Por
Miguel Ángel Cid Cid
Las elecciones
congresuales y presidenciales del 5 de julio próximo, coloca en una encrucijada
al Dr. Leonel Fernández Reyna y su Partido Fuerza del Pueblo. Por un lado,
podría llenarse de odio y torpedear al PLD, aunque ambos se hundan en el
intento. Por el otro lado, podría suturar y tapar las heridas con curitas,
negociar sin dolores, para emerger como la segunda fuerza política del país.
Resolviendo
ese trance se le va la vida, su vida política.
Nadie
gana en primera vuelta
Encuestas,
operadores y analistas políticos consideran que, en las próximas elecciones,
nadie gana en primera vuelta. Pero cuando esa misma consideración sale de la
boca de un político, se desprende que ya está armando el muñeco de las
negociaciones para la segunda ronda.
En los
movimientos de Leonel Fernández, por ejemplo, se ve claro que está poniendo los
huevos en esa canasta. Si no se hunde su candidatura presidencial hasta el
fondo y logra llegar, por lo menos tercero, sería un regreso formidable. Una
vuelta tan tremenda que habría que preguntarle a la Dra. Adriana Mukieng Sang
Beng si ello ha ocurrido, algunas vez, en los anales de la política criolla,
exceptuando el increíble retorno del Dr. Balaguer. Con todo, creer en milagros
no le hace daño a nadie.
Los posibles
escenarios de la Fuerza del Pueblo, entonces, se limitan a tres. Los escenarios
son: primero guiado por la Fuerza del Pueblo, segundo presidido por el Partido
Revolucionario Moderno y tercero encabezado por el Partido de la Liberación
Dominicana. En cada escenario hay una segunda opción donde se invierten los
partidos en segundo y tercer lugar.
Escenario
1ero. FP-PLD-PRM, o puede ser, FP-PRM-PLD
Escenario
2do. PRM-FP-PLD, otra
variable posible es, PRM-PLD-FP
Escenario
3ero. PLD-PRM-FP, también puede ser así, PLD-FP-PRM
Si se produce el
primer escenario, en cualquiera de las dos variables, el Dr. Fernández estaría
a la altura que le dicta su enorme ego. Él pondría las reglas del juego, sería
el árbitro principal y estaría sentado en el sillón más alto en la mesa de las
negociaciones.
Si es el segundo
escenario, queda claro que el bueno de la película sería el PLD. Ellos tendrían
la llave del triunfo para los perremeístas o los leonelistas. Para los morados,
asociarse a la FP, sería lo recomendable.
En el tercer
escenario, la FP puede decidirse por apoyar al PRM, pero la mejor opción sería
pactar con sus antiguos compañeros. Si se produce la otra variable, con la FP
en segundo, al PRM no le queda otra opción que apoyar a Leonel Fernández para
salir del PLD, que es su principal objetivo. Es decir, saldrían del PLD morado
para colocar en su lugar al PLD verde.
Consecuentemente,
el dilema de Leonel Fernández en esta coyuntura no es fácil, a pesar de que es
una situación creada por él mismo. Si la Fuerza del Pueblo ayuda al PRM a
ganar, eso sería resignarse a seguir siendo una bisagra más de las tantas
puertas ocultas que existen en la política dominicana. Con los perremeístas en
el gobierno, el León estará obligado a perdonar las metidas de patas típicas de
los gobernantes criollos, dizque porque es la primera vez que gobiernan.
Si el Dr. Fernández,
en cambio, contribuye a que los peledeístas sigan gobernando, podría
convertirse, pasando por una negociación inteligente, en el opositor principal.
El PLD, con 20 años en el gobierno, 16 de ellos corridos, sufre el desgaste
político propio que produce una acción dilatada en el ejercicio del poder.
Entonces, 4 años
más de gobierno, sería dañino para el régimen y el propio PLD. Así que si no
pierde ahora, en el 2024 el PLD perderá seguro.
Eso
lo sabe el Dr. Leonel Fernández, un León que no tiene un solo pelo de tonto.
Por ello, desplazar en este momento al PRM del liderazgo de la oposición, es la
puerta oculta que le abre la posibilidad a un eventual regreso al poder.
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