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viernes, 20 de octubre de 2017

¿Sanación para nuestros verdugos, con cadenas de oraciones?


Por Miguel Espaillat Grullón  

Dedicatoria
Ofrezco este trabajo a todos los escritores y periodistas del mundo, en especial a los dominicanos mártires y héroes en su oficio.

Nuestra América y el mundo, desde siempre han sido víctimas de hombres crueles, ladrones y asesinos; de sádicos, de codiciosos desalmados, de perversos hasta lo indecible.  Nuestro planeta ha sido prolífico en la producción de esos especímenes que no duermen si no han hecho alguna maldad, que sus pies corren presurosos hacia el mal y a derramar sangre inocente.  De esos demonios que han ocasionado en todo tiempo y lugar tormentos, barbaries, dolores, sufrimientos, fatigas, tragedias humanas inconmensurables, el viejo y el nuevo mundo los ha parido por montones. 

Por esos satanes, hay historias de esclavitud, de cadenas, de látigos, de grillos, de torturas, descuartizamientos, empalamientos y degüellos en masa; de crucifixiones  tiros en la nuca, fusilamientos, lapidaciones, decapitaciones, amputaciones, encarcelamientos injustos, de cruzadas religiosas sanguinarias, de inquisiciones medievales opresoras, de genocidios, holocaustos,  de frenesí sanguinario  en lo que han corrido ríos de sangre.  Por las mismas razones han, y siguen habiendo, saqueos, guerras de exterminio, guerras étnicas, convencionales y de cuarta generación, de bombardeos atómicos, con napalm y gases tóxicos.  Por culpa de esos hombres que han vendido sus almas al diablo, hay injusticias sociales, hambrunas terribles, terrorismo por doquier, millones de exiliados, desplazados y refugiados forzosos y estados fallidos.  En fin, los horrores existenciales que ha padecido y sigue sufriendo el género humano, se debe a maldad intrínseca de los millones de hombres diabólicos, que ha parido y sigue pariendo la humanidad.

Han sido protagonistas de los horrores mencionados, desde Atila, Genghis Khan, los jeques, jefes y reyes de tribus árabes (entre los cuales están los de las 12 tribus de Israel, quienes todavía en el día hoy, sus descendientes se están matando los unos a los otros).  También son representativos de los horrores mencionados, los 12 emperadores romanos, lo mismo que sus procónsules y gobernadores, los reyes y nobles europeos; y los que protagonizaron la "conquista y cristianización de América". Posteriormente continuaron esa saga, Napoleón Bonaparte quien mandaba a degollar 10 mil hombres sin que eso le quitase el sueño.  Hitler, Mussolini y Franco entre otros, caen dentro de esta siniestra casta, cuyas barbaridades contra sus congéneres es superior a la perversidad humana que podamos imaginar, tal como también expresara Simón Bolívar de las masacres cometidas por los conquistadores españoles en Venezuela, reinos, virreinatos, provincias y departamentos en el exterminio de nativos y mestizos para apropiarse de sus tierras, y de ñapa esclavizarlos.   De aquellos tiempos, no se quedan atrás en eso de masacrar a sus congéneres Stalin, Pol Pot, ni Chiang Kai Shek y decenas más como ellos, y miles, que de llegar al poder hicieran lo mismo que ellos. 

Posteriormente los horrores que nos ocupan serian cometidos por los imperios nacientes y sus secuaces los dictadores impuestos, que con manadas de asesinos al servicio de ellos, infligían e infligen a los pueblos tormentos y calamidades infinitas.  En nuestra República Dominicana, primero Santana y Trujillo, después Balaguer y sus colaboradores castrenses, competían en la comisión de las barbaries referidas con decenas de sus pares latinoamericanos.

