Por Rafael Matos
Feliz
Dejamos
establecido la vez anterior, la propuesta de muros de gaviones y barreras vivas
con bambú en aquellos lugares del cauce del Río Yaque del Sur, donde las aguas
de las crecidas chocaban frontalmente con las márgenes y ocasionaban fuertes
erosiones y arrastres, llegando a dañar, vías, viviendas y cultivos. También se
propuso que las barreras vivas con bambú se construyeran a todo lo largo de
ambas márgenes del río.
El bambú, por
ser una gramínea de rápido crecimiento y de gran resistencia, presenta un
sistema de raíces y tallo subterráneo que pueden pasar los 2 metros de
profundidad, creando una complicada red que brinda protección a los horizontes
del suelo y subsuelo.
También, la
planta produce abundante biomasa que aporta nutrientes, fertilizando y
mejorando la estructura de los suelos. Sus tallos maduros sirven perfectamente
para artesanías de alta calidad y es una excelentecortina usada como rompe
vientos.
Cuando nos
desempeñábamos como Encargado Regional de Investigación Agrícola y Director de
la Estación Experimental Palo Alto (1980-1988) se sembraron en la Estación cerca
de 4 (cuatro) tareas de una especie de bambú muy usada para proteger los
taludes de ríos y parcelas y de ahí que la propuesta sobre la construcción de
la barrera contra las inundaciones del Yaque, ya tiene componentes que posibilitan
su concreción.
Durante los años
1997 al 2000 mientras trabajábamos en actividades de desarrollo comunitario
entre La Lista y Cabral, ocurrieron inundaciones que llegaron a impactar en
viviendas y cultivos de varias comunidades en los alrededores de la laguna y
ello llevó a que preparáramos una pequeña parcela con bambú en La Lista para ir
creando una barrera viva que impidiera que la laguna, en las crecidas, llegara
hasta los cultivos y las viviendas, además para poder utilizar los tallos al
madurar, en las artesanías local.
Entre los años
2003 y 2007, mientras nos desempeñábamos como Director del CURSO-UASD,
propusimos a varias alcaldías de las comunidades donde las inundaciones hacen
los mayores daños, que el CURSO se comprometía a involucrar a los estudiantes a
graduarse para que su labor social sea la siembra de áreas con la barrera viva
de bambú en las comunidades acordadas. Ello implicaba un apoyo logístico de las
alcaldías para la realización de la actividad de siembra. Además, se realizaron
conversaciones con directores de escuelas, a fin de coordinar a los estudiantes
de los liceos con las 60 horas de labor social en las actividades de
construcción de las barreras vivas.
Posteriormente,
durante el 2012, mientras trabajábamos en los Planes Estratégicos de Desarrollo
de los Territorios Rurales de Barahona, en una nueva visita a la comunidad de Quita
Coraza vimos que la Escuela Básica de la comunidad se encontraba ya muy cerca
de un talud de grave peligro por las erosiones causadas con las aguas de Sandy
e Isaac y volvimos a tocar el tema de la barrera viva y los muros de gaviones.
En esa ocasión,
el Director de la Junta Distrital, EduardoDe la Cruz, hizo el compromiso de
tocar sus relaciones en el Gobierno para que esa propuesta sea una realidad lo más
pronto posible. A pesar de todas esas acciones en pos del logro de que se
pudiera concretizar una barrera contra las inundaciones del Yaque del Sur en
sus márgenes, las respuestas de los “funcionarios” ha sido siempre no
interesarse en la misma, pues recordemos que a los pobres y a los sectores
humildes, se asume que se les puede descartar a la hora de decidir para hacer
intervenciones de políticas públicas.
Como colofón,
para darle más veracidad a lo externado precedentemente, un día de esos, se nos
acercó un dilecto amigo, profesional de la Ingeniería Civil, y nos dijo: esas
propuestas que ustedes hacen son muy buenas y creo que podrían ser las
soluciones a tantos traumas y desasosiegos en las vidas de tantas comunidades
del suroeste, pero mi opinión es que, para los
ministerios y funcionarios del gobierno, ahí no hay nada que buscar, pues eso
se podría hacer con presupuesto bajo y eso no permite ningún tipo de rejuego. Recordó
a Rodríguez Pimentel y se sonrió. ¿Ustedes han visto al diablo?
Solo nos resta
decir que, ahí están los bambúes esperando, los estudiantes esperando, algunas
alcaldías esperando, algunas comunidades esperando y el río, hasta que algún
dichoso funcionario de los que nos gastamos y con “poder de decisión” se digne
en mejorar la calidad de la vida de miles de ciudadanos laboriosos y amantes de
la paz.
Hasta la
próxima, mis estimados.
Por
el Desarrollo Sostenible
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