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miércoles, 18 de octubre de 2017

A propósito del desarrollo: propuesta construcción barrera contra inundación (2)


Por Rafael Matos Feliz

Dejamos establecido la vez anterior, la propuesta de muros de gaviones y barreras vivas con bambú en aquellos lugares del cauce del Río Yaque del Sur, donde las aguas de las crecidas chocaban frontalmente con las márgenes y ocasionaban fuertes erosiones y arrastres, llegando a dañar, vías, viviendas y cultivos. También se propuso que las barreras vivas con bambú se construyeran a todo lo largo de ambas márgenes del río.

El bambú, por ser una gramínea de rápido crecimiento y de gran resistencia, presenta un sistema de raíces y tallo subterráneo que pueden pasar los 2 metros de profundidad, creando una complicada red que brinda protección a los horizontes del suelo y subsuelo.

También, la planta produce abundante biomasa que aporta nutrientes, fertilizando y mejorando la estructura de los suelos. Sus tallos maduros sirven perfectamente para artesanías de alta calidad y es una excelentecortina usada como rompe vientos.

Cuando nos desempeñábamos como Encargado Regional de Investigación Agrícola y Director de la Estación Experimental Palo Alto (1980-1988) se sembraron en la Estación cerca de 4 (cuatro) tareas de una especie de bambú muy usada para proteger los taludes de ríos y parcelas y de ahí que la propuesta sobre la construcción de la barrera contra las inundaciones del Yaque, ya tiene componentes que posibilitan su concreción.

Durante los años 1997 al 2000 mientras trabajábamos en actividades de desarrollo comunitario entre La Lista y Cabral, ocurrieron inundaciones que llegaron a impactar en viviendas y cultivos de varias comunidades en los alrededores de la laguna y ello llevó a que preparáramos una pequeña parcela con bambú en La Lista para ir creando una barrera viva que impidiera que la laguna, en las crecidas, llegara hasta los cultivos y las viviendas, además para poder utilizar los tallos al madurar, en las artesanías local.

Entre los años 2003 y 2007, mientras nos desempeñábamos como Director del CURSO-UASD, propusimos a varias alcaldías de las comunidades donde las inundaciones hacen los mayores daños, que el CURSO se comprometía a involucrar a los estudiantes a graduarse para que su labor social sea la siembra de áreas con la barrera viva de bambú en las comunidades acordadas. Ello implicaba un apoyo logístico de las alcaldías para la realización de la actividad de siembra. Además, se realizaron conversaciones con directores de escuelas, a fin de coordinar a los estudiantes de los liceos con las 60 horas de labor social en las actividades de construcción de las barreras vivas.

Posteriormente, durante el 2012, mientras trabajábamos en los Planes Estratégicos de Desarrollo de los Territorios Rurales de Barahona, en una nueva visita a la comunidad de Quita Coraza vimos que la Escuela Básica de la comunidad se encontraba ya muy cerca de un talud de grave peligro por las erosiones causadas con las aguas de Sandy e Isaac y volvimos a tocar el tema de la barrera viva y los muros de gaviones.

En esa ocasión, el Director de la Junta Distrital, EduardoDe la Cruz, hizo el compromiso de tocar sus relaciones en el Gobierno para que esa propuesta sea una realidad lo más pronto posible. A pesar de todas esas acciones en pos del logro de que se pudiera concretizar una barrera contra las inundaciones del Yaque del Sur en sus márgenes, las respuestas de los “funcionarios” ha sido siempre no interesarse en la misma, pues recordemos que a los pobres y a los sectores humildes, se asume que se les puede descartar a la hora de decidir para hacer intervenciones de políticas públicas.

Como colofón, para darle más veracidad a lo externado precedentemente, un día de esos, se nos acercó un dilecto amigo, profesional de la Ingeniería Civil, y nos dijo: esas propuestas que ustedes hacen son muy buenas y creo que podrían ser las soluciones a tantos traumas y desasosiegos en las vidas de tantas comunidades del suroeste, pero mi opinión es que, para los ministerios y funcionarios del gobierno, ahí no hay nada que buscar, pues eso se podría hacer con presupuesto bajo y eso no permite ningún tipo de rejuego. Recordó a Rodríguez Pimentel y se sonrió. ¿Ustedes han visto al diablo?

Solo nos resta decir que, ahí están los bambúes esperando, los estudiantes esperando, algunas alcaldías esperando, algunas comunidades esperando y el río, hasta que algún dichoso funcionario de los que nos gastamos y con “poder de decisión” se digne en mejorar la calidad de la vida de miles de ciudadanos laboriosos y amantes de la paz.

Hasta la próxima, mis estimados.


Por el Desarrollo Sostenible

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