Por Reynaldo Peguero
República Dominicana se bate en medio de una sarta de ficciones,
razones apócrifas y medias verdades que evidencian un subjetivo saber. Fábulas
que se filtran por los medios de comunicación, redes sociales y
tertulias, donde el catastrofismo y el pesimismo campean a sus
anchas.
Manto de fantasías, cherchas y trivialidades que cubre la verdad
objetiva de las cosas. Parodiando los premios Nobel, Miguel Ángel Asturias,
Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, en esta isla de merengues,
bachatas, azúcar y alcohol vivimos en un eterno “realismo mágico”.
Moralistas y religiosos de la vida pública, que en su vida privada,
reinventan los 7 pecados capitales o los crímenes más sonados de Jack “El
Destripador”.. Policías que por arte de magia descubren puntos de drogas y caen
como héroes batiéndose en justicia. Comerciantes críticos de los gobiernos pero
que son beneficiarios de las históricas opalescencias de la gestión pública.
Juristas que velan por la ley, pero que prosperan en las brechas oscuras del
sistema de justicia. Médicos favorecidos que la gente se enferme para
recomendar procedimientos muy rentables para sus cuentas bancarias. Hombres
maltratadores de sus compañeras y familias que niegan el machismo y la
violencia de género.
En nuestro caso, viven en realismo mágico dirigentes, empresarios y
políticos que suponen que la planificación es una filosofía aérea y
espuria reducida a vaticinar en bola de cristal lo que debe hacerse a
futuro en un territorio. Entienden que lo verdaderamente real y conveniente es
la acción de bomberos para apagar fuegos, resolver crisis y afrontar sin
planificación los problemas del diario vivir. No es su ocupación la
sostenibilidad y permanencia de las buenas acciones.
La relación entre planes estratégicos territoriales y planes
operativos es un espacio conceptual donde muchos creen que saben, lo que en los
hechos, no entienden. Hablamos de planificar estratégicamente el futuro de
abajo hasta arriba, proyectando la ciudad deseada por todas y todos. Creando
una reciprocidad inteligente entre la visión estratégica y las planificación
operativa del presente.
En el contexto de formulación nuevo Plan Estratégico de Santiago al
año 2030 debemos releer estos conceptos y herramientas para impulsar
del desarrollo sostenible de Santiago. No tan sólo para apagar fuegos, si no
para evitar que surjan nuevos incendios.
Sabemos que en la historia de la ciencia, la acción operativa del día
a día, precede a la planificación. Por lo tanto si surge históricamente la
planificación es porque el accionar bomberil se agota. Esto es todavía más
valido en la creación y origen de las ciudades. Proceso que antecede a la
ciencia para asegurar un mejor diseño de las ciudades, la planificación urbana.
Sabemos que el “urbanismo” surge primero y luego brota la planificación urbana
de largo alcance y en los años 80 del siglo XX, florece la planificación
estratégica urbana.
El caos que genera el constante accionar irreflexivo, la realización
automática de tareas operativas y la reproducción masiva de productos, es
lo que conduce al ingeniero norteamericano Frederick Winslow Taylor, a
formular las bases de la administración científica. Una disciplina que incluye
la planificación, y otras categorías como la dirección, la organización, el
control y la gestión de los recursos humanos involucrados en el proceso.
Frederick Taylor (Filadelfia) junto Henry Fayol (Estambul) son
los científicos que generan una auténtica reflexión sobre las formas y
procedimientos en que debe organizarse la acción y en su caso, la producción,
para asegurar el desarrollo organizado de las empresas. Ellos nos permiten
entender la lógica de las tres E: Eficiencia, Eficacia y Efectividad.
Eficiencia (cantidad de productos por unidad de tiempo); Eficacia (costo y
recursos vinculados a la buena generación de esos productos) y Efectividad
(impacto de los productos en el mercado).
En consecuencia, la planificación es un concepto que se muda de
la administración de la producción industrial a la gestión estratégica de
las ciudades. La planificación estratégica territorial debiera resumir las tres
E. Generar Eficiencia pues debe lograr la mayor cantidad de victorias rápidas
(acupunturas) y proyectos estructurantes, en el menor tiempo posible. Producir
Eficacia, pues al menor costo y con recursos humanos críticos, se ejecutan
acciones exitosas. Finalmente, incitar a la Efectividad, pues los proyectos deben
generar impacto y buena percepción en la ciudadanía.
Se conoce que sintetizadas por estos científicos y otros precursores,
las ciencias de la administración y en consecuencia una de sus principales
categorías, la planificación, se convierte en una herramienta del trabajo
exitoso. A finales del siglo XIX se comienzan a utilizar estas disciplinas
en el urbanismo. Aunque muchos lo ignoran, el urbanismo y la planificación
fueron procesos influidos significativamente por la revolución industrial que
aconteció en el siglo XIX.
Cuando en 1867 el catalán Ildefonso Cerdá escribe su clásico “Teoría
General de la Urbanización”, se concentra visionariamente en el desarrollo de
las ciudades, pero no en las metodologías para la planificación del desarrollo
de las ciudades.. Esa no era su visión en su libro de 831 páginas donde
no aparece la palabra, ni el concepto de la planificación. Es la dinámica
urbana de la ciudad industrial que estimula la aparición de la planificación
urbana.
En Santiago, las acciones operativas en este municipio y ciudad, se
vinieron haciendo sin planificación hasta que en el año 2002 surgió el Plan
Estratégico de Desarrollo de Santiago. En el Ayuntamiento existía un
presupuesto pero este no se alineaba a la visión y las estrategias de ciudad.
Tampoco habían planes operativos de acción. Hoy, la Alcaldía de Santiago,
diversos órganos locales como CORAASAN y las sectoriales del gobierno, con el
liderazgo moderno que encabeza su gestión, tiene a su favor, 20 años de
historia de planificación estratégica. Es nuestro humilde entender que eso se
va a expresar con contundencia en el próximo Plan Estratégico de Desarrollo
2030 que estamos formulando entre todas y todos. En la otra seguimos.
Reynaldo Peguero es Director Ejecutivo del Consejo
para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) - Plan Estratégico
"Santiago 2020"
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