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lunes, 9 de septiembre de 2019

Diputado Rubén Luna causa frustración a la comunidad



Por Víctor Gómez

El proceso de migración desde la República Dominicana hacia otras latitudes, principalmente hacia los Estados Unidos, Europa, América Latina, y aunque sea difícil creerlo también a otras islas del Caribe, ha sido provocado por muchos factores y variables, pero esencialmente de carácter político y económico, lo que ha generado la existencia de una comunidad en ultramar, fuerte, honesta y trabajadora,  pero también deja de manifiesto que es la falta de oportunidad en nuestro terruño la causa principal que obliga a los criollos a abandonar su territorio, pero no su cultura, ni mucho menos el amor por los suyos, ni por la patria que los vio nacer.

Hemos visto como nuestra comunidad ha logrado avances importantes en términos políticos, económicos, culturales, en la educación, generación de empleos, y desarrollo empresarial, sin que desde la República Dominicana se diseñara un plan buscando que estos logros pudiesen alcanzarse, muy por el contrario, la mayoría de los gobiernos nos han dado la espalda, y en los mejores casos nos brindan migajas de poder para adormecernos.

Hoy la República Dominicana como país, se le haría muy difícil sostenerse dentro de un clima de paz, estabilidad económica, y de prosperidad sin contar con los más de 7 mil millones de pesos que la diáspora aporta a la economía nacional a través de las remesas e inversiones, pero también del honesto trabajo que hacemos como embajadores naturales de nuestra cultura. A todo esto, también hay que sumarle que somos una fuerza electoral con capacidad para generar cambios importantes en el país con más de un millón de dominicanos con capacidad de votar en el exterior, claro también esto lo ven como un peligro pues el voto del exterior, es un voto de conciencia y muy difícil de comprar con un "Pica pollo, pote de ron o 500 pesos  y un ticket para gasolina",  pues ya hemos adquirido otros conocimientos que nos liberan del aberrante populismo que predomina en nuestro país, y nos llevan a la búsqueda de propuestas y soluciones reales tanto para nuestra comunidad como para el pueblo dominicano.

Entonces si somos una comunidad tan trabajadora, y que hacemos grandes aportes y contribuciones al desarrollo y bienestar de la Nación, que castigo estamos pagando para merecer tan malos diputados del exterior.  Rubén Luna, es el más rechazado por la comunidad dominicana, pues analizando el ejercicio de sus funciones lo cierto que ha sido un fracaso, un fiasco, una aberración, al igual que los demás, con muy raras excepciones, y a diferencia que este se vanagloria de no deberle a nadie esa diputación sino a sus verdes invertidos, pues ni siquiera en 8 años ha podido construir un liderazgo capaz de brindarle a la comunidad por lo menos un proyecto que nos beneficie.

Pero peor aún, es el diputado con la mayor tasa de inasistencia a sus labores, el que menos propuestas ha presentado, y una investigación periodística realizada en el país, aparece como uno de los legisladores con menor formación académica y política, los comunitarios de su circunscripción dicen que es un diputado fantasma, invisible y desconocido, pues nadie lo ve, y solo se sabe que está presente en un lugar, cuando llega el día de extrapolar la miseria con la repartición de pavos que entrega el Día de Acción de Gracias, y jamás ni las plumas vuelan sobre los cielos de la circunscripción No.1.

La figura del diputado de ultramar, el voto en el exterior, y la doble ciudadanía son esfuerzos y luchas de la comunidad por muchos años, pero jamás pensamos que seria para que los partidos políticos nos impongan personajes carentes de formación política, capacidad profesional, servicio comunitario, y entendimiento de nuestra realidad, como los que nos representan,  vamos a reprochar esa actitud, diciendo no, no y no a la reelección de estos analfabeto funcional y  no le demos oportunidad a quienes no vayan a cumplir con la diáspora y que crean que como Rubén Luna dando pavos todos los años  se puede seguir engañando a una comunidad de hombres y mujeres trabajadores como la nuestra. "Dígale que no a los ineptos".


El autor es periodista y Locutor reside en Nueva York.


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