Por Miguel Espaillat Grullón
Escribir sobre temas económicos de forma que sean comprensibles y que
despierten interés en el gran público, es tarea sumamente difícil, pese a la
importancia vital de esta materia. La política es ciencia y arte (se ha
establecido), pero una mayoría sin ciencia y sin arte incursiona como políticos
en todas partes del mundo, pero muy especialmente en nuestra República
Dominicana.
Cuando Bosch llegó al poder en 1963 se encontró con el serio problema de
que la mayoría de nuestro pueblo, incluyendo su clase media y alta, civiles y
militares, eran analfabetos políticos. Ese fue uno de los mayores
escollos que enfrentó Bosch en su gobierno. Esto le impidió encontrar las
personas idóneas para desempeñar cabalmente las posiciones ministeriales y
demás elevadas funciones dentro del Estado. Muchos generales apenas
sabían leer y escribir; y los profesionales de cualquier rama, en su mayoría no
tenían ni los más mínimos conocimientos de la política.
Esa situación se explica, porque acabábamos de salir de la férrea dictadura
de Trujillo, en la que prevalecía una brutal censura política, acompañada del
un adoctrinamiento en el anticomunismo apadrinado desde afuera por el imperio e
internamente por la iglesia católica, que vendía a su feligresía aguantar y
tolerar toda clase de vejámenes y sufrimientos sin revelarse, porque los mismos
eran pruebas de Dios, para a cambio conquistar el cielo, además, según esa
misma iglesia, los gobernantes eran puestos por Dios, tesis que se contradecía,
cuando los gobernantes eran comunistas o socialistas, puesto que a éstos
sí que había que derrocarlos y combatirlos hasta la muerte. No olvidemos que
este adoctrinamiento comenzaba en todas las escuelas públicas y privadas, en la
única universidad que teníamos (la Santo Tomas de Aquino, hoy UASD), en los
medios de comunicación, y en los cuarteles militares, ni hablar.
En aquella era, y aun mucho después (abarcando los terribles 12 años del
balaguerato), era prohibido leer y tener los libros considerados comunistas; su
posesión podía acarrear, cárceles, torturas y hasta a muerte. Era una
situación impuesta por medios a dictadores crueles y asesinos en toda muestra
América y en el resto del llamado Tercer Mundo. En todo este inmenso
territorio, los libros se quemaban en piras públicamente, y los
encarcelamientos, torturas, asesinatos y desapariciones por la posesión de los
mismos, eran una práctica institucionalizada.
Lógicamente, en esta situación era imposible la educación de la clase
supuesta a gobernar, mucho menos, educar a toda una nación. Por esa razón
en particular, éramos un pueblo borrego en conocimientos políticos. Nos
habían formado para ser anticomunistas y anti-socialistas y para ser católicos
y pro-yanquis. "Nos habían educado para amar al opresor y odiar al
oprimido".
Desgraciadamente hemos llegado al día de hoy, sin que hayamos podido vencer
del todo o significativamente esa tara; la cual es una de las razones, por la
que hombres como Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía, hayan
sido presidentes electos después del trujillismo y el balaguerato, y que
quienes están en el banco aspirando a sustituirles sean individuos como
Miguel Vargas, Amable Aristy Castro, Quique Antún, Reinaldo Pared Pérez,
Temistocles Montas, Francisco Javier García, Rhadames Segura, Felucho Jiménez,
Luis el gallo, Los Vincho, Rhadames Zorrilla Ozuna y decenas más como ellos,
todos, personajes imposibles de ser lo que son, de llegar a donde han llegado,
en países que hayan superado el atraso político y cultural que todavía nos quiebra.
En este escenario sigue siendo cuesta arriba hablar de económica política,
y más en día de hoy, que esa ciencia se ha tornado tan compleja y algunos de
sus temas abstractos. Hablar, disertar, comprender, por ejemplo, sobre
demanda inducida y efectiva, capital especulativo y financiero, composición
orgánica del capital, stock de inventario, eficacia o utilidad marginal del
capital, inflación, estanflación, Keynesianismo, materialismo histórico, modelo
neoliberal, privatizaciones, gasto social, emisión fiduciaria, balanza de
pagos, balanza cambiaria, capital de trabajo, competencia monopolística,
monetarismo, macroeconomía, microeconomía, oligopolio, política fiscal,
plusvalía, Producto Interno Bruto, proteccionismo, y una gran etc.