Ahora bien... los sobrevivientes de las naciones que fueron víctimas de los bárbaros degollamientos en masa y saqueos cometidos por los césares romanos, los sobrevivientes de los pueblos que fueron destruidos por las locuras de Hitler, los sobrevivientes del Holocausto y de otros genocidios, los pueblos subyugados y martirizados por los tiranos, los millones de hombres y mujeres que han sufrido encarcelamientos injustos o exilios forzosos y los que han sido esclavizados, explotados, torturados, y visto injusticias  enormes en su entorno;  en este cuadro,  retrotrayéndonos al pasado, sí fuere el caso, de que los victimarios cayesen en lecho de muerte, ¿sería lógico que los millones de sobrevivientes a las masacres y  desmanes de estos alter egos de Leviatán, se concentrasen en los templos convocados para una misa, o que se hagan las famosas cadena de oración por la pronta recuperación de la salud de esos sayones, a sabiendas, que estos ya recuperados y vueltos a sus puestos con energía vital, volverían de nuevo a sus maquinaciones y  vesanias contra los mismos que han orado por la pronta recuperación de esos pseudohumanos?  

En nuestra República Dominicana, es historia cierta los masacrados por Trujillo y su familia (principalmente por Ramfis y Petán Trujillo), y después por johny abes García, Victor Alicinio Peña Rivera, Luis José León Estévez, Felix W Bernardino, José Manuel Alcántara, Cariaco de la Rosa Luciano, Francisco y Rafael Villeta, y por tantos otros matones; y posteriormente, por los esbirros del balaguerato.  En estos casos, los familiares de los asesinados, los encarcelados injustamente por años, los sobrevivientes de las torturas atroces, todo el pueblo dominicano abuzado, vejado y pisoteado, en el hipotético caso, de que una vez esas escorias humanas cayesen en cama de muerte, ¿las victimas mencionadas y todo el pueblo de aquel entonces, debieron acudir en masa a los templos a orar, o hacer cadenas de oraciones por la pronta recuperación de esas bestias?

Los familiares de los combatientes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, ¿debieron orar por la salud de los que asesinaron y torturaron a sus parientes después de presos? ¿También, nuestro pueblo habrá de hacerlo por Vincho Castillo el día que caiga en lecho de muerte y por los generales que fusilaron a Caamaño y a tantos héroes como él?

¿Los judíos, debieron rezar por la recuperación de Hitler y del doctor Josef Mengele (el ángel de la muerte), lo chilenos por Pinochet, los nicas por los Somoza, los paraguayos por stroessener, los guatemaltecos por Jorge Ubico y Ríos Montt, los argentinos por Jorge Rafael Videla y Alfredo Ignacio Astiz (otro ángel de la muerte), los venezolanos por Marco Pérez Jiménez y Juan Vicente Gómez los mexicanos por Porfirio Díaz, y así sucesivamente?   Bajo este estoicismo, hasta el pueblo cubano debió de orar por la salud, recuperación y larga vida del corrupto Fulgencio Batista, y hoy en día, por la del terrorista Luis Posada Carriles.

Con esta filosofía existencial, los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki tendrían que haber orado por la salud y larga vida del presidente Harry Truman, por la del general general Douglas MacArthur y hasta por los científicos que desarrollaron esas bombas, que en un relampaguear, calcinaron a mas de 200 mil japoneses.  De igual modo, los vietnamitas, norcoreanos, camboyanos, los laosianos, iraquíes, sirios y libios, que sobrevivieron a la fantástica cantidad de bombas que destruyeron sus campos y ciudades y que mataron a millones de los suyos, tendrían que haber orado por la salud y larga vida de los que produjeron sus desgracias.  Y hasta los millones de humanos que hoy en día mueren por hambre y sed y que son desplazados y refugiados, deben hacer los mismos pedimentos en oración, por los que reproducen sus miserias y que apuestan a la guerra, antes que a la paz. 

Siendo así, con esta lenidad, definitivamente la tierra se convertiría en el reino de los malos, donde los hombres y mujeres, de todas las edades (niños, jóvenes y ancianos) tendrían, para ganar el cielo, que convertirse en grandes masoquistas.

