Por JUAN T H
Hoy recuerdo los
versos del poeta del exilio León Felipe a propósito de todas las mentiras y de
todos los cuentos que nos hacen a través del Ministerio Público y de la prensa cuando
prometen investigar “hasta las últimas
consecuencias, caiga quien caiga”, porque “no en el gobierno hay vacas sagradas”, tal o cual caso denuncia de corrupción, como la
fortuna de Diandino Peña, el pago de 3.5 millones de dólares en sobornos para
la compra de los aviones Súper Tucano y los 92 millones de dólares que la
empresa Odebrecht dijo pagó en sobornos a congresistas y funcionarios para obtener grandes obras que luego
sobrevaluaba.
Dice el
Movimiento Verde que lo del gobierno, que amaga y no da, que promete y no cumple,
es “mareo”, que no es más que una manera de entretener al pueblo y contener su
rabia en las calles.
Yo, igual que el
poeta español León Felipe, que murió en el México “lindo y querido”, donde
también murió otro León (Trotski) pero asesinado por órdenes de Stalin, creo
que es cuento, no tan bueno como “La Mujer” de Juan Bosch; el cuento del
gobierno con la corrupción es malo, mediocre y perverso porque no hay castigo
para los culpables.
Que hable el
poeta:
“Yo
no sé muchas cosas, es verdad.
Digo
tan sólo lo que he visto.
Y
he visto: que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que
los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que
el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que
los huesos del hombre los entierran con cuentos,
Y
que el miedo del hombre…
ha
inventado todos los cuentos.
Yo
no sé muchas cosas, es verdad,
pero
me han dormido con todos los cuentos…
Y
se todos los cuentos”.
El pueblo
dominicano con una historia tan larga de cuentos, debe saberse todos los
cuentos de los políticos de memoria. Es una pena, parafraseando al poeta, que lo sigan durmiendo con cuentos, que su
llanto lo taponen con cuentos, que su angustia la ahoguen con cuentos, y que su
miedo haya creado o permitido tantos cuentos. ¡No más!
Los casos de
corrupción llegan y se van. Un escándalo sustituye al otro en la justicia y en
los medios de comunicación. Una ola de estupor parece llenar la prensa y las
redes sociales hasta que el gobierno inventa una “comisión de alto nivel” con
el fin de ocultar la verdad impidiendo que se haga justicia, que los predadores
del Estado terminen en la cárcel.
El Ministerio
Público y las comisiones oficiales
tienen, como único propósito, garantizar la impunidad de los políticos del
partido oficial, sus amigos y relacionados. Los resultados de las
investigaciones no terminan en la justicia. Y si llegan, como algunos, sólo
caen los pequeños, los de abajo, los pendejos, jamás los grandes ladrones, los
jefes, los de arriba.
El Ministerio
Público elabora unos expedientes sin pruebas o con pruebas circunstanciales,
como lo estableció la honorable magistrada Mirian Germán.
Así es que,
basta de “mareos”, basta de “cuentos chinos” o de cualquier otra naturaleza.
Los corruptos a la cárcel. No más impunidad. Ya nos sabemos todos los cuentos
del gobierno. No somos tarados ni estúpidos.
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