Asociar todos estos conceptos propios del argot económico, con imperialismo,
capitalismo, pentagonismo, Plan Cóndor, endeudamientos obligados, golpes suaves
y parlamentarios, complejo militar industrial, Escuela de las Américas,
instalación de dictadores, derrocamiento de gobiernos democráticos, guerra
fría, guerras por petróleo, guerras económicas, financieras,
guerras psicológicas en los medios de comunicación, acuerdo de Bretton Woods,
Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), Organización
Mundial del Comercio (OMC), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), club o
grupo Bilderberg, la OTAN, ONU, OEA, CIA, El Mossad, mil bases militares del
imperio distribuidas por todo el mundo, sionismo, la rebeldía contra los
imperios de nuestros pueblos latinoamericanos, etc., no es tarea
atractiva ni comprensible para una sociedad analfabeta e indiferente a
sus verdaderos intereses de clase, y que por esa mal formación, prefiere
entretenimientos banales, como gastar muchas horas diarias frente a un televisor
o a una radio viendo y oyendo programaciones, alienantes y embrutecedores, y
consiguientemente distorsionan antes de la cultura del individuo y de los
pueblos, tal como hacen el Reggaetón, el dembow y películas y show que dan
vergüenza verlos y oírlos; es decir, el atraso político que señaló Bosch
padecíamos en el 1961, no ha sido superado, 56 años después.
Ante esta realidad cabe preguntar, ¿Por qué no hemos superado ese atraso 56
años después de la muerte de Trujillo? Bosch trabajó para cambiar esa
realidad, pero no pudo: primero, porque no encontró el material humano que le
acompañara en esa misión, y segundo, porque el recurso humano que formó para
esa misión, le traicionó. Sus discípulos peledeistas (muerto Bosch),
degeneraron y se convirtieron en potentes saqueadores del Estado e
ideológicamente en vinchistas y trogloditas. Estos discípulos, olvidaron
las enseñanzas de su maestro, principalmente aquella de que la política es
ciencia y arte para servir al país..., para servir al pueblo.
De las referidas enseñanzas de Bosch, se concluye, que para dedicarse a la
política se debe tener la vocación innata para ello, y que como también, ella
es ciencia, quien se dedique a ejercerla, también debe tener la vocación innata
para dedicarse al estudio de las ciencias que atañen a esa esencial actividad
humana.
¿Cuáles son las ciencias al respecto? La política es
multidisciplinaria. La misma exige tener vastos conocimientos de
economía, historia, Medio Ambiente, sociología, filosofía, y modernamente
también exige tener un dominio de la psicología y su auxiliar la neurociencia
cognitiva para entender y tener la capacidad de monitorear y auto-corregir
nuestros propios pensamientos y conducta.
La teoría por la cual el economista norteamericano Richard H. Thaler, ganó
el Nobel de economía del presente año 2017
Es tan así de necesario este conocimiento de la psicología y la
neurociencia, que el economista norteamericano Richard H. Thaler de la
Universidad de Chicago, acaba de ganar el premio Nobel de economía de este año
2017, precisamente por descubrir la importancia de la relación entre la psicología
y la economía. De esta premiación, la prensa a nivel mundial informa lo
siguiente: El galardón reconoce el trabajo de Thaler por integrar la economía y
la psicología, explorando “cómo las limitaciones en el raciocinio, las
preferencias sociales y la falta de autocontrol afectan a las decisiones
individuales y a las tendencias en el mercado”. El fallo del jurado del
Nobel asegura, que el estadounidense ha sido un “pionero” en este ámbito, al
contribuir de forma decisiva “a construir un puente entre los análisis
psicológicos y económicos de los procesos de decisiones individuales”.
Thaler (continua la prensa narrando), ha incorporado la perspectiva conductual
a la economía para hacer un análisis más realista en cuanto a cómo piensan y
actúan las personas cuando están tomando decisiones económicas”, lo que ayuda a
diseñar medidas e instituciones que incrementan los beneficios para el conjunto
de la sociedad”.
El estudio de Thaler (según la Real Academia Sueca de las Ciencias),
difiere de la teoría tradicional, que asumía que las personas tenían buen
acceso a la información y podían procesarla de forma correcta, algo que en
ocasiones distaba mucho de la realidad. La contribución de Thaler
(prosigue la Real Academia Sueca), fue redefinir el análisis de las decisiones,
incluyendo elementos psicológicos que “influyen de forma sistemática en la toma
de decisiones económicas”. Fin de la cita.
Todos los países que conforman el planeta están habitados por una mayoría
de personas que desconocen los intríngulis que gobiernan la política y las
leyes de la economía. Particularmente este fenómeno es propio de nuestro
pueblo dominicano, el cual, por las razones explicadas anteriormente no ha
podido superar el atraso político que enfrentó Bosch a partir del año
1961. Pero sucede, que nuestro pueblo, es un adicto a hablar de política
y de los temas económicos asociados a ella. Lo hace una multitud de
individuos que no pudieron terminar el bachillerato, o que lo terminaron a
empujones, porque no daban con las matemáticas o con las ciencias sociales y
naturales, cuando estas se le planteaban un poco abstractas. Sin embargo,
aunque parezca paradójico, estos individuos que no pudieron terminar sus
estudios, o que hicieron carrera luchando contra sus deficiencias
cognoscitivas, en el día de hoy, son los más "gallitos", cuando
hablan de cualquier tema político-económico. Estos especímenes, se
enfrascan en discusiones creyéndose con la autoridad intelectual para ello, y
no hay quien le gane. Ellos son, "pura ciencia y
arte". Esta temeridad está sucediendo, en un momento en que gana el
premio Nobel, un economista que relaciona la psicología con la economía, como
determinante para saber cómo piensan y actúan las personas cuando están tomando
decisiones económicas. Lo grave de este caso es, que estos
"gallitos", para desgracia del partido en que militan y del país, por
paradojas de la vida, son los que en mayoría, tienen la gobernanza de los
partidos y del país a través de las altas funciones públicas que ocupan.