Yo particularmente, no oraría, ni haría misas por la salud ellos, no puedo desear la vida a quien con ella viene a quitarme la mía o la de muchos, o a quien con ella seguirá siendo el verdugo de siempre y de todos.  Para que la democracia, la libertad, los derechos humanos, una vida más digna, el progreso personal y la felicidad de los pueblos se hagan ciertos, se hace necesaria la eliminación de sus sátrapas.  Es decir, si la felicidad de muchos está malograda por la existencia de un tirano, esa bestia debe morir irremisiblemente para liberarnos, puesto que sería masoquista o tarado y hasta irresponsable de los suyos y de su patria, quien desea larga vida para el verdugo, que recuperado, volverá a arrancarnos medalaganariamente la cabeza y la paz a todo el pueblo.  En cambio, sí oraría para que obrase en ellos el milagro del arrepentimiento, para que en la próxima reencarnación, el karma, como acto de retribución divina, no les sea tan fuerte. 

 ¿Por qué el discurso anterior?

Pues bien...Desde hace una semana está en lecho de muerte un periodista que ha sido parte  por casi 17 años de los gobiernos peledeistas como embajador ganando un dineral en dólares, y que como comunicador se ha constituido en una bocina defensora de las acciones de esos gobiernos y de sus personajes más deleznables, que dicho sea de paso, se han enriquecido exponencialmente saqueando descarada e inmisericordemente el dinero pertenecientes a nuestro pueblo, los cuales, de no haber sido robados, se hubiesen dedicado a los renglones salud, educación, vivienda, transporte y alimentación entre otros.

Este comunicador ha sido muy especial en eso de ejercer el periodismo con hipocresía, con perversidad, con depravación, matando a diario la verdad, para defender a corruptos, la corrupción y la impunidad, en lo que ha logrado un doctorado de cinismo y de cómo burlarse de todo un pueblo.   No es que esté tipificando a este periodista con la categoría de un sociópata como lo fue Alfredo Ignacio Astiz (otro ángel de la muerte), pero si puedo catalogarlo como al nazis Josef Goebbel del peledeismo, o también, como el Bonillita Aybar de estos tiempos.

14- El rol de este "periodista-diplomático" bien se encuentra definido en un párrafo del intelectual Andrés Luciano Mateo.  Citamos: "El gobierno de Danilo Medina se ha gastado de enero a julio unos 800 mil millones de pesos en promoción, pregonando a diestra y siniestra la “transparencia” de sus actos, el éxito de su gestión de gobierno, sus logros inimaginables. Un gobierno minado por la ilegitimidad y la corrupción, tiende a construir un patrón de conducta totalmente predecible: confía que el aparato propagandístico deshaga todo el “pánico moral” que sus acciones han desencadenado en la sociedad. El gobierno cuenta para ello con un organismo central de prensa(DICOM), cuenta con la DIAPE ( un enclave de “analistas” que fisgonea a todo el que escribe contra el gobierno e informa a los organismos de seguridad), más de dos mil comunicadores esparcidos por todo el país, “bocinas” muy bien pagadas que reciben millonarias sumas por distintas vías (Las “bocinas con altos rangos” no cobran únicamente por sus programas radiales o televisivos, sino que además son suplidores del Estado, contratistas, lobistas e intermediarios en operaciones comerciales. Hay “bocinas” que son verdaderos millonarios de nuevo cuño, a costa del erario), tiene también medios escritos y televisivos a su disposición, y maneja, para colmo, la mayor cartera de anuncios comerciales del mercado publicitario. En cierta forma por el dominio mediático el gobierno se cree ser la totalidad imaginada del país". Fin de la cita.

En su función de comunicador, este Goebbels del peledeismo ha estado defendiendo a los acusados en los casos de Odebrecht, la OISOE, INAPA, el CEA, CORDE, PUNTA CATALINA, CASSD, OMSA, la compra de los tucanos, los prestamos de la Sund land, las sobrevaluaciones en compra y contrataciones de las obras del estado (carreteras, puentes, puertos, aeropuertos, elevados, edificios, Metro, remodelación del Darío Contreras, venta de los "Tres Brazos", contrato concedido a la Barrick Gold, y un largo etcétera.  Y no está defendiendo a Manuel Rivas, a quien las investigaciones apuntan a ser el autor intelectual del asesinato de Yuniol Ramírez, porque la circunstancia de salud en que está, se lo ha impedido.

