Por Andrés Matos
Santo Domingo, R. D.- La Federación de Mujeres Modernas (FEMUM) deplora la
terrible situación por la que afecta a la mujer a causa de la violencia
machista y de Estado, dejando una estela de secuelas devastadoras en la familia
y la sociedad, como consecuencia los feminicidios.
En un comunicado, el conmemorarse este 25 de Noviembre, el “Día
Internacional de la No Violencia contra la Mujer” firmado por Sara Paulino y
María Luisa Ubiera, Presidenta y Secretaria General respectivamente del organismo
femenino del PRM, manifiestan que esta situación deja a su paso una estela
devastadora, no solo para las familias víctimas de este flagelo, sino para la
sociedad en general, dejando a su alrededor, niños y niñas en la orfandad,
madres, padres, hermanos, hermanas, familiares y amigos desolados, creando inseguridad,
seres humanos desprotegidos, con un futuro incierto.
Señala que la discriminación, la inequidad, la violencia es una
cotidianidad con la que convive la mujer; sus derechos fundamentales continúan
siendo conculcados, convirtiéndose en una práctica nociva de violencia social
incidida por la falta de políticas públicas desde el Estado.
“Este 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia Contra la
Mujer, al reflexionar sobre la terrible situación que afecta a la mujer, FEMUM eleva
su voz de alarma frente a la violencia machista que tiene como consecuencia los
feminicidios”, expresa el organismo del PRM.
Explica el FEMUM que son muchas las variables de la violencia de género,
como son las de tipo social, religioso, cultural, laboral, siendo la que más
directamente afecta a la mujer, la violencia de Estado, la cual se manifiesta
en impunidad, corrupción, indiferencia a la seguridad ciudadana, al libre
tránsito, a la seguridad social, al derecho a una educación de calidad, al
acceso a vivienda digna, al derecho a la salud, a una justicia independiente,
entre otras. Todas estas variables se traducen en limitantes para que nuestras
mujeres tengan una vida libre de violencia.
Continúan diciendo “De poco ha servido el esfuerzo extraordinario que ha
hecho la mujer por superarlos, lo que adquiere mayor fuerza cuando vemos que más
del 68% de los estudiantes universitarios son mujeres en nuestro país. En la
medida que se integra al mercado laboral no se ha aplicado aquel principio
universal del derecho laboral que consagra “a igual trabajo igual salario”.
Resaltan que “Somos el tercer país más violento del área de Centroamérica y
El Caribe, nos superan El Salvador y Guatemala en porcentajes de feminicidios”.
En lo que lleva el año 2017, contabilizan más de 170 víctimas violentas
causadas por sus parejas, además de citar que 102 feminicidios en promedio
ocurren cada año en nuestro país, frente a la mirada indiferente de un
presidente cuyos funcionarios asumen la misma actitud de no entender que la
violencia contra la mujer es un atentado a los derechos humanos que pone en
peligro el desarrollo sano de la sociedad en general.
A continuación, el texto íntegro del Comunicado del PRM
DIA INTERNACIONAL DE NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Este 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer,
al reflexionar sobre la terrible situación que afecta a la mujer, la Federación
de Mujeres Modernas (FEMUM) eleva su voz de alarma frente a la violencia
machista que tiene como consecuencia los feminicidios, creando a su paso
una estela devastadora, no solo para las familias víctimas de este
flagelo, sino para la sociedad en general, dejando a su alrededor, niños y
niñas en la orfandad, madres, padres, hermanos, hermanas, familiares y amigos
desolados, creando a su paso inseguridad, seres humanos desprotegidos,
con un futuro incierto.
La discriminación, la inequidad, la violencia es una cotidianidad con la
que convive la mujer; sus derechos fundamentales continúan siendo conculcados.
De poco ha servido el esfuerzo extraordinario que ha hecho la mujer por
superarlos, esta afirmación adquiere fuerza cuando vemos que más del 68%
de los estudiantes universitarios son mujeres en nuestro país. En la medida que
se integra al mercado laboral no se ha aplicado aquel principio universal del
derecho laboral que consagra “a igual trabajo igual salario”.
Somos el tercer país más violento del área de Centro América y el Caribe,
nos superan El Salvador y Guatemala en porcentajes de feminicidios. 102
feminicidios en promedio ocurren cada año en nuestro país, frente a la mirada
indiferente de un presidente cuyos funcionarios asumen la misma actitud
de no entender que la violencia contra la mujer es un atentado a los
derechos humanos que pone en peligro el desarrollo sano de la sociedad en
general.
Son muchas las variables de la violencia de género, como son las de tipo
social, religioso, cultural, laboral, siendo la que más
directamente afecta a la mujer, la violencia de Estado, la cual se
manifiesta en impunidad, corrupción, indiferencia a la seguridad ciudadana, al
libre tránsito, a la seguridad social, al derecho a una educación de
calidad, al acceso a vivienda digna, al derecho a la salud, a una justicia
independiente, entre otros. Todas estas variables se traducen en
limitantes para que nuestras mujeres tengan una vida libre de violencia.
Veamos algunos datos estadísticos suministrados por el Informe Regional del
Desarrollo Humano “Seguridad Ciudadana con Rostro Humano 2013-2014”. El 64.8%
de la población dominicana percibe un deterioro de la seguridad ciudadana, el
índice más alto de los países estudiados; seguidos por Venezuela 58%, Brasil
56.9%, México 55,9%, Uruguay 55.2%, Costa Rica 54.8%, Bolivia 53.2%.
Conforme a este estudio el 21.5% de los dominicanos ha cambiado de Barrio
por temor a la delincuencia.