La teoría de Thaler, aplicada a nuestro pueblo y a Donald Trump
La teoría de Thaler, aplicada al comportamiento (a la conducta) de esa
mayoría que se enfrasca en discusiones político-económicas, como si dominaran
la ciencia y el arte de la política, sienta como anillo al dedo, para
descalificar a esos "politólogos"; pues para actuar y pensar bien,
hay que tener los conocimientos que nos permitan, primero, pensar bien, para
después actuar bien. Lógicamente, como nunca va a suceder lo contrario,
dejemos el porvenir a la indetenible evolución individual y social, que muchas
veces toma siglos y hasta milenios.
En este contexto, el presidente de los Estados Unidos, señor Donald Trump,
rechaza la ideología política de los regímenes socialistas que prevalecen en
Cuba y Venezuela, y lo hace proclamando: "comunismo es el pasado y
libertad el futuro". Sus declaraciones al respecto las sazona con la
misma retórica que contra esas ideologías han embestido los 44 presidentes que
le han precedido. Los EE.UU. (sostiene Trump), seguirán luchando por los
derechos humanos y por la preservación de los valores de la democracia, la
libertad y la paz, que unen a los estadounidenses y a los buenos
hispanos. No vamos a levantar las sanciones contra Cuba hasta que el
gobierno cubano ofrezca una completa libertad política a su gente.
Rechazamos la represión socialista del gobierno de Maduro en Venezuela y
llamamos a la restauración de la democracia y de las libertades de los
ciudadanos venezolanos". Fin de la cita.
Para el lector dar con la conclusión a la que quiero llegar con el tema que
hoy nos ocupa, es necesario que se tenga presente la teoría del economista
Richard H. Thaler, premio Nobel de economía de este año, en cuanto a que la
psicología (el modo de ser de un individuo, su conducta), son determinantes
para saber cómo piensan y actúan las personas (en el caso de los gobernantes)
cuando están tomando decisiones económicas, las cuales, a la vez, son
impulsadas por los propios intereses materiales y políticos, que dicho
sea de paso, son inseparables.
Donald Trump es multi-millonario desde la cuna. Fue criado en el
capitalismo. Defeca en inodoro moteado con oro. No sabe lo que es
el hambre, ni las precariedades, ni las desesperanzas y frustraciones que
produce la pobreza. Tampoco le ha dado como a Buda: salir por el mundo a
buscar las causas del tanto sufrimiento humano. Tampoco ha hecho el viaje en
moto que hizo el Che, ni le interesa. Su concepto de libertad y
democracia está infectado por la surrealidad que ha sido su vida de oropeles,
tan diferente a los miles de millones que mueren por hambre y enfermedades
curables.
Trump, como presidente de los Estados Unidos pretende gobernar al mundo,
pero ¡oh ironías de la vida?, de ese mundo, como él supremacista blanco que es
(lo mismo que a su equipo), solo les interesa la suerte de los suyos, en
especial la de los anglosajones y judíos. Con el resto de la humanidad
Trump es grosero e indolente. No le importan las penurias de negros y
latinos. Su discurso a favor de los según el "oprimidos en Venezuela y
Cuba" es puro cuento. Solo busca dominar a esos países, para
reapropiarse de los recursos naturales de los mismos. Venezuela tiene
demasiado petróleo, oro y otros minerales que las transnacionales consideran
suyos. Y de Cuba, pretenden reapropiarse de todas las tierras que les
fueron confiscadas. Alegar restablecer a libertad y la democracia para
Venezuela y Cuba, no es más que un sofisma al descubierto, para quienes sabemos
lo significa imperialismo.
Thaler tiene razón, las decisiones económicas de Trump, lo mismo que sus
declaraciones (comunismo es pasado, democracia y libertad son el futuro), son
fruto de lo que es él como ser humano. Su psiquis nada tiene que ver con
libertad, democracia, o derechos humanos. Por igual, las acciones de
nuestros políticos, con las cuales han llevado a nuestro país a la crisis en
que está, nada tiene que ver con altruismo ni con altos valores democráticos,
sino con egoísmo y codicia. Pero también, los "ideales" de los
fanáticos de nuestros pueblos empobrecidos y oprimidos por los políticos de
marras, se debe a esa psicología patológica engendrada por la propia miseria de
estas vidas, atrapadas en la más oscura de las ignorancias. ¿Y de nuestra
propia psicología?, ¿qué pensamos, la conocemos? ¿Estamos pensando y
actuando correctamente, ante los desmanes de los malos? ¿Se comprende?
A los lectores, les dejo la palabra
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