana, Coalición Mesa de
la Unidad Democrática (MUD), fijó su posición diciendo: “A Danilo Medina y al
secretario general de Naciones Unidas Antonio Guterres, Venezuela y al mundo
queremos decirle, que no hay diálogo ni habrá hasta que se cumplan las
condiciones, haya acompañamiento y se efectúe lo planteado por el (MUD).” Entre
las condiciones para negociar planteadas por el vocero oponente Julio Borges
está; el respeto a las competencias del Legislativo recortadas recientemente
por la Asamblea Constituyente que rige el país con poderes absolutos y la
atención inmediata de la grave crisis socioeconómica. Además, liberación de
presos políticos y el levantamiento de inhabilitaciones que impiden a
opositores postular a cargos de elección popular. El afán de Danilo Mediana de
seguir el plan de destruir al expresidente Leonel Fernández en el país y ahora
internacionalmente, lo ha llevado a cometer errores que por lo visto, no
terminará bien…
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