51.1% ha cambiado su lugar de compra por la inseguridad. EL
59.1% a cambiado su lugar de diversión por temor a la delincuencia.
Sobre la violencia de género el Centro de Estudios del Género de Intec
y la Procuraduría General de la República (2015), sostienen que: en cinco (5)
años han sido asesinadas 2,074 mujeres de distintos lugares del país, la
mayoría con edades entre 15 a 30 años. Asimismo señala dicho informe, que: Una
de cada 5 mujeres mayores de 15 años ha sido víctima de violencia física y una
de cada 10 mujeres ha sufrido violencia sexual, en tanto que 31.7 de las
mujeres son víctimas de acoso sexual, tanto en el sector público como privado,
en las comunidades y en las escuelas.
Mientras que en 66 de 176 países las mujeres dominicanas han sido
traficadas, tratadas, o involucradas en el comercio sexual (UNFPA, 2013), de
101 víctimas de trata rescatadas, 96 eran mujeres adultas y 82 eran menores,
según la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y
Trata de Personas (2015).
Sobre las mujeres indocumentadas se ha comprobado que la falta de
documentos que afecta especialmente a mujeres dominicanas de ascendencia
haitiana, supone más vulnerabilidad, pobreza y discriminación, así como
exposición a violencia, explotación sexual, matrimonio infantil, embarazo
precoz y dependencia.
En nuestro país ocurren 23 homicidios por cada 100 mil habitantes según
el Observatorio Político Dominicano. La Organización Mundial
de la Salud (OMS) considera una epidemia cuando mueren 10 personas por cada 100
mil habitantes. Nótese que en nuestro país se duplica y sobrepasa.
Conforme a los datos estadísticos servido por la Procuraduría de la Mujer,
en el 2005 hubo 98 feminicidios, en el 2006, 99, en el 2007, 87, en el 2008,
131, en 2009, 92, en 2010, 97, en 2011, 128, en 2012, 103, en 2013, 93, en
2015, 120, y en el 2016, 78.
A la fecha en el 2017, según informe difundido a través de la Z-101, han
ocurrido más de 180 feminicidios en la Rep. Dom.
Este es el triste panorama que vive cotidianamente la mujer dominicana. Una
sociedad que cada vez sube de tono en la forma de violencia contra la mujer.
Un gobierno que valora más promocionar las pocas obras que realiza que la
vida de la mujer, pues cada día nos encontramos en la televisión, en la radio,
en la prensa escrita, en las redes sociales, videos de promoción de las
acciones del gobierno, acciones que son propias de la administración pública,
como si estos fueran hechos extraordinarios, no simplemente la ejecución de un
mandato dado por la población votante al presidente de la República, que es el
primer Mandatario de la Nación, cuya responsabilidad fundamental es
asegurar el bienestar a la población en general y muy en particular, a los más
vulnerables.
Durante el periodo legislativo 94-98 fue promulgada la Ley #24-97 sobre
Violencia Intrafamiliar. En esta fase las acciones, tanto públicas como
privadas, estaban encaminadas a la protección de los derechos de la mujer víctima
de violencia, no solo de género sino en sentido general. A partir de la
promulgación de esta ley la violencia contra la mujer tiene un alcance de
carácter penal, delictual y criminal.
Frente a este panorama desesperanzador, la Federación de Mujeres Modernas
del PRM, en la búsqueda de eliminar la violencia contra la mujer en todos los
órdenes, proponemos algunas acciones concretas.
1. Que el presidente de la República disponga para
el Ministerio de la Mujer el 50% del presupuesto que le fue asignado a la
Presidencia de la República, mediante la ley de gastos Público, a los fines de
que se proceda a la instalación de las casas de acogidas, para preservar la
vida de nuestras conciudadanas.
2. Que proceda de inmediato a parar la campaña
publicitaria sobre las obras que normalmente construye todo gobierno, y en su
lugar, colocar una campaña educativa masiva, tendente a sensibilizar a la
población en general sobre los graves problemas que genera la violencia contra
la mujer.
3. Acompañar estas acciones de programas
serios de prevención desde los diversos ministerios para transversal izar la
educación y así lograr una mejor convivencia entre los seres humanos, en
todos los órdenes (educación para la paz).
4. Tomar acciones concretas para garantizar la
paridad, tal como prevé nuestra constitución, la cual da mandato al
gobierno para crear las condiciones necesarias con el objetivo de garantizar la
igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
5. Implementar desde las escuelas,
colegios, universidades públicas y privadas, clubes culturales y
deportivos, iglesias, asociaciones de amas de casa, juntas de vecinos,
organizaciones campesinas, sindicatos, asociaciones empresariales, entre
otros, planes y programas permanentes para la reeducación de nuestros
adultos y adultas, jóvenes hombres y mujeres, niños y niñas en valores
que les den las herramientas necesarias para enfrentar las dificultades y
problemas de la cotidianidad sin violencia.
6. Instituir las políticas de género en todo lo
relativo al sistema de administración de justicia de los derechos de las
mujeres, tanto en el ámbito administrativo, defensa pública y jurisdiccional,
promoviendo acceso, asistencia técnica-legal de calidad y humana.
7. Crear una legislación que convierta la cultura
de la igualdad y la equidad en un instrumento de transformación social y en ese
orden:
a) Modificar las leyes de comunicación verbal y
escrita para adecuarla a un lenguaje de inclusión social entre hombres y
mujeres en la República Dominicana, y,
b) Establecer una
política en los distintos medios de comunicación para evitar la difusión
y el uso del lenguaje, imágenes, sonidos, gráficas negativas a la
dignidad y discriminación de las mujeres.
Lic. Sarah Paulino
Lic.: María Luisa Ubiera
Presidenta.
Secretaria General
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