Por Ysócrates Andrés Peña Reyes
Para contrarrestar los preocupantes niveles de atrasos socioeconómicos que
afectan a los habitantes de nuestras comunidades rurales y de las provincias de
sus entornos, las estrategias formuladas por el Consejo Regional de Desarrollo,
Inc. (CRD) por medio de su dirección técnica, definen como una tarea primordial
para el Estado, los partidos políticos y las demás instituciones,
la motorización de una revolución tecnológica, industrial y
social, que facilite a nuestra nación, las plataformas que le conduzcan
ciertamente a la erradicación de la fragilidad que muestran sus
estructuras y fuerzas productivas.
En los referidos propósitos, estas estrategias contemplan, que la República
Dominicana está obligada a encauzar correctamente su desarrollo, sobretodo,
por el rol que deben jugar sus áreas agrícolas en la solución de los
problemas alimenticios que atentan contra la población mundial y la de nuestro
propio país, por tanto, le es de importancia capital, lograr un
mejor ambiente social y estructural para los productores y
trabajadores agrícolas y sus familias.
Respecto a lo cual, llaman entender que la solución a los graves problemas
que obstaculizan el progreso social y económico en el campo
dominicano, deben ir más allá de la asistencia financiera que el gobierno
central y otros sectores puedan ofrecerles a determinados núcleos en la
producción agrícola, en razón de que, su real remedio, está en la debida
promoción como seres humanos, que requieren la personas que residen en
nuestros campos, por medio de cambios profundos del habitad en el que viven.
Visión necesaria:
Visualizan en dicho sentido, ver las zonas rurales y los recursos que las
mismas detentan, como columnas esenciales del futuro de nuestra nación y de
la supervivencia presente y futura de los dominicanos, debiendo pues dotarnos
de la correcta óptica para generar una revolución social y
económica, que mejore sustancialmente las condiciones de vida de quienes las
habitan, y a su vez, que acelere en ellas el surgimiento de un mejor sistema de
producción y comercio, para así lograr la consolidación que ameritan
nuestras fuerzas y estructuras productivas.
Adicionando, que para lograr los objetivos propuestos y con ellos un
mayor grado de bienestar para las poblaciones rurales y las zonas urbanas
vinculadas directamente a éstas, corresponde tomar medidas inteligentes que nos
garanticen un desarrollo tecnológico, industrial y agroindustrial, que facilite
insertarnos con eficiencia en los mercados internacionales, sobretodo, en
Haití y los demás países adyacentes al nuestro.
Lineamientos estratégicos trazados por el CRD:
Los lineamientos estratégicos del CRD, asumen para hacer factibles las
metas que permitan el encauzamiento de la revolución tecnológica, industrial y
social propuesta, que se debe utilizar como plataforma vial, la edificación del
Ferrocarril Internacional Nordeste-Dominicana-Haití, el Aeródromo Múltiple del
Nordeste y además las estructuras de desarrollo que requieren las
provincias del Nordeste y el Cibao Central, así como las de otras zonas
rurales del país.
Contempla como parte fundamental en estos objetivos, la conversión de las
regionales del Ministerio de Agricultura en viceministerio de producción y de
biotecnologías, además, un mejor uso de los Puertos de Arroyo
Barril, de Manzanillo y de Puerto Plata, con la puesta en operación en
los mismos de flotas mercantes.
Asimismo, la conversión de las diversas zonas francas en plantas
agroindustriales y centros biotecnológicos, teniendo entre sus principales
soportes el Aeródromo Múltiple del Nordeste, el ferrocarril internacional
y un corredor vial conformado por la avenida de circunvalación de San Francisco
de Macorís, la carretera ecoturística y de comercialización Cotuí-San
Francisco- Río San Juan y una vía expresa Samaná-Nagua- San
Francisco-Tenares-Moca-Santiago.
Además, asumen como parte de la plataforma, el levantamiento de la Presa
del Alto Yuna, el proyecto agrícola e hidroeléctrico de la presa de los
ríos Boba-Bagui y la plena ejecución del proyecto agropecuario Aglipo en
el Bajo Yuna, así como, la implementación de las estrategias formuladas
por el CRD, tendentes a desarrollar nuestros campos y las diversas
poblaciones urbanas del país que conforman sus entornos.
El rumbo que es sugerido por el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD),
a ser plasmado por medio de una revolución tecnológica, industrial y social en
el campo dominicano, se trata de un reto al cual debemos abrazarnos todos
los componentes de las sociedad dominicana, para aprender a valorar
los recursos que detentamos y que son las garantías de nuestras
vidas y las de futuras generaciones, siendo por tanto estos, factores
primordiales para guiar a nuestra nación hacia mejores horizontes.
El autor es director
general del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), Abogado y Politólogo.
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