Por Miguel Espaillat Grullón
Preliminar
El periodista Tony Pina, actual Secretario General del
Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), es una persona que estimo,
aunque no tengo el honor de conocerlo personalmente, sino a través de mi página
de facebook, en la ha él ha hecho un comentario (objeto de mí replica), al pie
de mi artículo: "El karma de César Medina".
Esta réplica no es motivada por un deseo mezquino de
protagonismo, ni por capitalizar situaciones, como especula el señor Pina, sino
por mi pasión por el debate de las ideas, un campo del que todos podemos salir
beneficiados si se hace con altura y metodología científica.
Hecha esta aclaración, vamos a la réplica planteada.
Texto del "berrinche" a réplicar del periodista
Tony Pina
"Sin compartir con César Medina, no vi en ningún
momento que él se refiriera o contestara a Miguel Espaillat, ¿Cuál es el afán
Espaillat en capitalizar con temas que su poca gramática le impiden asomar al
debate? Señores, pero qué es lo que nos pasa?"
El señor Pina con su reproche al contenido de mi
artículo, quiere someterme a la censura, cosa que contraviene con mi derecho a
la libre expresión y difusión del pensamiento, lo que no debe ser propio de un
periodista que se tiene por demócrata. Con esa postura, Pina trata de
coaccionar mi derecho al desfogue de mis sentimientos provocados por un
periodismo canalla, y por ende los hace extensivo a todo aquel que también
quiera expresar sentimientos reprimidos, y que con ese desahogo, tenga algún
alivio..., una saludable catarsis para el espíritu.
Cuando Trujillo fue ajusticiado, el pueblo, una vez se
sintió libre, salió a las calles gritando a todo pulmón: "mataron el chivo
en la carretera, déjenmelo ver, déjenmelo ver". Libertad, libertad,
libertad... ¿Había que reprimir esas manifestaciones? ¿Era más
saludable, decente, cristiano y moral, que el pueblo no externara sus emociones
contenidas por 31 largos años, y que se quedara con sus sentimientos
atragantados?
¿Cuando los sátrapas mueren por ajusticiamiento, o porque
les llegó la hora?, ¿los pueblos deben celebrar con júbilo su partida, o
entregarse al luto, al pesar y la tristeza?
El periodista Pina me acusa de capitalizar el tema con
una gramática tan pobre, que me impiden asomar al debate. Bien... ¿si ese
fuera el caso, entonces los que no tienen dominio de la gramática no tienen
derecho a expresarse? Por consecuencia, también dirá el señor Pina que
las personas que no hablan correctamente el idioma, por corolario, tampoco
tienen derecho a expresarse hablando.
Señor Pina, cierto, no tenemos el dominio de la gramática
como un profesional de esa materia. No somos lingüista, ni filólogo, ni
semiólogo, ni dominamos la gramática, es decir, tenemos conocimientos limitados
de fonología, sintaxis y semántica. Desconocemos las leyes teóricas de la
gramática funcional y descriptica, de la gramática normativa e histórica, y de
la gramática relacionada con la lingüística generativa y transformacional
desarrollada por Chomsky. Pero por suerte, para escribir, para expresar
ideas, para asomarse al debate, no es necesario el dominio que usted exige de
la gramática, pues si ello fuera así, el mundo sería un bozal para el 99 % de
la humanidad. Gabriel García Márquez siempre confesó lo malo que era para
la gramática. El escribía con faltas ortográficas. Un escritor solo
necesita escribir con pasión, producir ideas, y luego auxiliarse de un buen
corrector de estilo.
¿Acaso la censura, no será es una manera autoritaria de
represión, o una forma sofisticada, subliminal de silenciar los pensadores y a
las masas? También puede ser una forma de apañar a los corruptos para que
hagan y deshagan, porque si no nos enojamos y no nos rebelamos contra las
tropelías de los malos, sino, que nos mantenemos sumisos, e imploramos por su
salud el día que caigan en lecho de muerte; así los malos sabrán que sus
fechorías serán perdonadas y olvidadas en el último suspiro.
También, esas indulgencias y absolución son maneras de callar y
acallar, para que las masas sean indiferentes con sus verdugos.
En cuanto a su pregunta ¿que nos ha pasado?, le
respondo. Señor Pina, nos ha pasado, que nos han agriado, que
ese peledeismo apuntalado por comunicadores como Cesar Medina y otros de su
especie, nos han llevado al paroxismo, a la indignación contestaría que
expresarnos con dureza. Esto es lo menos violento que podemos
hacer. Sí nos hemos vuelto duros en nuestros juicios, es porque
ellos con sus canalladas y burlas, nos han llevado a esa dureza con que expresamos
tantos sentimientos albergados.
Por último, señor Pina, si convencemos a los pueblos de
orar por la recuperación de sus sátrapas, vamos a tener un pueblo de
masoquistas, de monjes tibetanos eunucos, de personas sin emociones ante las
injusticias, por ende incapaces de afrontarlas y de enfrentar a sus
tiranos. Si ello sucede así, entonces, ese pueblo será sometido y burlado
por sus verdugos por secula seculorum, tal como lo estuvo el pueblo dominicano,
sin reaccionar frente a sus verdugos antes de la "Marcha Verde".
Pero también, un pueblo sin escritores contestarios, sin líderes
con cojones, es un pueblo condenado a ser víctima eterna de los malvados.
Señor Pina, con mi poca gramática como usted señala, he
asumido la defensa de mi amado país. Son decenas los artículos que he
publicado denunciando la barbaridad del contrato concedido a la Barrick Gold y
el leonino contrato de la carretera Santo Domingo-Samaná y otros tantos
resaltando las sobrevaluaciones hechas a las obras construidas por el
Estado y desenmascarando a los personajes responsables de esos robos. Sin
embargo, todavía no he visto el primer artículo suyo en esa línea de protesta y
combate para defensa de los mejores intereses de nuestra patria; en cambio, sí
he leído su confesión expresando, que se honra de la amistad que tiene con
Hipólito Mejía, uno de los personajes culpables en primer orden, de que nuestro
país haya llegado al desastre social, económico, político, ecológico y moral en
que está, además, de ser un hombre que ha sido la retranca (un estorbo),
al proceso revolucionario que ha debido darse en nuestro país de mano del
otrora poderoso y glorioso PRD ahora por el PRM.
Señor Pina, usted debe tener presente, que existen las
consecuencias para nuestros actos, que existe para los humanos un karma que
responde a la ley de causa y efecto. Sabemos que usted es un
cascarrabias y que es un hipolitistas por simpatía, cosa que no le critico
porque ese es su derecho, pero nadie puede acusarlo de que su pluma hace
proselitismo político por dinero. Podemos señalarlo como equivocado, pero
nadie puede tacharlo de corrupto ni de malvado, ni que con su periodismo se ha
enriquecido sirviendo de bocina a los que han saqueado y burlado a nuestro
país. Sabemos de su integridad moral y de su valor humano. Por
consiguiente, usted puede estar seguro, que cuando vos caiga en cama de muerte,
nadie le va a desear un mal, ni lo va a mandar al infierno.
Espero que acepte esta réplica como un aporte al debate
sano de las ideas, tan necesario al desarrollo político en nuestra amada
República.
Su
servidor
Miguel
Espaillat Grullón
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