Por qué no me postro a orar por la recuperación de la salud de este periodista

Desde su lecho de convaleciente, el "periodista-diplomático" que nos ocupa, pidió al pueblo que oraran por el restablecimiento de su salud.  De inmediato publiqué en mi página de facebook, que yo no iba a orar para que se diera ese milagro, pero que en cambio, sí lo haré por el restablecimiento de su alma, que es la que verdaderamente está enferma, lo que como efecto colateral ha derivado en la enfermedad de su hígado.

¿Por qué esta actitud mía frente a un hombre que ha declarado estar en lecho de muerte?  Muy sencillo.   Al lector acucioso, le invito a analizar el mentamensaje contenido en una oración de su declaración: "Durante casi cincuenta años he ejercido el periodismo rindiéndole culto a la verdad".  Es decir, en este hombre no hay arrepentimiento, y ratifica que ha estado haciendo lo correcto, una reacción muy típica de los sociópatas, antes los hechos que se le imputan, aún sean sorprendidos in fraganti, por lo que deduzco, que el comunicador en cuestión, de restablecerse, volverá a la misma labor de periodista mercenario y bocina defensora de los corruptos, de la corrupción y la impunidad, con la cual le ha hecho mucho daño a nuestra patria. 

No creo que mi posición sea contraria a la justicia, la misericordia y la fe, ni opuesta a las enseñanzas cristianas. No es lógico desear la recuperación de la salud de alguien, que sabemos de antemano, porque lo ha confesado, que una vez recuperado volverá a su labor de verdugo con nosotros, porque la naturaleza intrínseca de esos individuos es gozarse en la maldad.   

Tampoco estoy siendo inconsecuente con la sentencia duartiana, que nos lleva a razonar:"hay que escarmentar a los traidores como se debe, para que los buenos y verdaderos dominicanos no sean víctimas de sus maquinaciones"

Tampoco estoy en disonancia con el inmenso José Martí cuando dijo: "Lo malo se ha de aborrecer aunque sea nuestro".   "De vez en cuando es bueno sacudir la tierra para que lo podrido caiga a tierra".

Tenga en cuenta el lector que no tengo sentimientos de venganza, sino de justicia, puesto que es justo, cosechar solo lo que se siembra, y cuidar la siembra del fruto, extirpándole la yerba mala; y que mi revolución, como la de Martí, no es la revolución de la cólera; sino, la revolución de la reflexión, en la que el que siembra vientos, cosecha tempestades.

Eso de amar a nuestros enemigos (a menos que no sea como los israelitas aman a los palestinos) y de perdonar 490 veces, es una invención, un insertado en la Biblia hecho por los perversos pecadores que existieron muchos años después de haber muerto el Cristo, que a latigazos, echó los mercaderes del templo."

Si esa conducta fuera la condición exigida a practicar para ganar el "cielo prometido", entonces, para lograrla, tendríamos que convertirnos en "místicos siberianos".   Ello solo sería posible en una sociedad de hombres sin testículos(o con ellos atrofiados), que por ende, no producen testosterona, y de mujeres sin ovarios (o atrofiados), que no producen estrógeno ni progesterona.  Pero también, convertirnos en una humanidad de hombres y mujeres, en cuyos cerebros estén ausentes las zonas que capten, procesen y den respuesta a sentimientos de ira, rebeldía, amor y odio, y que no produzcan las pulsiones en los rangos vitales.   En fin, para que no haya una respuesta al daño causado por el enemigo, o tan siquiera una defensa, una protesta, una acción contestaria, o no manifestar sentimientos de agravio, los afectados (hombres y mujeres), tendrían que dejar de ser humanos, o seres sin vigor, sin la fuerza vital en sus entrañas, para solo existir, como vivos muertos.    

Finalmente, solo quiero preguntar: ¿tendremos los dominicanos de la presente generación, que echarnos de rodillas a implorar en cadenas de oraciones a Dios todopoderoso, por la salud de los ladrones peledeistas, cuando estos, uno a uno comiencen a caer en lecho de muerte?

 A los lectores les dejo la palabra



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